Relajo su andar, pensando que el faltar a una clase sonaba mejor de lo pensando.
Se dirigió al patio de entrenamiento, en el cual para su sorpresa, estaba desocupado.
Apoyo su trasero en una grada, decidido a tomar aire por un rato.
Al mirar su celular para ver la hora, noto la presencia de un mensaje por parte de Nicolás.
Este mismo decía:
“Carru, ¿dónde andas? Necesito hablar con vos.”
“Estoy en el patio, veni.”
Cualquiera se preocuparía de más, pero Carrera estaba bastante relajado para sobrellevar las cosas simples tales a un mensaje.
Movía sus pies al estos estar algo elevados, distrayendo el hecho de que un profesor o directivo podía verlo y mandarlo a su aula más una advertencia.
Sin embargo, recordó el comunicado que le dejó la directora el primer día; “Ya tenes veintiocho años, quiero que sepas que vamos a ayudarte en esto de adaptarte, pero vamos a darte la misma privacidad y autoridad que le damos a los demás. En esta etapa, nosotros solo estamos para hacerlos reflexionar si me mandan una.”
Y aunque esa no fuera una excusa de estar despreocupado, se convenció de que era complicado que alguien pasará por ahí en ese mismo instante.
—Rodri.
—Ay, Dios me cague todo, decime.
El rubio teñido se sentó a su lado.
—Vi el video que subieron.
—Ah... Per...
—Antes de que digas algo, quiero decirte que Iván esta bastante enojado con vos.
—Esta bien, pero a mi me obligaron a decir eso. — Informó.— No me apuntaron con una pistola, pero sentía mucha presión.
—Entiendo Rodri, aunque sería incómodo si nos juntamos e Iván te mira con una cara de culo, así que fijate como pedirle perdón.
—Ah, claro. — Asintió junto un sarcasmo en sus palabras que no se llegó a interpretar.
Oscu se fue de su vista apenas recibió una respuesta.
Ahora él se tenía que disculpar, claro.
「☄️」
Un suspiro se escapó de sus labios de repente, dando señales de que debía descansar una vez más.
Aun así, se negaba a parar hasta alcanzar lo que se propuso.
Llevaba media hora intentando hacer los llamativos panqueques, pero por más que se esforzará, era innecesario.
Estaba antojado de algo dulce desde que terminó su tarea, su panza y su ser completo le exigían un alimento que contuviera azúcar.
Se rasco la nuca con una mueca en lo que dejaba las cosas a un lado y apagando el horno.
Acostó su cuerpo a lo largo del sofá mientras le daba un vistazo a sus redes sociales. En lo que veía Twitter, una publicación le llamó la atención al ser tan llamativo.
“Spreen prendió directo en Twitch!
–“charlita ❌ PLANAZO CON LOS PIBARDOS”
Twitch.tv/elspreen”En su mente recordó el apodo por el cual lo llamaban a Iván, “Spreen”.
La sorpresa hizo que entrará al link, deseaba darle un vistazo a su contenido de lo que parecía ser streaming.
Sabía que Angie Velasco, era una youtuber, lo vivía diciendo, pero no tenía la más mínima idea de que ese tal Spreen sería un streamer.
Podía hasta asegurar que sus amigos también habían lo mismo.
¿Por qué no le dijeron nada?
—¿Qué onda, muchachos? — Saludo Iván.— Hoy prendí temprano porque no pude pegar un ojo, ni yo sé porqué así que ni pregunten.
Lucía bastante tranquilo al hablar en frente de una cámara y con más de quince mil espectadores.
Ignorando el hecho de querer chusmear el contenido del pelinegro, decidió ver lo llamativo de Twitch.
En eso, encontró a otras personas en directo. Se llevó la sorpresa de reconocer más de un rostro en la portada del streaming.
Pudo encontrar la cuenta de Gonzalo, Tomás y Germán, dándose estos los nombres artísticos de Goncho, Robleis y Unicornio.
«¿De todos los nombres posibles tuvo que elegir el de un animal mitológico?» Se burló.
Fue mirando el directo de cada uno, quedándose al menos veinte minutos para estudiar si parecían principiantes o llevaban tiempo.
Decidió buscar el Google sus apodos.
Los cuatro llevaban bastante tiempo en la aplicación, algo que lo sorprendió.
¿Era amigo de famosos?
Comenzó a cuestionarse si Nicolás pertenecía a ese trabajo, y cuanto podía llegar a ganar un streamer.
Estaba interesado, pues él suponía que era hablarle a un dispositivo por una hora y después jugar videojuegos en lo que la gente se entretenía con sus comentarios.
Pero no, eso pensaría cualquiera. Los cuatro nombrados sabían el trabajo que implicaba ser parte del entretenimiento, el que entendía más que nadie ese tema eran aquellos cuatro muchachos por igual.
Su presencia en el mundo del entretenimiento era historia, al igual que Angie pero en YouTube.
Ellos solos sabían lo tanto que tuvieron que sufrir y pensar para dar contenido de calidad y llegar hasta donde están ahora. Cada uno estaba orgullos de su procedimiento.
Aunque, Carrera no pudiera entender eso, suponía lo mucho que pudo haber costado llegar a tener más de diez espectadores.
17:46P.M
El tiempo se le fue de las manos cuando se engancho con el directo de Iván, su carismático humor lo hacía divertirse mucho.
—Que pérdida de tiempo. — Concluyó al notar el tiempo.
Cerró todas las ventanas de su celular, queriendo despejar la mente por estar tan pegado al objeto tecnológico.
Sabía que podía hacer algo más productivo que eso, algo más productivo que estar viendo las estupideces que salían de la boca de Spreen.
Debía admitir el hecho de que era un buen creador de contenido, pues cada cosa que decía era cada cosa que finalizaba con un: “Eu, sería alto video”
Agregando su risa tan amada por la gente.
Detestaba ser parte de ese montón.
Reconocía que había algo característico en su risa y sonrisa, algo que aún no lograba de cifrar con claridad.
Sin embargo, le resto importancia, decidiendo estirar su cuerpo antes de levantarse para prepararse la cena.
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𝐀𝐥𝐞𝐣𝐚́ 𝐚 𝐭𝐮 𝐠𝐚𝐭𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐦𝐢́𝐨! - 𝘳𝘰𝘥𝘳𝘪𝘷𝘢𝘯
Romance-completa!! 𝘜𝘯𝘢 𝘩𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘤𝘰𝘮𝘪𝘦𝘯𝘻𝘢 𝘨𝘳𝘢𝘤𝘪𝘢𝘴 𝘢 𝘴𝘶𝘴 𝘨𝘢𝘵𝘰𝘴.