Corrió a abrazar a El Mariana y en seguida rodeó la cintura del más alto.
—Es muy enano, Dios. — Se burló apenas pudo.
—Eu, no discrimines. — Amenazó el más bajo cuando se alejó del abrazo.
—Buenas.
—¡Spreen! — Saludo Osvaldo con emoción.— Tú no vienés, ¿no?
—No, tengo que subir un video mañana y todavía no termine con la edición, perdón.
—No pasa nada. — Sonrió.— Nos robamos a tu novio un ratito. — Le susurró discretamente.
Luego de que Rodrigo le diera un disimulado beso en los labios a Iván, se fue con el resto de sus amigos del hotel.
—Tranquilo, yo me voy a encargar de que ninguno le ponga un dedo encima sin su consentimiento. — Aseguró Juan.
—Gracias.
Le sonrió como respuesta. Juan quería mucho a Rodrigo y era capaz de pegarle una piña a quien lo ofenda si el italiano no era capaz de hacerlo.
00:15A.M
El alcohol le estaba empezando a pegar de más, se sentía borracho y sabía que estaba así, pero no era capaz de poder controlar sus acciones, tampoco estaba consiente de lo que hacía. Aun así, tenía a su amigo Juan Guarnizo protegiéndolo en todo momento.
El único inconveniente era que Rodrigo no había estado ebrio luego de haber empezado su relación amorosa, por lo que seguía sin tener límites a la hora de que el alcohol controlará su cuerpo.
Cuando estaba borracho, Carrera era de ser más cariñoso e inquieto, seguía siendo la misma persona pero esta vez el triple de imperativo.
El resto de sus amigos estaba en las mismas, solo que algunos estaban peor que otros.
Por el lado de el famoso mexicano, estaba tratando de mantener vigiladas a dos personas; a su esposa y a su querido amigo. No tenía planes de emborracharse esa noche, así que cuidar de lejos a dichas personas era lo mejor que podía hacer.
—¿No estás aburrido? — Consulto Rivers, quien era la persona que más odiaba el alcohol de los presentes.
—Nah, es divertido ver a los demás hacer sus... Líos.
—Opino lo mismo.
Los dos rieron.
—Che, hablé con Spreen y me dijo que mañana ibamos a salir entre todos a visitar el Estádio Bernabéu. — Informó.— También me preguntó si podías dejar a Carre en el hotel cuando termine la fiesta.
—Claro, no tengo drama.
—Bien, ahí le aviso.
Desvío su mirada al susodicho, el cual no dejaba de sorprenderlo, el italiano se encontraba tomando una botella de alcohol completa sin parar.
—Va a hacer complicado dejarlo en el hotel.
—¿Por?
Samantha pudo captar lo que decía al ver la escena.
—Parece un borracho desesperado. — Confesó.— De seguro Spreen le prohibió beber desde que comenzaron su relación.
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𝐀𝐥𝐞𝐣𝐚́ 𝐚 𝐭𝐮 𝐠𝐚𝐭𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐦𝐢́𝐨! - 𝘳𝘰𝘥𝘳𝘪𝘷𝘢𝘯
Romance-completa!! 𝘜𝘯𝘢 𝘩𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘤𝘰𝘮𝘪𝘦𝘯𝘻𝘢 𝘨𝘳𝘢𝘤𝘪𝘢𝘴 𝘢 𝘴𝘶𝘴 𝘨𝘢𝘵𝘰𝘴.