THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUN

CAPÍTULO 55.- segundo fragmento

—Es tan extraño —dijo Belial—, la gente no nos esquiva al vernos, es agradable.

—Dilo por ti —Junior se tapó la nariz—, ¿Los humanos no saben lo que es un baño?

—Todo aquí marea mis sentidos un poco —Angel estaba pálido—, tantos humanos y otros seres combinados. Nunca había estado cerca de tantos humanos, es caótico.

—Yo no siento nada —Timothee frunció el ceño.

—Aún no te has transformado, así que eres como un omega sin tus rasgos lobunos desarrollados —explicó Liana—, yo también puedo sentir todo el desborde de energía que hay aquí, además de la magia antigua, tanto buena como mala.

—Creo que debo sentarme —Angel fue a uno de los escalones más cercanos que encontró donde otros turistas estaban sentados—, una pausa no nos hará mal.

Los demás asintieron y se sentaron junto a él. Estaban en La plaza del Trocadero, ubicado frente a la Torre Eiffel. La plaza está adornada con hermosos jardines y fuentes que agregan encanto y belleza al lugar. Estos espacios verdes ofrecían un lugar tranquilo para pasear y relajarse mientras se disfrutaban de las vistas.

Liana por primera vez se sintió tranquila de que sus amigos y hermano estuvieran con ella, ya llevaban dos días en Francia, el día después de su llegada habían paseado por la manada de Auguste y sus alrededores. El alfa francés sorprendentemente estuvo muy paciente con Angel, Junior y Belial, los cuales después de un rato estuvieron más concentrados en conocer el lugar que prestarles atención.

Algo que Liana agradeció mucho.

Conocieron a muchos miembros importantes de su manada y por la noche hubo otro banquete con muchas más personas. Auguste estuvo todo el tiempo llevándola del brazo orgulloso de presentarla como su mate, haciendo sonrojar más de una vez a Liana en toda la velada.

Muchos la recibieron con verdadero entusiasmo, pero algunos, en especial los mayores. La miraban con mucho recelo a ella y en especial a los príncipes Hoffman. Los cuales se comportaban tal cual eran, príncipes con mayor rango que cualquiera de ahí. Muchos de los asesores de Auguste casi se ahogan cuando escuchó que llamaban al alfa "Pavo real", como si fuera lo más normal del mundo. Liana se rio mucho, ya quería ver la cara de su padre cuando escuchara cómo se habían comportado.

El único que parecía sufrir por todo esto era Timothee, intentando corregirlos y controlarlos como si realmente pudiera. Al final se rindió y decidió simplemente ignorarlos.

Angel hizo figuras de champán en el aire sobre los presentes, bañando entero a Philippe, el mejor amigo de Auguste. Junior hizo malabares con bolas de fuego y Belial causó un pequeño temblor cuando sacó a bailar a Timothee.

Y Auguste estaba tan encantado de verla reír tanto que no se molestó por las quejas de los demás. Fue una de las noches más divertidas para Liana en mucho tiempo.

—No entiendo algo, se supone que el Reino es uno de los lugares más mágicos del mundo —se cuestionó Timothee—, tierra santa según algunos hechiceros, entonces ¿Por qué este lugar les afecta tanto si ustedes viven en un lugar tan mágico?