CAPÍTULO 56.- primer fragmento

2.8K 466 22
                                    


—¿Por qué carajos un cazador haría un juramento de ese calibre? —Estefan se levantó y se alteró al igual que Gerard—, ¡¿Si entiendes que prácticamente le vendiste tu alma a Jaime Dickens?!


Joon miraba exasperado a Estefan y Gerard.


—¿Por qué es tan grave? —Joon recordó algo—, ¿Es como la marca que Gaby le puso a Jessy?


—Si, pero esto es mucho peor —Estefan se acercó a Gerard y le levantó el uniforme nuevamente para revisar bien su marca—, si yo soy impulsivo, mi tío Alan es una bomba de tiempo. Él podría matarte en un arranque de cólera, solo porque si ¿Realmente eres estúpido cierto?


Gerard se zafó de Estefan y no quiso verlos a la cara. El semidemonio miró preocupado a Joon y este comprendió así, lo terrible que era que Gerard tuviera esa marca.


—Somos tus amigos —Joon también se levantó de su asiento, aunque no se movió—, somos realmente tus amigos, personas en quienes puedes confiar. Si quieres, la mantendremos aquí en secreto y la protegeremos junto a la bebé.


—Ellos no te harán daño —Estefan gruñó gravemente—, todo este tiempo pensé que eran tus amigos, malditos bastardos sin corazón...


—Somos amigos —le corrigió Gerard mirándolos nuevamente, aunque parecía avergonzado—, pero han pasado años para que así sea, años para poder conocer a Jaime y a Alan lo suficiente para llamarlos amigos. Años que he estado tan involucrado en su causa, en la misión de cuidar el Reino de los hombres lobos, que a veces no distingo que no soy uno de ustedes. Sin embargo, debo defender a Jaime diciendo que esto no fue un acto de crueldad, yo busqué esto, yo busqué a Jaime y ofrecí mi vida a cambio de algo.


Estefan alzó una ceja y se sentó a medias sobre el escritorio de Joon, el alfa se volvió a sentar, Gerard hizo lo mismo. Solo que esta vez más lejos que ellos.


—Saben que vengo de una villa donde mi hermano es el líder —Gerard parecía derrotado—, que escape después de ascender a un cazador de nivel A4.


—Si, algo nos contó Taylor —Estefan frunció el ceño—, ¿No te fuiste porque no querías ascender a líder como querían los demás, ya que eras superior a tu hermano?


Gerard negó con la cabeza.


—Yo tenía... Yo tenía una hermanita pequeña —Gerard cerró los ojos por un instante, sonriendo con tristeza al recordarla—, ella lo era todo para mí. Era tan fuerte y decidida, tan astuta y traviesa. Los dos éramos un torbellino para atraer problemas, mi pobre hermano mayor y nuestros padres apenas nos retenían. Amábamos nuestra villa y no teníamos paciencia para esperar crecer y convertirnos en grandes cazadores como nuestro padre.


Gerard trago saliva y prosiguió.


—Yo era varios años mayor que ella por lo que me entrenaba junto a mi hermano y en algunos casos con maestros especializados, mi padre quería que seamos los mejores —siguió contando—, así que un día en el que ella volvió de la escuela, yo estaba muy ocupado entrenando lucha cuerpo contra cuerpo. Ella simplemente salió con su pequeño arco al bosque a practicar tiro por ella misma y jugar que mataba gárgolas. Nuestro territorio era extenso. Colindaba con una manada de hombres lobos poderosa, con la cual teníamos una muy buena relación. Mi padre era un muy buen amigo del alfa, no obstante, también éramos vecinos de un grupo errante de vampiros. A nadie le gustaban los vampiros, pero llevábamos la fiesta en paz porque ellos se alimentaban de sangre animal o eso creíamos.

THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora