Petals Of Hate (Petals #1)

Capítulo 30

ISABELLA

Comienzo el día con la mente revuelta, recordando cada detalle de lo que pasó ayer con Lucas. La complicidad en su mirada, el caos de emociones que me invadió al estar a su lado en el hospital. No puedo evitar sentirme abrumada por todo lo que ha sucedido entre nosotros, especialmente después del casi beso que ocurrió de manera tan inesperada esa noche.

Camino por los pasillos del instituto, con la sensación de que el universo está jugando conmigo, porque justo cuando estoy sumergida en mis pensamientos sobre Lucas, lo veo en el pasillo mientras caminamos hacia el otro. Nuestros ojos se encuentran y sonríe de manera cálida, algo que me sorprende y mucho.

—Buenos días, Isabella. ¿Cómo estás hoy? —pregunta Lucas con amabilidad, acercándose a mí. ¿Estoy en un sueño?

—Buenos días, Lucas. Estoy bien, gracias. ¿Y tu abuela?

—Va mejorando. No está grave, así que eso me tranquiliza —explica Lucas, y su expresión aliviada me hace sonreír.

—Me alegra escuchar eso. Estaré aquí si necesitas algo más —ofrezco sinceramente.

—Gracias...

—No tienes que agradecerme, Lucas —respondo, tratando de disipar la incomodidad que siento en el ambiente.

La conversación se torna un poco tensa, ambos conscientes de las emociones confusas que están entre nosotros. Hay tanto que queremos decir pero no encontramos las palabras adecuadas ni el momento indicado. Decidimos ir juntos a clases, tratando de dejar de lado por un momento todo lo que ha pasado entre nosotros.

En la hora de almuerzo, nos reunimos en la cafetería con Samantha, Julián y Sophia. El ambiente es animado mientras charlamos sobre diferentes temas, pero sé que todos están ansiosos por hablar sobre el concurso de postres del que todo mundo está hablando...

—Chicos, ¿han escuchado sobre el concurso de postres que se llevará a cabo en la ciudad? —pregunta Samantha emocionada.

Todos asentimos y expresamos nuestro interés en el concurso. Samantha me mira con entusiasmo.

Oh, no.

—Isabella, deberías considerar participar. Tienes un talento increíble para la cocina, y sería genial ver tu creatividad en acción —dice Samantha, animándome.

Sophia y Julián asienten, elogiando mis habilidades culinarias y recordando algunos de los deliciosos postres que he preparado en el pasado.

—Chicos... Es un concurso demasiado importante, gracias por confiar en mi, pero... No creo que pueda ganar algo así...

—¿Qué? Pero tus postres son fenomenales, Bella, ¿de que hablas? —Julián está realmente indignado.

—Gracias por eso, Julián. Pero no a la magnitud como para ganar un concurso donde participarán otras personas seguramente mejores que yo...

—Ay, no digas eso, quizás quedes por lo menos en segundo lugar, aunque creo que mereces el primero, nunca se sabe. Deberías intentarlo —musita Sophia regalándome una sonrisa.

Cuando ellos se distraen un momento, Lucas se inclina hacia mi oído haciendo que toda mi piel se erice.

—No dudes de ti, Isa. Tienes demasiado potencial, tus postres son... son riquísimos. Inténtalo —me dice en voz baja, sus palabras tienen un efecto reconfortante en mí.

La idea de participar en el concurso comienza a tomar forma en mi mente, aunque aún tengo dudas y temores. Sin embargo, el apoyo de mis amigos, incluso el de Lucas, me da la fuerza para considerarlo seriamente.