—¿Ustedes aprobaron esto? —preguntó Robert mirando al escuadrón mayor.
—Nos enteramos después de que sucediera —explicó Jaime con frialdad, aun molesto por aquel suceso—, no lo aprobamos, si lo preguntas.
—Bueno, no es que persiguieran hombres inocentes —hablo Auguste en defensa de Joon—, estamos hablando de todo un maldito clan que apoyó a Elizabeth.
—Les dimos una opción ¿saben? —hablo Gabriela a la defensiva—, no es que llegamos a matarlos inmediatamente. Les dimos la opción de entregarse para enfrentar un juicio. Simplemente la mayoría nos atacó y no nos dieron otra salida, los que sólo corrieron fueron atrapados y enjuiciados después.
Joon se veía pálido. Parecía cansado después de contar toda su historia desde un comienzo. La vergüenza era lo que más lo atormentaba en ese momento. Siempre se había jactado de que las redes de Elizabeth nunca tocaron su manada, pero resultó que no solo llegó ahí. Una de las familias más poderosas de su manada fueron las que otorgaron el control de los vampiros a Elizabeth, una de sus mayores armas contra el Reino.
—No fue tu culpa ¿Lo sabes no? —escucho la voz de Natsuki.
Joon se estremeció.
—Joon mírame —insistió Natsuki—, tú no eres tu madre, como yo no soy mi tía. Nosotros no tenemos la culpa de lo que nuestra familia hizo en el pasado. No te voy a mentir al decir que no me importa lo que hicieron, estoy furioso, pero tú no eres el culpable de nada. Tu eres solo una víctima más de todo este cáncer que nunca parece tener fin.
Entonces Joon levantó la mirada, Estefan a su lado apretaba su mano para reconfortarlo. Cuando encontró su mirada con la de Natsuki, este le sonrió con cariño, aunque sus ojos reflejaban dolor.
Fue como quitarle el peso de encima que había cargado desde que supo que su progenitora fue la amiga de esa mujer y la ayudó a escapar de Japón.
—Lo siento, sé que no estuvo bien proceder como lo hice, pero ciertamente no me arrepiento —hablo Joon—, debía terminar con todo el poder que tenían y con el terror que infundieron por décadas.
—Muerto el perro, muerta la rabia... o algo así me dijo un humano —hablo Murat con un gran suspiro—. Creo que fue una buena manera de terminar con ese nivel de corrupción.
—Si hubiéramos hecho eso desde un principio con los involucrados con Elizabeth, esta no hubiera llegado tan lejos —dijo Jonny chasqueando con la boca—, no deberíamos darle más vuelta a esto, ya está, ya pasó. Creo que todos estamos de acuerdo que la mayoría hubiera hecho lo mismo con tal amenaza dentro de sus propias manadas.
—No estoy a favor de usar tal tipo de violencia, a veces todavía me cuesta entender a qué niveles de matanza se llega aquí para defendernos —intervino Isaac un poco alterado—, pero entiendo que esto se debe porque en mi manada las razas vivimos en paz hace siglos a diferencias del resto del mundo. Mi manada convive con humanos, vampiros y hechiceros desde tiempos inmemorables y reconozco que hubo demasiados conflictos para llegar a eso. Crecí en un lugar donde no es común la discriminación de las razas por lo que no tengo una vista igual a la de ustedes. Sin embargo, conozco a Joon desde niño y sé que, si tomo esta decisión, es porque no le quedaba otra opción. Tanto yo como la cabeza de las manadas del Reino Unido, respaldo totalmente sus acciones, esperando que, en un futuro, al menos nos comunique y pida ayuda si se encuentra en una situación similar
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THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUN
WerewolfEste libro es la quinta y ultima parte de la saga de Alfa King.