Protege A Zoe (+18)

XXIX

Altagracia

Termino de secarme y me quito la toalla acercándome a el espejo para poder aplicar la crema que compré para estas pinches marcas, al mirar a un extremo lo observo detrás mío mirándome fijamente.

Se acerca y quita la crema de mis manos para empezar a aplicarla, no sé si esto es buena o mala señal, nuestra conversación no terminó muy bien ahora.

Se pega a mi espalda y pasa la crema por varios puntos de mi abdomen para luego hacer un leve masaje.

-Sabía que lo entenderías- volteo- soy consiente de que es difícil de creer pero es la verdad

Posiciona sus manos en mis glúteos cargándome en su cadera con firmeza, ya sé lo que quiere, era demasiado bueno para ser verdad.

Gemí al sentir una nalgada, camina hasta dejarnos en la cama y continúa su trabajo, esta vez logré conectar y en cuestión de minutos fuimos uno solo, pude haber disfrutado igual que siempre pero de solo pensar en porqué lo hace mi corazón se encoge.

Todo su cuerpo lo dice estaba molesto y muy tosco al principio, ahora que ya aclaró sus dudas intenta ser más dulce, pero ya qué.

Lo oigo gemir en mi oído mientras termina y deja un beso en mi cabeza. Una lágrima se escapada de mis ojos sin poder evitarlo y me doy vuelta cubriéndome con las sabanas.

-Ya saliste de dudas, ahora déjame sola

-¿Qué?

-Que sé porqué lo hiciste, querías corroborar que de verdad no he tenido relaciones en este tiempo, no me creas tonta Navarrete

-Mi amor

-Me acabas de tratar como una puta mentirosa, ¡que te largues!, déjame en paz

-Yo creo que estás sensible y estás confundiendo las cosas, eso no es- me callo- está bien, por ahora te dejaré tranquila, pero recuerda que la niña nos está esperando, luego hablamos bien, no quiero que nos vea distanciados

Estaba a punto de salir cuando se oyen toques en la puerta.

-Mami, ya está tu pastel

Limpio mi rostro rápidamente y me siento, José Luis se apresura a traerme su camisa.

-¿Cómo te sientes?

-Ya ábrele

Aparece junto a esa bola de pelos que no se le despega ni un segundo.

-Sácalo de mi recámara

-Es niña mamá, y te quiere conocer

-Pues ya nos conocimos, ahora que salga, tiene prohibido entrar a esta habitación, agradece que dejo que te quedes con ella porque ni siquiera contaron con mi consentimiento

-Fue una sorpresa, en todo caso es mi responsabilidad- cojo a la perra- déjate querer- me acerco con ella

-No Navarrete- me alejo- no me gustan, que la saques te digo

-Mira mamá

Recibo la bandeja y Zoe se apresura a prender la tv y buscar una peli.