Mikaela sintió los suaves labios de su hermana besar su mejilla peligrosamente cerca de sus labios.
Mikaela trató de alejarse, incómodo con la extraña situación, pero por delgada y delicada que se viera su hermana, era bastante fuerte.
Ella enterró su rostro su pecho mientras envolvía sus brazos alrededor suyo.
"...Grande soeur." Su voz apenas era un susurró nervioso.
Andrea no respondio, solo levantó la cabeza y se sentó encima de Mikaela, ella puso sus manos en el pecho de Mikaela mientras lo veía desde arriba.
En ese momento, Mikaela no pudo evitar notar lo hermosa que era Andrea.
"¿Tambien crees que para que una relación funcione se debe tener sexo de forma prematura?"
Era una pregunta extraña, una que para Mikaela, quien nunca ha tenido novia, era difícil de responder.
"¿Que? ...¿No?"
Por lo tanto respondió con lo primero que se vino a la mente.
Mikaela sintió como su hermana sostenia su mirada antes de que ella se inclinara para reclamar sus labios.
La lengua de su hermana se deslizó dentro de su boca mientras ella lo sostenía debajo de ella.
Vaya primer beso, realmente turbio.
Mikaela frunció ligeramente el ceño, medio por el repentino beso y por el sabor a vino que tenía la boca de su hermana.
Los labios y lenguas de los hermanos se tocaron por un rato más antes de que Andrea se separara para tomar aire.
Andrea respiró pesadamente mientras veía el rostro levemente sonrojado de Mikaela.
"Realmente eres lindo Mika... si eres tu, no me importaria darte mi virginidad."
Los ojos de Mikaela se abrieron ligeramente antes de que él negará con la cabeza y tratará de hacer entrar en razón a su hermana.
"Estas ebria... y me estas empezando a asustar."
"¿Oh? Pero tu parte de abajo piensa distinto", dijo con una sonrisa.
Al tener el suave cuerpo femenino de su hermana sobre él, Mikaela se había puesto duro. Sabía que no debía, que esto era impuro y pecaminoso, pero el cuerpo no escuchó.
"Es una reacción natural", protestó Mikaela, tratando de mantener la calma.
"Seguro... porqué ponerte duro luego de besar a tu hermana es la reacción más natural", dijo Andrea mientras se levantaba de Mikaela.
"Fuiste tú quien me besó..."
Ella se paró en la cama y bajo el cierre de su falda para quitársela.
Mikaela vio como la falda de su hermana caía y revelaba sus hermosas y largas piernas.
Era demasiado.
Ella también quito su blusa y se quedo solamente en ropa interior.
Aprovechando la sorpresa de su hermano, ella se inclino para quitarle el pantalón de tela suave.
"¡Hey!" Gritó sorprendido.
Trató de levantarse, pero Andrea lo empujó sobre la cama y se volvió a sentar sobre el.
Ella sonrió y se froto contra la dureza de Mikaela.
Mikaela se cubrió la boca con la mano mientras sentía la humedad de su hermana frotarse contra él.
Demasiado...
"Ahh~ Entiendo porque ese bruto estaba tan desesperado, incluso cuando solo lo estamos frotando y tenemos la ropa interior puesta... se siente tan bien." Su voz estaba teñida de deseo apenas reprimido. "Dime, Mika... ¿quieres ir mas lejos?"
¿Ir mas lejos?
¿Realmente estaba diciendo esto?
Mikaela vio a su hermana, tan hermosa, tan llena de dolor y deseo, tan vulnerable...
"...No estoy seguro."
En el momento en el que dijo esto y no se negó con firmeza, comenzó a caer en un abismo sin fondo.
***
Mikaela se despertó en medio de la noche, miró a su alrededor con extrañeza.
Aun estaba en su cama, pero algo era diferente...
La luz que había dejado encendida antes ahora estaba apagada.
La manta que estaba a un lado de su cama de forma descuidada, ahora estaba arropando su cuerpo.
Bajó la mirada y vio que su ropa había sido cambiado del uniforme a una ropa más cómoda.
Déjà vu
Fue similar a las ocasiones durante su niñez, cuándo solía dormirse en el sofá y terminaba despertándose en su cama.
"Ay no..."
Mikaela estaba feliz del cariñoso cuidado de sus padres, pero sintió algo de miedo al considerar que incluso si lo cambiaron de ropa, muy probablemente vieron los rasguños en su espalda.
Mikaela no quería hablar de eso con sus padres, precisamente por eso había buscado la ayuda de Amelia.
Bueno, si ya lo vieron no hay nada que se pueda hacer.
Solo sentarse y escuchar el regaño.
Mikaela se frotó los ojos.
Tenía la boca seca.
Salió de su habitación y bajó a la cocina, como se le había hecho costumbre últimamente, se bebió casi toda la jarra de agua.
Ya estaba algo despierto, así que aprovecho para tomar un baño.
Mientras el agua caía sobre él, su mente divagó hacia su sueño.
Su ánimo volvió a decaer.
Si esa noche hubiera sido más firme y no hubiera respondido con la estupidez que dijo, nada de esto hubiera pasado.
No tendría que estar evitando a su hermana, ni odiandose a sí mismo.
Mientras el agua caía sobre él, limpió su cuerpo, pero no su conciencia.
Andrea había estado ebria y dolida, él debió ser firme y no ceder.
Mikaela sintió que algo subía por su garganta, pero se obligó a mantenerlo ahí.
No debió hacerlo eso a su hermana.
"Fue mi culpa."
***
Mikaela se despertó sintiéndose igual de cansado que como se durmió.
Abrazó una de sus almohadas y consideró en sí bajar.
Aunque ayer no comió nada luego del desayuno, no tenía hambre, en su lugar solo había sueño.
Mucho sueño.
Volvió a cerrar los ojos, pero no pudo volver a dormirse.
Toc toc.
Mikaela abrió un ojo y vio la puerta de su habitación abrirse y a su padre asomar la cabeza.
Su padre caminó hasta la cama y quitó la manta que cubría a Mikaela.
"Baja a comer."
De mala gana, Mikaela salió de la cama y siguió a su padre.
Al bajar notó a su hermana que ya estaba sentada en la mesa luciendo aparentemente normal.
Su piel había recuperado su color y su cabello había sido correctamente cepillado, solo quedaban las ojeras debajo de sus ojos.
Mikaela se sentó junto a su madre y comenzaron a desayunar.
Mikaela esperaba que comentaran los rasguños en su espalda, pero ninguno lo hizo.
Luego de desayunar, Mikaela se lavó los dientes y regresó a su cama.
No tenía ganas de nada.
Y así, sintiéndose más muerto que vivo, el fin de semana pasó rápidamente.
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Tabú
RomanceLa noche cae y una mujer despechada y ebria encuentra consuelo físico y emocional en su hermano menor.