CAPÍTULO 56.- segundo fragmento

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—Jamás vi tanto poder en mi vida —dijo Gerard volviendo al presente—, fue majestuosamente aterrador, nunca había estado tan sorprendido por algo, entonces un lobo llegó detrás de aquel sujeto.


—¿Qué hiciste Alan? —Jaime se transformó en humano junto a Alan—, ¡Estamos en una zona neutral! ¡Los vampiros aquí están en paz!


—Ellos intentaban atacar a este pobre chico, ¿verdad niño? —preguntó Alan mirando a Gerard.


Este asintió aun mirando asombrado los pedazos de los vampiros arder en fuego.


—Soy un cazador —dijo Gerard mirando a Alan con reverencia—, muchas gracias por salvarme la vida señor, ¿podría preguntar qué es usted?


—Soy un semidemonio —respondió Alan con su sonrisa torcida—, y no tienes que agradecer, matar vampiros asquerosos es un placer para mí.


—Por la diosa luna —Jaime se peinó el cabello con las manos—, hice bien en seguirte, ¡Simplemente no puedes irte solo porque sientes que tus sentidos te llaman!


—Sentí que había alguien en peligro y seguí mi instinto —gruño Alan—, ¡Salve a un niño de ser asesinado por vampiros!, debería estar siendo alabado en vez de que me estés reprendiendo.


—Estamos en una tierra donde los vampiros, los cazadores y nuestra gente tiene un acuerdo de paz —Jaime fulmino a Alan con la mirada—, en todo caso, debiste solo detenerlos. Este no es el Reino donde puedes matar a tu gusto, eres miembro del escuadron del Rey, tu asesinato se verá como una intromisión y podrías causar un peligro para esta manada.


—¿Ustedes vienen junto al Rey de los hombres lobos? —preguntó Gerard emocionado de conocer a alguien como Alan—, ¿Te refieres a semidemonio porque eres mitad lobo? ¿Eres el híbrido famoso que protege al Rey?


—Yo mismo en persona —replico Alan con sarcasmo para mirar a Jaime otra vez—, podemos llevar al muchacho delante de ese grupo de hipócritas y que diga que le salve la vida de esos chupasangre, así tal vez esos cazadores y ese tonto alfa se darían cuenta que no es bueno tener de vecinos a esos muertos.


—Soy el hijo del jefe de los cazadores —Gerard se acercó ellos—, pero no nos escucharan, mataron a mi hermana hace meses, esos malditos vampiros mataron a mi hermana y yo quería vengarlos —Gerard se arrodillo—, por favor ayúdenme a matarlos, ellos son un peligro para los niños de mi villa, pero mi padre no me escucha, nadie me escucha, se lo suplico, ayúdenme.


—Alan —le advirtió Jaime.


—¡Mataron a su hermanita! —rugió Alan señalando al suplicante Gerard—, me tomaría unos 20 minutos acabar con esas sanguijuelas.


—¡Esto podría provocar algo terrible! —exclamó Jaime.


—Por favor —lloró Gerard arrastrándose a los pies de Jaime—, yo me echaré la culpa por completo, he estado entrenando duro para poder matar a todos los vampiros que pueda, traje bombas y tengo todo planeado. Si el señor semidemonio no deja a ninguno vivo, no habrá testigos, asumiré total responsabilidad. Me echaré la culpa y dejaré que ellos me enjuicien.

THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora