Capitulo 29

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Martin salió de la sala de baile de ensayos tras Juanjo y se cercioró de que la cerradura de la verja estuviera bien cerrada. Empujó las llaves por la trampilla buzonera de llaves y comprobó que no se hubieran atascado allí y estuvieran a buen recaudo antes de darse la vuelta sonriéndole al maño.

- Listo, ¿Te apetece cenar algo?- dijo Martin.

- Si, podríamos ir al Burger, está cerca y seguro que nos dan de comer a estas horas - dijo Juanjo

No sabía como iba a agradecer a Luis que les estuviera dejando usar la sala sin cobrarles nada por ello. Después de los ensayos de Martin, les había dejado quedarse un rato más para ensayar un poco la canción que cantarían ambos en el bolo del viernes. Martin le había estado mostrando algunos pasos simples que se le habían venido a la mente que podrían usar mientras cantaban, algo que al principio a Juanjo le daba bastante reparo.

- Oye, ¿no doy pena bailando no?- dice Juanjo mirando de reojo a Martin- me da muchísima vergüenza hacer el ridículo y que luego se difunda por redes el video, y me haga un meme andante.

- Ya te he dicho que no se te da nada mal, en serio- dijo Martin- si creyera que no lo haces bien no dejaría que lo hicieras, además son cuatro pasos tontos super fáciles, ya lo has visto.

La última vez que había idealizado la cita que tendría a solas con Martin no era para nada como aquello, había pensado en invitarlo a solas al cine, solo ellos dos, y luego ir a cenar juntos... pero la cena de hoy era una cena de colegas, aunque él no lo sintiera así. Estaba atacado de los nervios, no sabía ni siquiera que hablar con él.

- ¿Estás bien?- le dijo Martin

- ¿Qué?, Si, si, ¿por qué?- dijo Juanjo. Intento hacerse el loco saliendo de sus pensamientos, el sexto sentido que tenía el vasco con él no había desaparecido.

- No me hago a la idea aun que estés tan callado- dijo Martin entrecerrando los ojos- muy enigmático, demasiado pensativo.

- Solo estoy nervioso por el bolo- dijo Juanjo poniendo la excusa más creíble que tenía a mano- quiero que todo salga bien.

- Por cierto, ¿Viste que compartí la historia que subiste de mi participación? - dijo Martin mientras entraban al local.

- ¡Si! Mil gracias, de verdad, se lo que te cuesta el tema de las redes sociales- dijo Juanjo haciendo una mueca.

En realidad, justo antes del accidente ya estaba mucho más abierto a usar las redes y subir contenido caso que a diario, pero desde su vuelta a Madrid era más reticente de nuevo, es lo que recordaba en realidad y con lo que se sentía a gusto. Habían hablado con él sobre ese tema, y sobre la visibilidad de las redes, etc, pero no terminaban de convencerlo del todo.

No tardaron demasiado en realizar su pedido y recibirlo, por lo que una vez tuvieron las bandejas en sus manos, se fueron a una mesa que estaba apartada de las demás para estar tranquilos, y se dispusieron a comer.

- Venga, os haré caso, ven aquí, coge la hamburguesa anda- dijo Martin

- ¿Cómo?- dijo Juanjo levantando una ceja.

Cuando lo miró vio como tenía el móvil en una mano y la hamburguesa en la otra. La cámara los estaba enfocando, y Martin se había movido en su asiento para dejar espacio y que Juanjo se pusiera a su lado. Juanjo sonrió y se sentó al lado de Martin, el espacio era bastante reducido, por lo que estaban bastante pegados. Podía oler el aroma de Martin, su colonia, ese olor tan familiar, y que tanto echaba de menos.

El hilo rojo ,  JuantinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora