Darle caricias a Meowth lo ayudaba a pesar, pero en estos casos lo ayudaba a tranquilizarse.
Capaz lo que estaba por hacer era algo de lo que se arrepentiria más adelante, por eso estaba tan tenso y nervioso. Aun así, a pesar de cuestionarse mucho de sus actos, sabía que esto sería lo mejor.
Estaba buscando la manera de sentirse bien emocionalmente y por suerte lo estaba logrando, así que si recibía un sí o un no como respuesta, le darían igual. Aunque, claro, una de causará muchísima más emoción que la otra.
Pero antes de mandarse al frente solo, se encontraba en una llamada de Discord con la mayoría sus amigos, ya que Rodrigo era muy importante para él y quería recibir ánimos y asegurar un lugar seguro si el susodicho lo rechazaba.
—Estoy más nervioso que, no sé, que cuando hice mi primer stream. — Confesó el pelinegro sin dejar de moverse.
—Respiremos profundo... Mantenemos el aire...
—¡¡Dale trolo de mierda, ya vida es una!!
—Pero la puta madre.
—¡Oye Spreen, si te rechazan no llores maricón!
—Dale amigo, nunca más les digo nada.
—¡Ya, ya! ¡Suerte!
Todos los presentes repitieron las palabras de Rivers y, de alguna manera, más seguridad se hizo presente en su ser.
—Gracias, gracias. — Rió.
—Dale puto, venite a mi casa si te hace algo.
—¡Yo la pones amigo!
—¡Sh!
Corto la llamada sin antes despedirse y recibir muchos mensajes de apoyo, realmente eran unos exagerados a veces.
Luego de esto, se paró de su silla después de haber respirado hondo más de cinco veces y estar consiente de lo que iba a hacer, declararse cara a cara y sin ninguna presencia más que ellos dos era lo más difícil del mundo.
Sin embargo, pudo agarrar más valentía de la que ya tenía y abrió la puerta de su casa, en ese momento maldijo tener en frente a la persona que le gustaba. Aun así, le resultó buena idea poder salir corriendo a su cama en caso de que la vergüenza le ganará.
Cabe aclarar que habían pasado pocos días desde esa pequeña discusión que tuvieron, así que se encontraban, según él, en buenos términos.
Así que, sin querer seguir pensandola tanto, tocó la puerta de su vecino.
—Meowth, anda adentro. — Pidió al notar la presencia de su mascota, pero esta misma ignoro sus palabras y se quedó con él.— Puta madre.
Se apresuró a cerrar la puerta de su casa y a agarrar a Meowth en brazos.
—Iván, ¿pasó algo?
—¿Podemos... Hablar?
—Obvio.
Luego de que Rodrigo le diera mimos a Meowth y la apoyará sobre sus muslos, se dirigió a Iván con una mirada atenta.
Estar cómodo en ese sofá solo le causaba más nervios, saber que le costaría salir corriendo si se arrepentía porque Rodrigo tenía en manos a su gata hacia más difícil las cosas.
Suspiro con los ojos cerrados y habló.
—Mira, te quería decir que hace mucho... — Comenzó, pero al instante se detuvo al darse cuenta de lo larga que sería la historia si empezaba así.— Bueno, la voy a hacer corta, me enamoré de vos.
Un silencio incómodo tomo presencia.
Iván de inmediato se arrepiento al ver la cara de su mejor amigo, esta expresaba sorpresa y nada más que eso, ni enojo, ni felicidad, nada, solo sorpresa.
—Y nada, te lo digo porque ya hace bocha estoy con esto y ya se me hace difícil tener que ocultarlo. — Agregó.— Ni idea si sentís lo mismo que yo o preferís echarme de tu vida como... Que sé yo. — Rió avergonzado, ya ni sabía lo que decía.
—¿Vos decís que estás para una relación? — Pudo decir Rodrigo.
—¿Qué?
—Qué si vos estás para tener una relación... Conmigo. — Repitió levantando la mirada y conectando con aquellos ojos cafés.
—Yo sí, si es con vos sí a todo. — Soltó con una sonrisa.— ¿Por qué? — Preguntó inocentemente.
—Porque yo también me enamoré de vos. — Respondió con una sonrisa.
Rápidamente se abalanzó hacia Iván, dándole un fuerte abrazo y siendo este último el primero en darle un beso en los labios.
Siguieron unidos durante un rato, ambos estaban igual de felices.
Y de repente, querer deshacerse del amor que sentían por el otro se volvió en algo innecesario y que no lo harían ni lo pensarían jamás.
Era cuestión de que alguno de los dos se animará a dar el primer paso.
「🥡」
Ahora su casa estaba llena de diversos sonidos que expresaban lo mismo, felicidad y amor.
Decidieron pasar lo que restaba de la tarde juntos, estar separados era lo que menos querían en esos instantes.
Con “Slut!” de Taylor Swift sonando de fondo, Rodrigo e Iván hablaban de como se enamoraron del otro y por lo que tuvieron que pasar.
Los dos estaban metidos en un mundo en el que únicamente existían ellos, sin nada ni nadie a su alrededor, solo tenían la compañía del otro.
Estar experimentando tal sentimiento era lo mejor que le podía estar pasando a Rodrigo, poder sentirse libre de expresarse y saber que lo que sentía no estaba mal era una sensación que, capaz, no volvería a sentir jamás.
Desde un principio supo que Buhajeruk sería esa persona que le haría entender varias cosas, aunque nunca imagino que sería la persona que le mostraría que sentir amor por otra persona es un sentimiento que, por más que nos esforcemos de más, será complicado de ocultar y sacar de nuestras vidas.
Tener a Spreen en su vida más que un mejor amigo era lo mejor, tal vez lo mejor que le podría pasar en años. Simplemente describía a dicho streamer como el amor de su vida.
Capaz sonaba muy exagerado y soñador, hace horas se habían vuelto novios, pero eso no quita la historia que atravesó para llegar hasta ahí. Muchas veces le demostró que era el amor de su vida, su alma gemela, así que, ¿por qué no nombrarlo?
Y ahí fue cuando Rodrigo entendió que este era el verdadero regalo del universo, tener a la, posiblemente, mejor persona que conoció a su lado. Tuvo que atravesar muchas dificultades, pero pudo llegar hasta ahí y eso era lo único que le importaba, ya ni pelota quería darle al pasado.
Siempre le decían “pasado pisado”, nunca entendió esa frase, nunca pudo experimentarla... Hasta hoy.
Ahora lo único que le importaba era el presente, algo que tuvo que empezar a darle importancia hace mucho, pero que lo haya empezado a hacer con Iván a su lado lo había más llamativo, más especial.
Este fue el motivo por el que Buhajeruk siempre llevaría una mitad de él sin que se diera cuenta, por más que terminan, por más que le sea infiel... Iván siempre tendría un pedazo del corazón de Rodrigo y esperaba que algún día se diera cuenta.
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𝐀𝐥𝐞𝐣𝐚́ 𝐚 𝐭𝐮 𝐠𝐚𝐭𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐦𝐢́𝐨! - 𝘳𝘰𝘥𝘳𝘪𝘷𝘢𝘯
Romance-completa!! 𝘜𝘯𝘢 𝘩𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘤𝘰𝘮𝘪𝘦𝘯𝘻𝘢 𝘨𝘳𝘢𝘤𝘪𝘢𝘴 𝘢 𝘴𝘶𝘴 𝘨𝘢𝘵𝘰𝘴.