(+18)
No recordaban cuando se quedaron dormidos, pero seguro que muy tarde, habían dormido muy pocas horas, pero tenían un subidón sentimental que había hecho que se despertaran bastante temprano, llevaban ya un rato en la cama enganchados el uno al otro como lapas dándose besos tiernos cortos y calmados, como si no se creyeran que estaban allí el uno para el otro.
- Deberíamos darnos una ducha- dice Martin separándose un poco de Juanjo para contemplarlo.
Tenía los labios hinchados, y unas prominentes ojeras, y aun así para él estaba guapísimo, no podía dejar de mirarle, le comía con los ojos. Y después de haber recuperado el recuerdo de la noche del 22 al 23 de diciembre... necesitaba volver a sentirlo bien cerca, piel con piel.
- ¿Una ducha?- dijo Juanjo levantando una ceja mientras veía como Martin iba hacia al baño quitándose la sudadera y la camiseta y tirándola al suelo de la habitación, mientras le miraba de reojo antes de meterse en el baño- Joder Martin.
Se levantó rápidamente de la cama quitándose y lanzando al suelo también su sudadera y camiseta. Mientras entraba al baño se iba quitándose los pantalones y dejándolos caer al suelo mientras observaba el cuerpo completamente desnudo de Martin bajo el agua de la ducha esperándole.
Juanjo movió su cabeza de un lado a otro sonriendo, sin apartar la mirada del cuerpo del muchacho por el cual resbalaba el agua. Se quitó los calzoncillos y entro en la ducha, en lo primero que se fijó fue en los moratones que aun cubrían su cuerpo, pasó su mano sobre ellos con delicadeza, y tuvo cuidado de no apretar en aquella zona en ningún momento.
- Ya casi no me duelen, tranquilo- dijo Martin cogiéndole del mentón y acercando sus labios, lo deseaba tanto que no podía aguantar más.
Era unos centímetros más bajo, aunque Martin apenas era consciente de su inclinación al besarlo. Sintió el roce de su lengua buscando hacerse un hueco entre sus labios, y le permitió el paso.
Cuando la mano de Juanjo le acarició el vientre, contuvo la respiración. Sabía lo que se avecinaba, pero la excitación que sentía empezaba a tomar el control. La mano se cerró sobre su erección y empezó a masturbarlo con suavidad, lentamente, sin dejar de besarse.
Martin lo pegó contra la pared y le apartó la mano. Se acercó hasta que no hubo ni un centímetro de su cuerpo que no estuviese en contacto con su piel. Sentía la respiración marcada, la erección incipiente.
Le sujetó la mandíbula para besarlo con fuerza. Las manos de Juanjo le agarraban la espalda con ansia, dejándose llevar por el beso. De forma involuntaria, Martin bajó la mano hasta el muslo del maño y lo levantó hasta que su pierna derecha le rodeó las caderas. Pero lejos de molestarse, Juanjo lo atrajo aún más hacia sí.
Le giró la cara para poder besar y morderle el cuello, con suavidad pero con firmeza. Siguió por su clavícula, por su pecho, por su abdomen. Martin notaba la erección del chico rozando su cuerpo, más grande que la suya. La agarró por la base y lo miró a los ojos mientras se la introducía en la boca.
El sabor fuerte se diluía en el agua de las duchas, que no dejaba de correr. Lo escuchó gemir y aquello le excitó aún más. Aumentó el ritmo e intentó introducir lo máximo posible aquel placer de dioses en su boca. Juanjo gemía mas fuerte, y no tardó demasiado en agarrarle del pelo y jalar con cuidado de él para sacársela de la boca y hacer que se pusiera de pie de nuevo.
- Si sigues así...no voy a durar- dijo Juanjo cambiando de posición.
Hizo que la espalda de Martin fuera ahora la que se apoyaba en la pared. Llevó sus labios hacía su cuello, succionando sin miramientos, Martin sabía que aquello iba a terminar dejándole una marca, pero en ese momento le daba completamente igual, solo quería que no parase. Las manos de Juanjo fueron hacía los pezones dándoles un pequeño pellizco que hizo que el vasco gimiera de placer.
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El hilo rojo , Juantin
Fanfiction¿Qué habría sido de Juanjo y Martin si no hubieran entrado en Operación Triunfo? ¿Se habrían encontrado? ¿Se habrían enamorado? Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias...