Capitulo 7

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No podía dejar de mirar los videos que le habían llegado por Instagram cuando cantó Yamaguchi con Juanjo, se pasaba las noches viéndolos una y otra vez. Se veía una complicidad tan grande entre ellos, que parecía que lo habían ensayado antes mil veces. Si la gente de verdad supiera que todo aquello había sido totalmente improvisado en el momento...

Martin llevo sus dedos hacía los labios, podía notar aún la sensación de sus labios besando los de Juanjo, y aquello estaba realmente seguro de que no había sido un sueño, había sido muy real. Llevaba ya unas semanas comiéndose la cabeza con el chico, y va y le besa...

Aunque no estaba feliz, no podía estarlo, Juanjo había terminado huyendo. Se había disculpado, como si aquello no debiera haber ocurrido nunca. Y no entendía porque, si ambos querían que ocurriese.

- Martin, my boy- dijo Chiara chasqueando los dedos frente a sus ojos- que te toca.

- Perdón- dijo Martin moviéndose en su sitio y echando una carta sobre el tapete.

Ruslana, Martin y Chiara habían quedado para pasar la tarde en el Retiro, estaban comiendo una papas mientras jugaban una partida de cartas. Pero Martin no paraba de divagar en sus pensamientos, ya llevaba así desde el fin de semana pasado, desde la última vez que vio al maño.

- Llevas una semanita muy rarito- dijo Ruslana soltando cartas- ¡Ja! ¡He ganado!

- ¿No estarás haciendo trampas? - dijo Martin intentado desviar la conversación.

- Sabes que puedes contarnos lo que sea, ¿no?- dijo Chiara soltando sus cartas y tumbándose boca abajo apoyado en los codos.

No estaba muy seguro el vasco de que debiera contar lo que había pasado a nadie, pero si no lo decía iba a terminar haciéndose bola y explotando. Solo se le ocurrió una manera, levantó el meñique y lo llevó hacia sus amigos.

- Sacad el meñique, las dos

- ¿Será una broma?- dijo Ruslana riendo, aquello le recordaba a su infancia.

- Si...no es buena idea- dijo Martin comenzando a ponerse en pie para irse de allí.

- Eh,Eh, EH!- dijo Chiara cogiéndolo de la sudadera y tirando de él, haciendo que volviera a sentarse y agarrando su meñique al del vasco- venga Ruslana.

La muchacha puso los ojos en blanco y enganchó el dedo al de sus amigos.

- Juradme que no se lo vais a contar a nadie, esto es un secreto a tres- dijo Martin

- ¿A nadie?¿Ni a Bea, Álvaro...

- No Ruslana, a NADIE- recalco Martin

- Lo juramos, secreto Marruski- dijo Kiki sonriendo y mirando autoritaria a Ruslana

- Marruski...me gusta- dijo Martin

- No divagues más y desembucha- dijo Ruslana inquieta, siempre le había encantado saber cotilleos, lo único malo es que aquel cotilleo iba a tener que guardárselo.

- Bueno pues...el otro día cuando Juanjo me acompaño al baño...me besó.

- ¿¡COMO?!- dijeron las dos a la vez abriendo mucho la boca.

Martin hacia gestos para que bajaran la voz, habían gritado tanto que varias personas se les habían quedado mirando intentando averiguar que es lo que estaba pasando allí.

- Si, bueno, me besó, y evidentemente que le correspondí- dijo Martin notando que se estaba sonrojando- hace semanas que no sale de mis pensamientos.

El hilo rojo ,  JuantinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora