THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUN

CAPÍTULO 64.- primer fragmento

—¿Estás seguro de esto? —habló Jessy—, no tienes que romper reglas por mi Bael.

Bael se acercó a ella y le besó la cabeza.

—No estoy rompiendo ninguna regla esta vez —dijo acariciando su rostro—, este refugio está ahora en los límites de tu encierro, esa casa tiene fuertes refuerzos mágicos, es hasta invisible para la mayoría. Gunnar podrá llevarte y traerte cuando quiera, aunque al igual de aquí, no puedes repasar los límites. Aunque no creo que llegues a eso, ya que es una amplia casa de campo.

Jessy suspiro sujetando su vientre abultado y grande, ya tenía 8 meses de embarazo y apenas podía caminar.

—Te va a encantar, tiene un jardín hermoso lleno de flores y sembríos. Creo que incluso algunos tu misma los sembraste en el pasado, hay un columpio con tu nombre y además están las habitaciones de tu niñez —Bael sonrió entusiasmado—, he querido llevarte hace tiempo, pero teníamos que hacer mucho trámite y después sucedió lo de tu encierro.

—A tu familia no le habrá gustado —dijo ella temerosa.

—No solo nosotros lo utilizáremos, en caso de un ataque al Reino, Liana deberá ir contigo en caso también ella necesite evacuar. Auguste, Bastian y Kerim también pueden ingresar. Kerim está de visita en Francia y están solo a pocas horas de vuelo de Grecia a Francia. Así que cada vez que Kerim quiera verte. No tendrá la necesidad de venir hasta aquí, solo tiene que ir a tu casa y tú puedes aparecer junto a Gunnar —Bael le beso entre los ojos—, por el momento tengo que ir junto a ti, ya que aún no estamos fuera de peligro, pero con el tiempo y cuando todo lo malo pase, podrás ir sola junto a Gunnar.

Ella asintió contentándose un poco más.

—¿Dices que la casa era de mi padre?

—Es tu casa ahora —Bael entristeció su semblante—, tu padre esta enterrado ahí. Se que no recuerdas, pero el era muy importante para ti.

—Si, lo sé —contestó ella con una sonrisa triste—, por los diarios que leí, lo amaba muchísimo. Gracias Bael, me gustaría mucho visitar su tumba y la casa de mi niñez.

—¿Ya vamos a ir? —Dantalian entró a la habitación con el abrigo que le habían mandado a ponerse—, tenemos que volver para la noche. Saben que hoy es mi pijamada.

Bael puso los ojos en blanco. Dantalian había sido propiamente presentado a sus primos. Se llevó muy bien con Diana y Juliette, que eran bastantes amigables, pero aún le faltaba romper el hielo con los mellizos Ted y Thomas. Bruno estaba decidido que, si Dantalian se juntaba mucho con Haniel, este no debía ser de confianza.

Dantalian se puso del lado de Haniel con bastante favoritismo, los dos niños cada vez acentuaban más su amistad y ahora que iban juntos a la escuela, eran imparables. Habían creado un ambiente de terror que a los profesores les hacía recordar cuando Gabriela, Estefan y Bael estaban cursando la primaria.

—Vamos a llegar para la noche, cariño —dijo Jessy peinando con sus manos el cabello de Dantalian—, si nos demoramos, te prometo que el tío Gunnar irá por ti. Él se quedará aquí para preparar todo para tu pijamada.