CAPÍTULO 58.- tercer fragmento

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Tres figuras aparecieron y entraron sin siquiera preguntar, Gunnar no se molestó en moverse de su asiento en la cocina donde leía mientras Jessy horneaba algo como siempre.


—Señor Alan —Jessy saludo de inmediato limpiándose las manos en su delantal de corazones—, señor Jaime, es un gusto tenerlos aquí. ¿Vienen a visitar a Dantalian?


Gunnar miró con interés al tercer miembro de ellos, lo había visto una que otra vez, pero no sabía su nombre. Era obvio que era un cazador, era humano y tenía un par de armas de plata sobre él. Además del uniforme claramente.


Su cara era algo que le hacía pensar que se le hacía familiar, como si ya lo hubiera visto antes de estar en el Reino.


—¿Está aquí Haniel? —preguntó Alan con cara de pocos amigos.


—Si, están jugando en su habitación —asintió Jessy—, acaban de entrar porque estuvieron jugando en el patio trasero.


Jaime alzó una ceja y miró acusadoramente a Alan.


—¡Hay muchas personas rubias y pequeñas en el Reino! —exclamó Alan harto de las acusaciones de Jaime para su pequeño hijo.


—Si, todos los niños rubios en el reino quieren lanzar palomas con petardos y bengalas al cuarto de mis hijos —replicó Jaime—, no te hagas el ciego.


—No puedes calumniar sin pruebas —dijo Alan.


Gerard quiso decir algo, era muy obvio que si había sido el hijo de Alan, pero como este fue quien lo defendió contra Jaime, no pensaba ayudar al último en sus acusaciones.


—¿Dan y Haniel hicieron algo? —Jessy se estremeció—, oh por la diosa, ya decía yo que había pasado mucho tiempo sin que mi Dan haga una travesura.


—No sabemos si fueron ellos —intentó defender Alan a sus pequeños—, aquí este hombre de mala fe queriendo embarrar al apellido Hoffman.


Jaime se volteó furioso hacia la habitación de Dantalian para encarar al pequeño ser demoniaco que Alan tenía de hijo.


—¡Oye no los asustes! —lo persiguió Alan—, son solo niños.


—Niños que explotaron mi casa y casi matan a mis hijos —Jaime se paró en medio de la escalera para mirar a Alan a la cara—, se que esto puede parecerte gracioso y solo quieres protegerlos, ¿pero si esto hubiera salido mal? ¿Si Thomas y Ted hubieran quedado atrapados en su habitación?, su travesura pudo haber acabado en algo muy malo Alan.


Alan suspiró dándole la razón con algo de resistencia. También le provocaba un estremecimiento pensar que Ted y Thomas pudieron haber salido heridos.


—Entonces vamos juntos y hablemos con ellos —se rindió Alan—, pero con cuidado, sabes cómo es Haniel. Además pudo haber sido un accidente.

THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora