CAPITULO 24

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Aria Montanari

Entramos a la enorme estancia donde se encuentra Hazel y Dante a su lado.

Me acerco y abrazo a mi amiga, la cuál no duda en corresponder mi abrazo.

- ¿Cómo está Bria? – pregunta mientras nos separamos.

- Está bien, mi nana se quedó cuidándola y está bajo mucha seguridad.

- Me alegro.

Nos quedamos unas horas hablando mientras Dante estaba en su despacho con Leone.

Se supone que debería de estar junto a ellos, pero al contrario.

Estoy aquí.

Chismeando con mi amiga.

- A ver, entonces, Lía volvió aparecer hace dos días – asiente –, te amenazó con una pistola en tu casa – vuelve asentir – y no suficiente te dice que Dante nunca debió ser tuyo, sino de ella porque esos eran los deseos de tu no tan amado suegro.

- Si.

- ¿Y dónde está? Nadie viene y amenaza a mi amiga y suelta una sarta de estupideces y salir como si nada.

- Tranquila fiera, ya me hice cargo.

La miro con sorpresa y admiración al mismo tiempo, normalmente Hazel no es una persona que recurra a la violencia, jamás le a gustado sentirse superior a los demás o creer que por tener poder abusara de el, pero teniendo en cuenta con quién se casó a veces tener más poder que otros es muy beneficioso.

- Me enorgulleces, me siento como una madre viendo a sus hijos cumplir sus sueños.

- A mí nadie vendrá a decirme en mi casa que no soy suficiente para mí esposo o que no lo merezco, ya pasé suficiente mierda como para soportar estás cosas de gente tan insignificante, a las que le arde que por creer que se acostaban con él conseguirían lo que tengo en este momento.

- Dios, esto lo tiene que saber, Gia.

- Ya lo sabe.

¿Qué?

Ósea que soy la última en enterarme.

- Me siento traicionada.

- No es como tenga muchas amigas aquíen decirles mis dramas de casada.

Veo el reflejo de la tristeza inundar sus ojos.

No me gusta verla así.

Verla de esa manera es como clavar un cuchillo en mi pecho.

- Hazel – comienzo suavemente – eso no fue tu culpa, tu siempre has dado lo mejor de ti, que ellas no supieran valorar lo que tú les ofreciste no quiere decir que tú eres la culpable, porque al final del día ellas fueron las traidoras, no tu.

Llevo mi mano a su mejilla y la acaricio suavemente. Ella levanta su mirada y veo como las lágrimas comienzan a salir una por una resbalando por su mejilla lentamente.

- Amore – la voz de Dante se hace presente en la estancia.

Hazel agacha la mirada evitando la de su esposo, no le gusta que la vean llorar cree que la hace ver débil, solo lo hace frente a mi y Gia, muy pocas veces frente a Dante.

Miro a Costa y niego, él rápidamente entiende lo que quiero decir, así que se acerca y se pone en una rodilla frente a su esposa.

Me levanto y me acerco hasta Leone, dándoles privacidad a la pareja.

Le dice algunas palabras, las cuales no logro escuchar, ella asiente pero puedo notar que aún llora por los pequeños espasmos que sacuden su cuerpo, suelto un suspiro pesado al verla así.

La Dama Italiana [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora