𝐷𝑜𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑢𝑛𝑜

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   Su vista estaba nublada, lo único que sentia era el agua cayendo en líneas delgadas por su mejilla.

Dos cosas horrendas le había pasado en una semana, ¿tan mala suerte tenes que tener para eso?

Terminó una relación de años y ahora perdía a su gato, otra vez el universo lo hacía sufrir, solo que parecía que ahora lo abría una recompensa al final del día.

Recibió ayuda de sus amigos y personas cercanas a la zona donde vivía, pero nadie le entregaba buenas noticias hasta el momento.

Estaba a nada de publicar en sus redes sociales ayuda, pero tampoco quería llamar la atención habiendo pasado solo dos días desde que esta desaparecido.

Aun así, el dolor que lo invadía era terrible, sentía angustia, un dolor en el pecho que por poco le hacía gritar de dolor.

Su cabeza daba vueltas y le entraban más preguntas en lo que él trataba de luchar para poder levantarse de la cama.

Si las cosas seguían así, terminaría en otro universo. Solo una cosa mala más y él estaría del otro lado ya.

Estaba cansado y agotado de que la vida le ponga tantos obstáculos que sean difícil de llevar.

Seguía esperando esa luz de esperanza para seguir de pie, pero si no aparecía en las próximas veinticuatro horas dicha luz, estaría viendo otro tipo de luz.

—¿Rodri?

Apenas pudo escuchar la puerta abrirse, ni hizo el esfuerzo para ver quién era.

—¿Mmg?

—Uh Rodri, estás hecho pija primo. — Dijo Germán acercándose al susodicho.

—No sé si tengo fiebre pero siento que me muero.

—Estás bien de temperatura. — Informó extrañado.— ¿Estás bien?... Emocionalmente.

—No, desde que Merlín no aparece y me separe siento que mi vida no tiene sentido. — Confesó.— Bue', sono más triste de lo que es.

—¿O sea?...

—No sé primo, estoy hecho pija, no duermo desde hace días y ni hambre me da.

—¿¡No estás comiendo!?

—De vez en cuando. — Contestó.— En cualquier momento pasó para el otro mundo.

—Rodrigo por favor.

—Es la verdad, yo me siento así.

—¿No querés ir a una psicóloga?

—Nah, de seguro ya se me va a pasar.

El de lentes se acostó al lado del castaño.

—¿No hablaste con Iván?

—No, tampoco pienso hacerlo.

—¿Por qué?

—Me fue infiel Ger. — Dijo con cierta obviedad.

—¿Estás seguro de eso?

—No... Supongo.

—Lo conozco Rodri, y no es por ponerme de su lado, solo digo que Iván no sería capaz.

—Es que ni siquiera sé si se puede tomar como que me fue infiel. — Confesó jugando con sus dedos.— Yo tampoco lo veo capaz, pero nunca terminas conociendo del todo a una persona.

—Tenes razón. — Afirmó.— Si te importa mi opinión, yo digo que le hables o al menos dejes que te explique.

—No sé, ya hasta tenía actitudes de mierda, para mí que si me fue infiel.

𝐀𝐥𝐞𝐣𝐚́ 𝐚 𝐭𝐮 𝐠𝐚𝐭𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐦𝐢́𝐨! - 𝘳𝘰𝘥𝘳𝘪𝘷𝘢𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora