Leone Grasso
Finalmente después de unas cortas horas de vuelo, el jet a terriza indicando que volvimos a casa.
Calabria.
Salgo y veo a varios de mis hombres movilizándose para transportar la mercancía lo más rápido posible a la bodega.
Massimo se acerca y me da una sonrisa burlona.
Este jodido cabrón, nunca puede dejarme tranquilo.
- Supe que la Dama al fin volvió.
- Que bien – respondo desinteresado pasando por su lado.
Pero no tarda mucho en alcanzarme y colocarse a mi lado.
- ¿Sigue siendo igual de ardiente? – me detengo en seco y lo miro.
- ¿Quieres una bala en culo, cierto?
- Tampoco te pongas celoso. No es como que se acuerde de ti.
Auch.
Lo ignoro y sigo con mi camino hasta la camioneta que me llevara directo a la bodega, como siempre, mi amigo y jefe de seguridad se sube al volante.
No me lo podré quitar de encima durante las siguientes horas. Cuando noto que está apunto de decir algo mi teléfono suena, y jamás había estado más agradecido que en este momento.
- Grasso.
- ¿A dónde te diriges ahora?
- Hola, Leone, ¿Cómo has estado? Excelente gracias por preguntar.
- Deja el sarcasmo, Leone.
- Voy a la bodega a dejar la mercancía que se traslado desde Florencia.
- ¿La Dama volvió?
- Que rápido corren los chismes, Dante.
- Vienes a mi casa cuando termines.
- Lo que diga el Don.
Cuelgo y vuelvo a guardar mi teléfono en unos de los bolsillos de mi traje.
Llegamos y bajo de la camioneta, poco después los vehículos llegan con la mercancía.
Los hombres se movilizan y comienzan a descargar toda la mercancía y la meten a la bodega.
Reviso que todo esté en orden.Me coordino con el encargado de la bodega, terminamos y salgo para ir a la casa de Dante Costa.
Pasamos los enormes edificios bastantes elegantes, todo está tan tranquilo como siempre.
Y así lo era el camino hasta que a Massimo se lo ocurrió abrir su maldita boca para joder.
- Tu madre llamo.
- ¿Que quiere ahora?
- Te preparo una cita a ciegas.
- Me estás jodiendo – gruño –. En qué época cree que estamos para hacer citas a ciegas.
- Mando la hora y la dirección. Dijo que si no asistes me cortará las huevos.
- Que te los corte – resoplo.
Me da una mala mirada pero ya no comenta nada y sigue conduciendo en silencio.
- Localiza a Clara, dile que la espero mañana a medio día – asiente.
Después de varios minutos llegamos a la enorme mansión, estaciona frente a la entrada, bajo y camino directo a la enorme puerta caoba para poder ingresar.
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La Dama Italiana [+18]
AçãoAveces tienes que volver para sanar realmente. Aria Montanari regresa después de dos años a tomar lo que por derecho es suyo. Pero su vida da un giro cuando conoce a un tierna niña que le recuerda mucho lo que perdió. Pero... ¿Que pasa cuando aún ha...