Capítulo 15

778 29 0
                                    

LUCAS

Humedezco mi rostro con el líquido cristalino y frío, dejando que las gotas resbalen suavemente por mi piel, revitalizándome con su frescura. Hace unos momentos besaba a Grace como si no hubiera un mañana, como siempre lo hago, y luego vine a la habitación, olvidándome del pequeño dato de que tengo que dormir con Isabella.

No lo había pensando antes, pero la idea de dormir con Isabella es realmente sofocante. Es mi enemiga, la persona que menos soporto en el mundo, literalmente, no soporto nada de ella. Quizás digan que soy muy duro con ella, pero, simplemente es lo que me sale, nada bueno, lo sé.

Me quito mi camiseta dejando mi torso al descubierto, salgo del baño y veo a Isabella dormida plácidamente, parece que está tan cansada que simplemente se durmió ignorando el hecho de que va a dormir conmigo, lo que yo debería de imitar...

Me dispongo a cerrar la puerta no sin antes colocarle seguro y entrarme a la cama a su lado. La observo, tiene el rostro relajado y la respiración tranquila, parece tan inocente que nadie pensaría que todo lo que pienso de ella fuera cierto.

Suspiro, llevándome la mano al rostro. Apago la lámpara, intentando conciliar el sueño.

~•~♡︎

Murmullos, sollozos y suaves movimientos al lado mío, hacen que mi sueño y descanso sean interrumpidos. En cualquier otro contexto, solo me provocaría más irritación. Pero esta noche, esos sonidos inquietantes despertaron en mí una preocupación que no había sentido en mucho tiempo y menos por aquella chica.

Abro los ojos lentamente, dejando que la confusión de mi sueño se desvaneciera mientras mis sentidos se ajustan a la realidad de la habitación. Allí está ella, retorciéndose, atrapada en algún tipo de pesadilla. Mis cejas se fruncieron con preocupación mientras me muevo para acercarme a ella.

Cuando finalmente Isabella se despierta, su sobresalto me confirma que estaba completamente fuera de su elemento, y eso, extrañamente, me preocupa más de lo que estoy dispuesto a admitir. Pero ella no dijo nada, simplemente me mira con ojos confundidos, como si no pudiera creer que alguien más pudiera estar presente en su momento de debilidad y mucho menos, yo.

Su pecho sube y baja con rapidez, me mira con los ojos amplios.

—Tranquila —susurro y hasta a mi me sorprende—. No estás sola, ¿vale? Estoy aquí...

Ella no hace nada ni dice nada, simplemente me mira. Veo como sus ojos se cristalizan avisando que lágrimas se avecinan.

—¿Quieres hablar de tu pesadilla? —pregunto con cautela y ella niega rápidamente—. Bien, no pasa nada, entiendo.

Me acerco un poco hacia ella, estando lo suficientemente cerca como para que sienta el calor de mi cuerpo cerca de ella. Agarro sus manos suaves y... extremadamente frías. Joder, si que están frías y puedo notar que su todo su cuerpo tiembla.

Isabella trata de recuperar el aliento, y en ese momento supe que tengo que hacer algo para ayudarla.

—Mírame a los ojos y haz lo que te pido. —Ella asiente y yo aprieto un poco más sus manos pequeñas, débiles y frías—. Respira como yo lo hago, sincroniza tu respiración con la mía y solamente enfócate en eso. Que esa tarea sea lo único que pase por tu cabeza.

Ella traga saliva como si tuviera la boca seca. Veo como Isabella intenta hacer lo que le he pedido, respira profundo intentando hacerlo como yo, suelta algunas respiraciones desesperadas pero vuelve al intento de respirar lentamente.

—Bien, sigue así...

Cuando finalmente se calma lo suficiente como para notar el temblor de su cuerpo, supe que tenía que hacer más.

Petals Of Hate (Petals #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora