LXXII

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Altagracia

Me levanto con cuidado y salgo de la recámara, le di una pastilla para dormir a Luis pero también me quedé dormida.

Entro a la otra habitación encontrando a mis hijas dormidas y voy a checar a las ventanas que todo esté bien. Al voltear me encuentro con la mirada de Mónica, aún está molesta.

-¿No puedes dormir?- me acerco- ambas sabemos que no hiciste ni la mitad de lo que dije así que ya pasemos página, fuiste muy grosera y yo ya casi que lo olvido

-Me obligaste a disparar, me tienes secuestrada

-Es algo básico- pongo mis ojos en blanco- mira no me voy justificar pero ahora no estoy en el mejor momento para reclamos ni nada, y vivo con la preocupación de que puedan hacerles algo y no puedan defenderse, por eso insisto tanto en que tomes las clases, no solo de artes marciales, también hay códigos, trucos tecnológicos que te pueden salvar en cualquier momento como lo hizo Zoe en el centro comercial, ni siquiera yo me he tomado el tiempo de aprender muchas cosas pero es muy importante y no me haces caso

-Bien, tomaré todas esas clases pero deja de ocultarme cosas, de tratarme como a Zoe, no soy una niña

-Con estos berrinches demuestras que sí lo eres, Mónica he cedido más de lo que quisiera contigo porque tengo claro que eres una adulta, lo de tu matrimonio, tu trabajo, tuve que soltarte cuando apenas te recuperaba, ahora no me pidas que deje de verte como mi niña

-Lo sé pero no confías en mí, no me dices nada y a veces siento que no te conozco- tomo su mano- prometeme que no eres culpable

-Yo no hice nada y lo voy a demostrar

-Está bien

-Duerme, si quieres me llevo a Max para que estés más cómoda, ya de por sí Zoe duerme muy mal

-No, déjalo, solo por hoy

Sonrío.

-Ok, pero es mío

-Era- bromeo- ahora es todo mío- toco su carita

-Buenas noches, ya duerme- beso su cabeza

Regreso a mi habitación y al no ver a Luis en ningún lado salgo a buscarlo, siento unos brazos rodearme haciéndome dar un pequeño brinco.

-Me asustaste- volteo

-¿Por qué le preguntaste a Zoe con quien prefería vivir?, ¿acaso piensas separarte y no me daba cuenta?

-Bueno, eso fue hace mucho tiempo, estábamos discutiendo mucho y como estábamos en Marsella yo quería regresarme y por eso le pregunté

-Ok- suspiro- también me dijo que te daban celos de esposa

-¿A mí?, por favor- niego

Lleva sus manos a mis glúteos elevándome hasta su cadera.

-Tal vez si no me descuidas tanto no me sen celos de esposa porque te recuerdo que yo llegué primero y yo me voy a quedar

-Entonces sí es cierto, porque fíjate que ella me dijo lo mismo- le doy un pico

-Se dedicaron a hablar de mí eh- juego con su cabello- toda la policía buscándome y nosotros aquí coqueteando en la madrugada

-Que se jodan esos cabrones

Solté un pequeño grito en cuanto entró de nuevo a la recámara torpemente dejando caer cosas a su paso.

-Shh, no hagas ruido- reímos- ponle seguro

-Que mal pensada Sandoval

Me pongo de pie y quito mi bata.

Protege A Zoe (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora