LXV

184 18 26
                                        

Altagracia

Abro mis ojos tratando de adaptarme a la luz, escucho los sollozos del bebé así que escaneo todo el lugar, estamos en la recámara, pero en la recámara de nuestra casa en Marsella.

-No puede ser- me siento

-Shh, no llores Max, ya va a venir papá- susurro- mamá

-Espera, quédate ahí

Ambos están en el mueble así que me acerco para cargar a Max, de a poco se calma pero aún tiene su puchero, así se pone cuando tiene hambre.

-¿Estás bien mi amor?

Alza sus hombros acercándose. Recuerdo que me desperté en el avión y luego de tener una discusión con Luis me durmió de nuevo. No sé que carajos me dio así que no quiero alimentar a Max aún.

-Dime que tu nana vino con nosotros

-No mami

Resoplo.

-¿Tu papá te dejó solita con Max?

-Apenas se fue, dijo que tenía una llamada- suspiro- mamita

-Dime mi amor

-¿Se pelearon por mi culpa?

-Claro que no mi bebé, nada es tu culpa, no te preocupes

-Es que yo te dije que quería quedarme con Moni y se pelearon

-Pero no es culpa, además fue una discusión sin importancia- beso su mejilla- ¿me acompañas a hacerle su mamila?

Bajamos a la cocina y le dije a una empleada que la preparara y de paso algo ligero para nosotras.

-¡Dulce!

La niña corre hasta alcanzar a su mascota y mi mirada se centra en la pinche sonrisa de su padre que en otros momentos me la comería a besos.

-Te dije que la traería mi princesa

-Gracias papi

-Ve a lavarte las manos y te sientas a comer, luego podrás jugar un rato con Dulce

Luego de darle el biberón a el bebé ignorando por completo a Luis, fui a darme un baño, un largo baño y aún así no logré relajarme y asimilar con claridad todo lo que ha pasado.

Mi marido acaba de drogarme y secuestrarme junto a nuestros hijos, resulta que ha estado consumiendo esa mierda y yo ni cuenta me di. Lo entiendo, juro que lo entiendo, pero no lo justifico, no es un adolescente atravesando problemas, somos adultos y antes que nada están nuestros hijos.

-Sé lo que estás pensando

Levanto mi cabeza mirándolo a través del espejo.

-No quiero hablar contigo Navarrete, si he mantenido la calma es por los niños pero no te confundas

-No quiero que pienses que me estoy drogando ni que me he vuelto loco, esto solo lo hice porque estabas muy terca con lo de dejar a Zoe en México y después de nuestra discusión supuse que ni querrías viajar

-Por supuesto que no- alzo la voz- y por supuesto que pienso que estás mal de la cabeza, ¿qué esperabas?, ¿que luego de drogarme y secuestrarnos te aplaudiera?

-No es fuerte, solo te dormí un par de horas- me acerco- perdóname, lo hice  por el bien de todos, no volverá a suceder

-¿Desde desde cuándo consumes?

-Que no consumo caray- suspiro- hace unas semanas empecé solo para relajarme un rato de vez en cuando, calmar el estrés y me ha funcionado, te juro que solo es de vez en cuando, cada tres días o cuando estoy muy estresado y solo ha sido desde poco antes de que naciera Max

Protege A Zoe (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora