Aira Montanari
Reviso los papeles del reporte de estos dos años de como le ha ido a la empresa bajo la supervisión de mi hermano.
Nada mal.
Estoy muy orgullosa de él, hizo un excelente trabajo durante mi ausencia.
Tomo el teléfono y marcó el número tres que me conecta a la línea directa que tengo con mi secretaria.
- Ava – la llamo apenas descuelga la línea.
- Si, señora Montanari.
- Tráeme un café, por favor.
- ¿El de siempre?
- Si, gracias.
Cuelgo la línea.
No pasa mucho tiempo cuando la puerta se abre dejando ver a mi secretaria con mi café, lo deja sobre el escritorio y me recuerda la junta que tengo con los nuevos inversionistas dentro de unos minutos.
Reviso y firmo algunos documentos hasta que finalmente es hora de ir a la sala de juntas.
Salgo y veo a Leone frente al escritorio de Ava.
- Que hermosa estás hoy, Ava.
- ¿Se le ofrece algo, señor Grasso? – inquiere de manera profesional.
- Si, me gustaría que salieras conmigo está noche.
- Si solo vienes a coquetearles a mis trabajadoras, retiraré – hablo de manera fría.
Se aleja del escritorio y se gira enfocándome.
Su traje gris echo a la medida cubre su cuerpo bien formado, ocultando los tatuajes de su cuerpo.
- No está prohibido, o si?
- No, pero hay hombres que solo por pasar una noche con alguien se creen con el derecho de disponer de su tiempo solo para a tender sus… necesidades – lo miro despectivamente de arriba a bajo enfocándome unos segundos en el bulto entre sus pantalones y luego mirar fijamente a sus ojos –. Así que si eres de esos, te sugiero que no molestes a mis empleadas.
- En realidad, venía hablar contigo.
- Directo al punto, tengo cosas importantes que hacer.
Me doy la vuelta y me dirijo de nuevo a mi oficina tratando de ignorar el cosquilleo que recorre mi cuerpo.
- Y deja en paz a mi secretaria.
- ¿Está mujer tiene ojos en la espalda o que mierda? – susurra algo más que ya no logro escuchar.
Entro y me dirijo al escritorio, lo rodeo hasta sentarme de nuevo en mi silla, el se acerca y toma asiento frente a mi, extiende una carpeta y la tomo.
La abro y veo que son los traslados de mercancía que mandaremos a Calabria, a una de las bodegas que tengo a las afueras.
- Su hermano me dijo que estos requieren su firma.
Asiento, tomo un bolígrafo y firmo los papeles, los guardo de nuevo en la carpeta y se la extiendo.
- Que fantástica te ves hoy, Cherry – giña un ojo coqueto.
¿Cherry?
¿Se está burlando de mí?
- Los halagos baratos no te quedan – con un movimiento de cabeza indico la puerta –. Lárgate.
Me da una sonrisa, se levanta y sale de mi oficina.
Estos hijos de puta, solo saben joder.
Pero bien que te lo quieres follar.
Respiro hondo para no intentar matar a alguien, me levanto y ahora sí, salgo y voy directo a la sala de juntas, cuando entro veo a los tres inversionistas que esperan por mi.
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La Dama Italiana [+18]
AksiAveces tienes que volver para sanar realmente. Aria Montanari regresa después de dos años a tomar lo que por derecho es suyo. Pero su vida da un giro cuando conoce a un tierna niña que le recuerda mucho lo que perdió. Pero... ¿Que pasa cuando aún ha...