𝐸𝑙 𝑐ℎ𝑖𝑐𝑜 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑏𝑎𝑟𝑟𝑎

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   Decidió salir con sus compañeros de trabajo, también amigos, a tomar algo, era sábado a la noche y les parecía una falta de respeto no salir.

—Sos re molesto amigo, salí. — Apartó Santiago (Santutu) al de lentes, que parecía estar borracho al estar muy cariñoso.— Wacho, recién estamos llegando y este ya está en pedo.

—Hizo un chupistream, gato. — Informó el de pelo verde, Lit Killah (Mauro).

—Con razón. — Siguió asqueado Santutu, siguiendo alejando la cara de Unicornio de la suya.— ¡Amigo, salí!

—Eu, ¿para dónde vamos? — Hablo Lokonazo (Nicolás) medio perdido en lo suyo.

—A donde nos mande el universo. — Respondió el único que estaba borracho.— Puf, estoy en una, hard.

El grupo de diez se dirigió un bar que, dentro de todo, se veía algo vacío a comparación de los otros.

Eran bastantes y todos reconocidos, lo mejor que hubieran podido hacer era ponerse en pedo en alguna casa, pero quisieron salir a tomar aire.

Esto implicó que muchas personas pasarán a pedirles fotos, así que por su seguridad, buscaron un bar lejos de la zona poblada.

—Acá estamos bien.

Se sentaron en un medio círculo, empezando a hablar de varias cosas, cada uno charlando con el otro.

—Buenas noches, ¿qué van a querer? — Le dijo un mesero atendiendolos.

Los presentes estuvieron un rato debatiendo que era lo que querían, si algo fuerte o lo contrario.

Terminaron ordenando algo con alcohol e intenso, siendo este un gran comienzo para Spreen.

—Yo pienso que es algo zarpado. — Confeso Angie Velasco algo cagada, la peliazul no tenía planeado el mismo plan que los demás.— O sea, yo prefiero un fernet.

Recibió sonidos de todo tipo, descansandola.

—Dah, perdoname.

—A Uni le pidieron agua, ¿no? — Susurro Santutu lejos del susodicho.

—Obvio, este llega a tomar Vodka de nuevo y se muere.

Todos rieron.

—Después salgamos a bailar, una paja volver borracho y no haber pisado un boliche. — Propuso Oscu.

—Dale, dale, ¿pero a dónde vamos?

—Por acá cerca hay uno. — Informó Spreen.

—Bueno, pero pagas vos que estas forrado en guita.

—Para amigo, son como nueve. — Rió.— Igual si quieren, bue.

—¡Esaa!

Festejaron el atrevimiento del streamer, tener que pagarle las entradas a nueve personas para un boliche era tener guita, y bastantes.

01:42P.M

La mayoría de los presentes estaban en otra, o sea borrachos.

Parecía que no pensaban moverse de ese bar hasta que uno se dignara a hacerlo.

Estaban paseando de un lado a otro, era algo que hacían al estar ebrios todos juntos, por esa razón querían ir a un boliche.

Sin embargo, había algo en Spreen que evitaba querer irse a esa hora.

—Dale Spreen, ¿qué viste? — Insistió Angie, la única que se podía considerar que estaba en sus cincos sentidos.

𝐀𝐥𝐞𝐣𝐚́ 𝐚 𝐭𝐮 𝐠𝐚𝐭𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐦𝐢́𝐨! - 𝘳𝘰𝘥𝘳𝘪𝘷𝘢𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora