El hilo rojo , Juantin

Capitulo 25

Pasar fin de año en Madrid siempre había sido de lo más divertido, pero no era el caso aquel año para Juanjo, se había hecho a la idea de que aquel fin de año iba a ser diferente a los demás, que Martin estaría a su lado cuando dieran las 12 campanadas, y que podría recibir el año en sus brazos.

Nada más lejos de la realidad, el chico había decidido quedarse en Getxo para pasar ese día con su familia, ya que las navidades había sido un poco convulsas por el accidente de tráfico y los días posteriores que pasó en el hospital en observación.

El médico le había recetado que hiciera vida normal, que se activase, que volviera a su rutina, que se relacionase con su entorno cercano, que bailara e hiciese deporte, y llevara una dieta sana y saludable. Todo ello podía ayudar a que fueran volviendo los recuerdos perdidos. Era algo que angustiaba verdaderamente a Martin, no poder recordar lo que había sucedido aquellas ultimas semanas.

- Número 150, Martin Urrutia.

Una mujer alta y morena de pelo ondulado leía sus datos en una carpeta, se puso rápidamente en pie y se dirigió hacía ella. Se había pegado toda la tarde de ayer frente a su armaría mirando que outfit usar para el casting, finalmente se había decidido por unos pantalones anchos negros de chándal, adornados con una raya lateral blanca. Y una camiseta blanca de manca corta también ancha con un dibujo en el pecho. Por último, se había colocado una gorra para atrás en la cabeza, ya que quería evitar que vieran la herida aun visible de la cabeza, con los puntos.

Hicieron varias pruebas de coreografía, en las que les enseñaban varios pasos que debían seguir al compas de la música. También le hicieron cantar varias canciones diferentes del espectáculo, con ayuda de algún otro actor, y por último tuvieron que hacer dos improvisaciones.

- Bueno, cuéntame- dijo Ruslana cuando Martin salió del teatro y le dio un abrazo- ¿Tengo un amigo actor?

- No lo se- dijo Martin poniendo cara como de "¿Que me estas contando?" con una ceja alzada- no dicen en el mismo día la selección que realizan, seguramente tarden semanas en decirlo.

- Me ha llamado Bea para decirme que iban a pedir pizzas y eso, para que fuéramos a su casa- dijo Ruslana- ¿Qué me dices?

- Nunca digo que no a una Pizza- dijo Martin sonriendo.

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El año se debe comenzar con buen pie, es lo que le había dicho Álvaro a Juanjo para convencerlo de ir al estudio que se había montado Paul en su piso, y así poder pasarse el día trabajando en las bases para la canción que quería sacar. Habían conseguido que el maño les comenzara a enseñar su cuaderno de anotaciones, y habían estado jugando con ellas mientras añadían un sonido, o modificaban algún ritmo.

- Bueno Nene, te he dejado en paz unos días- dijo Álvaro dejando dos botellines de cerveza en la mesa y sentándose frente a su amigo- la noche de fin de año te negaste a contarme nada, y ayer tras dormir la mona tampoco, pero creo que dejar que vomitaras en mi baño y durmieras en nuestro sofá me da derecho a pedir explicaciones.

Juanjo suspiro profundamente, le dio un buche a la cerveza y se pasó la mano por el pelo. Desde que había vuelto a Madrid, se había negado a hablar con ninguno de sus amigos, y mira que ellos habían sido insistentes...pero necesitaba digerir todo lo que había pasado en en el transcurso de tan pocos días. Las emociones las tenía a flor de piel, cuando por fin consigue aceptarse y abrirse... la vida le da una ostia de 360 grados.

- ¿No se acuerda de nada, Nada?- dijo Álvaro aun sin creérselo

- Nada de nada- dijo Juanjo poniendo los ojos en blanco- y es que...la otra noche después del bolo acabé yendo a su casa...y bueno... pues nos dejamos llevar, por completo.