"¿Entonces?"
Andrea miró a Mikaela, quien estaba sentado con las piernas cruzadas sobre el sofá y mirando televisión.
"¿Entonces qué?"
Mikaela, por supuesto no tenía idea de que hablaba y sólo podía mirarla con confusión en su rostro.
Pero de repente, se puso rígido y sudo frío.
"¿Ya... ya recuerda?"
Miles de pensamientos cruzaron por su mente, pero todos eran desordenados y caóticos.
En su miedo y confusión, Mikaela fue incapaz de hilar algún pensamiento coherente.
"Tu teléfono", dijo Andrea.
"...¿Ah?"
Andrea suspiró y se pellizcó el entrecejo.
"Amelia y yo intentamos llamarte, pero no contestaste."
Mikaela la miró en silencio antes suspirar para sus adentros.
Él buscó en su bolsillo y sacó su teléfono.
"...Olvidé encenderlo", dijo mientras presionaba el botón de encendido y aparecía el logotipo de la marca en la pantalla oscura.
De hecho, se le hizo raro no recibir ningún mensaje en todo el día.
No es como si tuviera muchos contactos, pero Amelia solía enviarle varios mensajes al día.
"Que tonto eres", dijo Andrea con un suspiro.
Mikaela la ignoró hasta que su teléfono terminó de encender.
Al conectarse al internet de la casa, el teléfono comenzó a sonar y a vibrar mientras llegaba una notificación tras otra.
Los mensajes de Amelia, la llamada perdida de Andrea y... mensajes de un número desconocido.
Mikaela no reconoció el número, pero solo había una persona a la que él le dio su número.
Diana.
La mujer había querido volver a encontrarse con Mikaela y comenzó a hablar de cosas que él no entendía y no podía escuchar bien debido al cansancio.
Mikaela había quedado completamente seco y sediento después de ser exprimido durante horas, llegando a casa a arrasar con toda el agua de la nevera.
Mientras Mikaela estaba perdido en sus recuerdos, Andrea se puso detrás de él e intentó mirar su teléfono, a lo que Mikaela reaccionó por instinto, ocultando su teléfono.
"...¿Qué?"
Andrea lo miró sorprendida antes de fruncir las cejas.
"¿Que ocultas, Mikaela?"
¿Mikaela?
¿No Mika?
¿Qué se le metió a Andrea?
"No oculto nada", dijo Mikaela luego de recomponerse.
"¿Entonces por que no me dejas ver?" Andrea lo cuestionó.
"¿Te volviste mamá?"
Aunque su madre nunca había intentado ver los teléfonos de Andrea y Mikaela.
"¿Qué tipo de conversaciones tienes con Amelia y por que no me dijiste que intercambiaban mensajes?"
"¿Por qué debería?"
Ante todo esto, Mikaela se sintió muy confundido.
"¿Qué te importa eso?", preguntó Mikaela mientras tomaba el control remoto y apagaba el televisor que seguía sonando en el fondo de la conversación.
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Tabú
RomansaLa noche cae y una mujer despechada y ebria encuentra consuelo físico y emocional en su hermano menor.