CAPÍTULO 54.- primer fragmento

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—¿A ti te comieron la lengua los ratones? —Concetta miro a Bael estoico, que estaba recostado en la pared.


—Déjalo, está pasando por la faceta "Quiero parecer tan profundo como mi tío Jaime, así que no mostrare ningún signo de que tengo sentimientos" —dijo Alan.


—¡Solo estoy pensando! —exclamó Bael gruñéndoles.


—Tu, versión barata de Alan, has estado conmigo en las expediciones —Concetta miro a Bael con el ceño fruncido—, ¿No tienes ningún indicio de que carajos fue lo que vimos?


—Se supone que tú eres tan lista como Jaime —Alan miró a Concetta—, ¿A ti misma no se te ocurre nada?


—¿Tengo cara de ser demoniaco? —Concetta levantó las manos al aire—, ¡Son ustedes los todopoderosos!, ustedes deberían preguntarles a esas criaturas que los usan como marionetas, que carajos eran esas cosas.


Jaime solo suspiro, una de las razones por la cual siempre alejaba a Alan y Concetta, era que no podían estar juntos sin insultarse o intentar dañar físicamente al otro.


—¡La vejez te hace cada vez más incapaz!


—¡Tenemos la misma edad demonio de cuarta!


—¡Los corazones!


Bael hizo callar la discusión, mirando a Jaime con sorpresa.


—Desde hace algunos años varias razas de seres sobrenaturales, especialmente entre hombres lobos y vampiros fueron atacados —Bael miró a Concetta—, les sacaban los...


—Corazones —ella terminó la frase—, les sacaban el corazón y dejaban los cuerpos en muy mal estado. Estuvimos buscándolos por años, pero desde hace como 6 meses que pararon.


—El tiempo desde que Bael estuvo más cerca de atrapar a los demonios —Jaime asintió haciendo un mapa mental en su cabeza.


Alan miró exasperado a los tres pensadores presentes.


—Me están diciendo que algún hijo de puta seguramente un maldito hechicero de magia negra, robo corazones para crear esas asquerosas criaturas —Alan bufo enojado—, ¿Por qué siempre crean cosas horrorosas? ¿No tienen otros pasatiempos?


—Tendremos que registrar toda el área y tomar muestras —habló Jaime—, si tenemos suerte, puede que sea un experimento aislado.


—Si estamos en lo cierto, tienen muchos corazones para crear más monstruosidades a gran escala —Concetta arrugó el gesto—, y nosotros no tenemos un arsenal de armas para matar criaturas demoníacas.


—Primero investiguemos bien —dijo Jaime—, iré a contarle a Oliver del tema en privado. No alcemos falsas alarmas antes de tener una explicación certera de que eran esas cosas.

THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora