THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUN

CAPÍTULO 57.- segundo fragmento

—Esto es tan hermoso —Timothee caminaba despacio, intentando no perderse cada hermoso detalle del lugar.

Quería memorizar cada flor, cada sensación, cada brillo del sol sobre él. Ese momento que pasaba ahí no se iba a repetir. Deseaba que todo esto permaneciera en su memoria.

—Yo creía que el jardín del Reino era ostentoso, pero esto lo supera —Belial tomaba foto a cada cosa que veía—, ahora entiendo porque les cortaron la cabeza, si yo muriera de hambre y mi Rey viviera así, también estaría muy molesto.

Timothee paro de caminar y miro a Belial consternado.

—Lo que acabas de decir es traición —hablo Timothee enojado—, ni en broma deberíamos hablar de la muerte de nuestro Rey o príncipe heredero.

Belial puso los ojos en blanco.

—Solo era un tonto ejemplo, no te encrespes por nada —replico el demonio—, solo estoy intentando dar contexto, te la has pasado diciendo datos históricos como una maldita enciclopedia, solo quería hacer notar que se algo.

Timothee resoplo frunciendo el ceño y haciendo un puchero. Belial pensó que se veía muy tierno.

—Estamos en el Palacio de Versalles, deja de ser un renegado y disfruta esto —insistió Belial—, creo que es un lugar perfecto para olvidar quien eres por un rato.

Caminaron entre los otros turistas que también disfrutaban el lugar con tanto ánimo, el grupo se había separado porque Liana y Timothee habían querido ver cosas distintas. Angel y Junior siguieron a Liana, pero Belial siguió a Timothee porque no quería dejarlo solo y porque a él ciertamente le importaba poco que ver primero.

—No soy nadie, no tengo una posición como ustedes —dijo Timothee de repente—, ustedes saben qué papel tienen en este mundo, yo... yo por el contrario...

—Aparte de Liana, nosotros tampoco tenemos una posición como nuestros hermanos —lo interrumpió Belial tomando a Timothee del brazo y jalándolo a un lugar apartado donde no pudieran escucharlos—, ¿De que estas hablando?

Timothee levantó la barbilla mirando a Belial a los ojos, ya que este era una cabeza más alto que el joven Dickens.

—Eres un demonio, Angel un semidemonio y Junior es un vampiro con poderes excepcionales —le increpó Timothee—, puede que no tengan una posición oficial, pero es obvio que serán importantes para el Reino, serán sus guardianes como sus hermanos. Herramientas útiles para defender nuestro hogar, en cambio yo no soy nadie. De eso estoy hablando.

—¿Me acabas de llamar herramienta útil? —intentó bromear Belial.

—Estoy hablándote desde mi corazón y tu estas tonteando como siempre —Timothee le lanzo una mirada fría, como solo un Dickens lo sabía hacer—, déjalo, yo soy el real tonto por hablar de esto.

Timothee intentó seguir caminando, pero Belial lo sujetó nuevamente, evitando que diera más pasos y atrayéndolo.