𝑃𝑒𝑟𝑚𝑖𝑠𝑜

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  Haber pedido hablar con el padre de su novio sonaba mejor en su cabeza que en el segundo en el que proyectaba la imágen del señor aproximándose a él.

—Iván, ¿de qué querías hablar?

Por suerte, el señor Carrera manejaba un excelente español y podía comunicarse con él fácilmente.

—Mire, hace tiempo estoy con su hijo y como cada día lo amo más yo... Quería saber si podía obtener su permiso para pedirle compromiso a su hijo.

Gabriel se quedó boquiabierto, desde hace tiempo esperaba que un humano que amara realmente a Rodrigo viniera y le dijera tal cosa.

—Iván, tienes mi permiso. — Dijo con una amplia sonrisa.

—Muchas gracias.

—Aun que, deberías hablar primero con Drusilla, ella es la más apegada a Rodrigo.

—Ahora voy a hablar con ella. — Informó.— Si la podes llamar...

—Claro.

En seguida, Gabriel fue corriendo a buscar a su esposa por la gran noticia.

Cuando Drusilla aprecio, supo que tendría que decir algo más que lo anterior.

—¿Sucede algo?

—Bueno, quería pedirle permiso para proponerle compromiso a su hijo. — Respondió.— Puede que sea muy pronto, pero con esto solo quiero que él sepa lo mucho que lo amo y las esperanzas que tengo para nuestro  futuro, pero bueno... Solo se lo voy a proponer si puedo recibir su permiso.

La castaña lo observo con ojos de sorpresa.

—Desde el primer día que mi hijo me habló de tí supe que serias esa persona que lo amaría muchisimo y no estarías dispuesto a hacerle daño. — Comentó sonriente.— Tenes más que mi permiso. Espero que él este dispuesto a pasar más tiempo con vos... Aun que ya viendo como te mira, como habla de vos, es más que clara la respuesta.

Los dos rieron.

—¿Cuándo le propondras esto?

—Hoy mismo, a la noche.

—Te deseo mucha suerte. — Dijo cubriendo con sus manos la mano de Iván, demostrando que tenía su apoyo.

—Gracias.

Se quedó unos minutos solo para pensar en lo que estaba por hacer y lo que había hecho.

Sacó la pequeña caja y la abrió, un anillo fino y llamativo resaltaba en el centro de esta, dio un suspiro alegre antes de volver a cerrarla y guardarla en su bolsillo.

19:13P.M


Tenía planeado todo este momento hace días, el lugar, la vista, su vestimenta, absolutamente todo.

—¿A dónde vamos? — Preguntó el castaño mientras salía humo de su boca por el frío.

—A un lugar.

—¿Qué vamos a hacer?

—Algo.

—¿Qué me querías decir?

—Dios Rodri, es una sorpresa. — Bufo divertido por la intensidad del más bajo.— No te dan miedo las alturas, ¿no?

—Mmg, depende... No tanto igual.

Se adentraron a un lugar de cuatro simples paredes, empezaron a subir las escaleras hasta que llegaron a un balcón, se encontraba a muy lejos del suelo, pero se podía apreciar una hermosa vista.

𝐀𝐥𝐞𝐣𝐚́ 𝐚 𝐭𝐮 𝐠𝐚𝐭𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐦𝐢́𝐨! - 𝘳𝘰𝘥𝘳𝘪𝘷𝘢𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora