CAPÍTULO 11.- primer fragmento

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—¡Vamos todos a calmarnos! —exclamó Liam usando su voz de alfa.


Para su mala suerte su voz de alfa retumbaba a gran distancia y tenía un efecto profundo en cualquiera que pudiera escucharla. Todos se arrodillaron inmediatamente, incluso los cazadores que habían desenvainado sus armas listos para librar una lucha a muerte con tal de proteger a la mate de Natsuki, cayeron sobre sus rodillas totalmente consternados por aquel acto en contra de su voluntad.


—Detesto tu voz de alfa —gruño Estefan—, ni siquiera puedo levantar mi cuello.


Liam respiro profundamente. ¿Por qué no podían lidiar con un drama a la vez?


—Este no es el momento ni el lugar para que actúen de esta forma —siguió usando su voz de alfa para que quedara claro cómo debían actuar después—, mi beta y su mate necesitan tranquilidad. Así que alfa Natsuki, necesito que resuelvas tu relación con tu mate en otra sala del palacio. Deseo que lo hagas con el mayor respeto posible, tu mate es humana y es mi invitada, así que está bajo mi protección.


Los ojos de Natsuki volvieron a la normalidad y sus garras desaparecieron. Liam observó sus ojos avergonzados mirándolo. No obstante, Liam se acercó a los cazadores.


—Levántense por favor —les ordenó.


Ellos pudieron al fin moverse, si antes estaban a la defensiva, ahora podía ver el terror en sus ojos a su dirección.


—Lo siento mucho, no quería que mi voz de alfa los afectará también a ustedes —Liam recogió la espada de Raimi y se la entregó—, quería detener a los energúmenos de mis amigos.


—¿Por qué...? —Raimi lo observo consternado—. ¿Por qué tu voz de alfa nos afectó si no somos hombres lobos?


Liam suspiro superado por la situación.


—No soy un alfa común, soy el príncipe heredero —Liam no podía explicarle toda su naturaleza, así que lo simplifico—, se supone que seré el mayor alfa de todos, supongo que mi voz de mando es superior por eso los afectó.


—Príncipe disculpe la molestia —la mate de Natsuki se dirigió a él—, pero deseo volver a mi hogar o tal vez que me devuelvan al lugar de donde me sacaron, yo...


Natsuki soltó un alarido.


Liam cerró los ojos un segundo.


—Supongo que ustedes tres entienden las conexiones de las almas de los hombres lobos, ¿cierto? —les preguntó Liam con amabilidad.


Los tres asintieron, pero Aiko también tembló.


—No quiero que me retengan aquí porque soy... lo que sea que su lobo crea —respondió Aiko casi gritando.


—Señorita, si usted desea volver a su hogar, yo mismo ordenare que la escolten ahí y que vigilen que su hogar no esté afectado por el problema de los cazadores radicales —Liam intentó calmarla—, no quiero obligarla a nada, que usted sea mate de mi amigo el alfa Natsuki, no significa que la obligaremos a quedarse a su lado. Solo le pido que cuando él se calme y no actúe como un animal lunático irracional, pueda concederle algunos minutos de su tiempo para escuchar lo que tenga que decirle.

THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora