CAPÍTULO 48.- primer fragmento

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—Joon por favor —intento calmarlo Daeho—, no ganaras nada alterándola.


—Cállate —Joon miró con tal frialdad a Daeho, que este tuvo el impulso de retroceder—, que siga hablando entonces, pero que no se refiera a mí de ningún modo. A penas soporto estar en la misma habitación con ella.


Gerard estaba arrodillado al lado de Um-ji, haciendo que esta se calme nuevamente. Estefan estaba sombrío parado al lado de una pared. Los dos ingresaron a la habitación después de Joon, encontrando a Daeho entre Joon y su madre.


Joon camino al costado de Estefan.


—Más rápido hacemos esto y más rápido terminará —Estefan le acarició el rostro—, acabaré con todos y entonces ya no podrán atormentarte nunca más.


Joon cerró los ojos unos segundos para después asentir. Se dio la vuelta e increpó.


—Prosigan —hablo con un tono que demostraba el asco que sentía por la mujer ahí presente—, necesitamos saber toda la historia.


Um-ji solo miraba al suelo ahora, el odio que profesaba su hijo menor era demasiado para ella, pero sabía que merecía eso y mucho más. Así que busco dentro de sí todas las fuerzas que aún le quedaban.


—Elizabeth se refugió en corea los próximos meses después del incidente en Japón —hablo con todo su esfuerzo para no ahogarse—, yo misma la recibí y la escondí en la casa de campo que solíamos tener. Ya que debía prepararse para volver a Francia con su mate, que era el hermano del alfa.


Joon sujetó la mano de Estefan para poder retener las ganas que tenía de vomitar. Mientras Natsuki perdía a sus padres y a su hermana en el vientre de su mamá. Su propia madre escondía a la causante de ese acto. Era tan repugnante que no lo soportaba.


—Ella me sugirió que le gustaría presentarse ante mi esposo —Um-ji negó con la cabeza—, pero Do jae era cerrado en ese asunto. Era muy fiel al alfa y muy partidario de la corona y además estudió con él en la escuela Real. Su lealtad hacia el Rey Oliver era muy fuerte como para que yo sugiriera siquiera que tenía de amiga a Elizabeth, pero sabía quién la recibiría muy bien.


Um-ji paró un momento para tomar el agua que le brindaba Gerard, el cual se comportaba como si siguiera siendo su doctor.


—Mi tío Jam Dong-won era el hermano menor de mi padre, a la muerte de mi padre en un ataque de vampiros, él prácticamente me crió —explicó Um-ji—, el cariño hacia él me cegó de ver por muchos años, el monstruo que era Dong won. Tan hambriento de poder, que cualquiera que se le cruzara en su camino era eliminado. Dong won fue el que orquestó la traición hacia el alfa Jae y su familia.


Daeho no pudo reprimir un gemido.


—Pero... papá siempre apoyo al tío Jae —Daeho estaba consternado—, ¿Cómo pudiste ocultar algo así, si nuestro padre pudo haber caído en caso le pasara algo al tío Jae?


—Dong won... él prometió que nuestra familia estaría bien —Um-ji miro con dolor a su hijo—, y yo fui tan tonta por creerle, también pensaba que la manada estaría mejor con mi tío como alfa. Así que ignore el hecho que orquestó todo desde las sombras para no mancharse. Obviamente no contó con lo hábil que fue Jae para aliarse con los príncipes. Todos sus planes se vieron perdidos cuando Jae regreso con un mate hombre y la corona de su lado. Incluso muchos aplaudieron y elogiaron a Jae por lograr volver a nuestra manada como una de las principales manadas del mundo. Con el príncipe demonio quemando vivos a varios en contra de Jae. Todos los aliados de mi tío lo abandonaron. Odiaba a Jae y a la corona con intensidad después de eso.

THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora