El hilo rojo , Juantin

Capitulo 31

Notó como Ruslana le cogía la mano a su lado y se la apretaba, al mirarla vio como le sonreía acariciándole la mano con sus dedos. Le daba la impresión de que se estaba perdiendo algo, y no le gustaba esa sensación, estaba empezando a estar cansado de sentirse así de perdido.

Cuando terminó la canción se abrazó con fuerza a su amiga y todos aplaudieron con energía, llevó su vista de nuevo hacía la mesa donde estaban todos, y pudo ver que Martin tenía una cara pensativa y que mostraba confusión, pero fue Kiki la que le sacó de ese momento cuando se separó de él y lo agarró de la cintura acercándose al filo del escenario.

- Bueno, ha llegado el momento que todos esperabais, el momento en el que el primer single de Juanjo Bona, "Lo que no ves de mí" toca por fin un escenario frente a un público maravilloso- dijo Chiara con una sonrisa amplia- ¡Démosle un fuerte aplauso porque no hay mejor manera de acabar una noche como esta!

Juanjo se sorprendió mucho de que la gente que había allí se supiera su canción, los escuchaba cantando junto a él, y esto hizo que se emocionara muchísimo. Él normalmente no se dejaba ver de aquel modo en público, pero era tan suyo, tan especial...que no podía remediarlo.

La letra del single empezó a resonar en la cabeza de Martin, y empezó a tomar conciencia de lo que realmente significaba, era ese cambio que estaba notando en Juanjo desde que había vuelto a Madrid, esas capas que había ido quitándose le hacía ser diferente, lo estaba demostrando justamente en aquel bolo, mostrándose tal cual es ante todos. ¿Pero realmente que había sucedido para que esto pasara? Esto era una parte de las que había perdido, estaba seguro de ello.

Después de agradecer a todos, y de hacer que todos sus amigos subieran al escenario para despedir el bolo, y agradecer que le acompañasen, Juanjo vio como Martin fue el primero en escabullirse y abandonar el escenario, su semblante era más bien serio. Tras él comenzaron a bajar todos del escenario y fueron a la parte de atrás para recoger sus cosas antes de irse de allí. Martin ya estaba terminando se ponerse la chaqueta y el gorro.

- ¿Dónde vas con tanta prisa amor?- dijo Ruslana mirando a su amigo extrañada

- No voy a ir a casa de Juanjo a celebrar nada- dijo Martin- no me encuentro bien, ¿Me puedes disculpar con los demás?

- Venga ya Martin, no seas así, ven a tomar una copa aunque sea y brindar- dijo Ruslana.

- Que no, de verdad, me duele la cabeza bastante, ya sabes las jaquecas que me dan a veces después del accidente- dijo Martin poniendo la escusa más creíble que tenía en su mano.

- Bueno...pero avísame si te encuentras peor, ¿ok?- dijo Ruslana dándole un abrazo.

Cuando Martin abrió la puerta de salida que había allí en la parte trasera del local pudo observar que estaba cayendo una manta de agua, no había previsto que aquella noche llegara a llover y no había cogido paraguas, por lo que se subió la capucha del abrigo y salió bajo la lluvia.

Detrás de él escuchó chirriar la puerta de salida, y al girarse vio que Juanjo le miraba con la respiración entre cortada, como si hubiera ido corriendo hacia allí.

- Martin espera, ¿Dónde vas?- dijo Juanjo desde la puerta.

La lluvia caía con fuerza, envolviendo todo en un manto de agua y ruido. El cielo gris y cargado de aquella noche de enero parecía reflejar la tensión que se sentía entre ellos dos, se miraban con intensidad, mientras Martin sentía el agua cayendo sobre él.

- No me encuentro bien Juanjo, ha sido un evento precioso- dijo Martin antes de darse la vuelta para irse de allí.

El maño, que estaba resguardado en la puerta de salida, salió a la intemperie dejando que esta se cerrada tras de sí, notó que la lluvia le empapaba con rapidez, pero le daba igual, lo que no quería es que Martin se fuera de allí. Por lo que se acercó rápidamente a él y lo agarró del brazo.