THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUN

CAPÍTULO 50.- segundo fragmento

—¿Estudiando para mantenerte al día?

Leia se sobresaltó en su asiento al sorprenderse de escuchar a alguien. Estaba tan concentrada en los libros de las materias que iba a cursar y que por el embarazo se puso en pausa. Levantó la vista y se encontró con la mirada de su querido amigo Clark.

—¡Clark!

Leia se levantó un poco de su asiento y Clark fue a su encuentro para un cálido abrazo.

—¿Cuándo llegaste?

—Hoy, Liam me acaba de ayudar a instalarme aquí en el palacio porque tuve algunos problemas con mi departamento —explicó Clark.

—Entonces podremos estar juntos algunos días —se alegró Leia—, cuéntame, ¿Cómo está tu familia?, pensé que te quedarías más tiempo en las tierras libres con tu familia.

—Yo también quería hacerlo, pero mis pendientes aquí en él Reino ya eran urgentes.

Clark empezó a explicarle sobre sus proyectos paralizados que dejó en la universidad. Después empezó a contarle bastante rato como estaba su familia, lo emocionado que estaba Bruce con su nuevo hijo. Sobre como todo en la manada estaba mejorando, los cambios que se estaban haciendo, si bien era lento, los cambios eran muy visibles y marcados. Los integrantes más ancianos no parecían estar muy contentos, pero jóvenes y niños estaban fascinados con él internet y toda la tecnología que empezaba a llegar.

La vida en la manada estaba mejorando y una vez que estuvieran estables, empezarían a exteriorizar todo para las pequeñas manadas aliadas.

—Todos tienen aún muy presentes a los príncipes ¿sabes? —sonrió Clark—, son como leyendas vivientes, muchas pequeñas manadas se han estado incorporando a la nuestra porque soy muy chicas para sobrevivir al duro invierno. Algunos creen que son una especie de mito.

Leia soltó una pequeña risa.

—Ya sabes que son simples pero muy buenos.

—Aja... —Clark arrastró su silla más cerca a Leia—, ¿Cómo has estado?, Liam no quiso ahondar en el tema, pero dijo que tuvieron algunas complicaciones no hace mucho.

Leia asintió algo desanimada de tocar ese tema.

—¿Ya sabes de la mate del príncipe Bael que encontraron en mi manada no? —preguntó él tocando aguas.

—Es cierto —Leia inclino un poco la cabeza—, ¿Tú la encontraste primero no?, cuéntame todo como fue, lo único que sé es tu participación, no recibí muchos detalles.

Clark contó todo desde un principio, desde su llegada a la manada, lo mal que la pasó al reconocer la cara del príncipe Bael en el rostro infantil de su hijo. Cuando empezó a unir puntos y darse cuenta a quienes tenían su hermano y esposa como huéspedes en su casa. Todas las dudas que tuvo al respecto y el miedo a estar condenando a su manada a la ira de un semidemonio. La llegada del escuadrón del príncipe y el valor que tuvo que tomar para contarle a Bael a quienes creía haber encontrado.