CAPITULO 3

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Aira Montanari

Estoy junto a mi hermano en uno de los muebles con mis padres frente a nosotros y el sujeto que aún desconozco en uno de los muebles individuales.

Es alto, tez bronceada, cabello rubio perdiéndose casi en un castaño, ojos azules y cuerpo trabajado e intimidante, su traje gris se ajusta perfectamente a sus brazos y torso.

Sus ojos me miran de una manera profunda, algo dentro de mi cosquilleo pero rechazo la reacción de mi cuerpo.

No tengo tiempo para estás mierdas de nuevo.

Cruzo mis piernas, colocando una encima de otra y coloco una de mis manos sobre mi muslo y la otra sobre el respaldar del mueble.

- No es por sonar grosera, pero ¿Quién eres? - enarco una ceja curiosa hacia el hombre imponente a mi lado.

- Dama - hace una inclinación ligera con la cabeza mostrando respeto, su voz gruesa hace que se me erice la piel - soy Leone Grasso, el nuevo Sottocapo de la 'Ndrangheta.

- ¿Nuevo? - inquiero - ¿Qué pasó con, Serra?

- Detalles.

- Me gustaría conocerlos - enderezó mi espalda tomando una postura más seria.

No me gustan están mierdas de enterarme después que hubo un cambio de puesto dentro de los clanes o mafias asociadas, sobre todo las mafias Italianas.

- Traición. Usted más que nadie sabe que la traición se paga...

- Con muerte - concluyó -. Muy bien. Mencionaron un cargamento, ¿Qué tienes que ver con eso?

- Sorella, Grasso trajo el resto de la carga que debemos entregarle a los franceses, estábamos afinando los últimos detalles cuando llegaste - responde mi hermano.

Asiento, analizo al sujeto frente a mi por unos segundos hasta que decido desviar mi mirada.

Sus ojos tienen algo, no sé que es pero me... atraen.

No somos de piedra por más que eso es lo que queramos mostrar, pero ya pasé por suficiente mierda.

- Tengan preparando los vehículos, iré a supervisar la carga.

- No sería mejor que descansarás, hija - enfoco a mi madre -. Fue un viaje largo.

- Ya descanse lo suficiente por dos años, necesito retomar mis deberes, Luca ya hizo bastante por mi - sonrió viendo a mi hermano -. ¿Que detalles faltan?

Ambos hombres comienzan a decirme los detalles del cargamento de armas que se tiene que entregar, junto con municiones y droga.

Pasamos un largo rato hasta que Marco entre a la estancia.

- Señores Montanari - saluda a mis padres - Sottocapos - se dirige a mi hermano y Grasso, finalmente me enfoca a mi - Dama, el auto está listo.

Asiento y me levanto de mi lugar.

- Me tengo que ir, nos veremos en la cena - asienten -. Un placer conocerlo, señor Grasso.

- El placer fue todo mío - me lanza una mirada que no logro interpretar y tampoco me molesto en hacerlo.

Me subo al Aston Martí DBS negro, me coloco el cinturón de seguridad, lo enciendo y salgo del lugar. Abren el enorme portón dejándome salir de la propiedad.

Conduzco por las calles tranquilas de Florencia, veo familias pasear, parejas, gente paseando a sus perros.

Me detengo en una florería y compro un arreglo bonito de rosas blancas.

La Dama Italiana [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora