¿𝑌 𝑀𝑒𝑟𝑙𝑖́𝑛?

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  Enfrentar solo su separación era la peor mierda que se le pudo haber ocurrido, aun que no le contó a nadie la noticia porque Iván no lo había hecho.

Aun así, con un cielo de color gris oscuro, se lamentaba muchas cosas, entre ellas haber confiado en el pelinegro.

Sin embargo, tampoco podía odiarlo, él le enseño varias cosas en la relación y odiarlo estaría demás, sería un desagradecido y él no era así. Es obvio que una parte de él va a hacer que lo odie por toda una eternidad, pero se detiene a ignorar esas pequeñas cosas que hizo y modificó.

  Llegaba a pensar en hablarle, dejar que le explicará la realidad, pero algo que desconoce lo detenía a hacerlo, eso posiblemente era su egocentrismo.

Rodrigo nunca caía dos veces en el mismo lugar.

Esa frase utilizaba en su defensa.

Muchas veces llegó a arrepentirse, aun que con el tiempo, uno se va acostumbrando y dándose cuenta de que estuvo bien en alejarse de esa persona.

Todas sus ex parejas fueron testigo de tal egocentrismo, parecía que Iván estaba cerca de estarlo hasta que le llegó un mensaje del nombrado.

Se le detuvo el corazón unos instantes antes de leer el texto que había recibido.

“Rodrigo por favor dejame explicarte las cosas, por favor.”

Desvío su vista y guardo el celular.

Otra vez sonó.

“Vení a mi casa hoy Rodrigo, necesito hablar con vos, por favor dejame explicarte, sabes que yo no te haría eso ni en pedo. Por favor”

Siempre terminaba rendido en las súplicas de los demás y parecía que esta vez no iba a ser una excepción.

A todo esto, seguía pensando la mala idea de que era ir a su casa a dejarle que le explique las cosas, si le daba una  razón creyente, quedaría como si él hubiera querido separarse de Iván desde hace tiempo, cosa que no era así.

Sus ansias por saber que justificación le daba le ganaron, desgraciadamente.

Caminó hasta su casa desde el parque con mucha ansiedad.

En el transcurso que el ascensor subía, sus pensamientos no daban de atacarlo, tema que aumentó cuando estuvo en frente a la puerta de Iván.

Podía escaparse a su casa y disimular que ese mensaje nunca le llegó.

Esta opción empezó a convencerlo, y fue así como termino en su sofá, tirado mirando la televisión.

Al no estar tan despistado, se percató de que Merlín no se encontraba en su hogar.

Se comenzó a desesperar cuando recordó un pequeño detalle; Merlín y Meowth parecían estar enamorados también.

«La puta madre.» Suspiro en su mente.

Paso sus manos con frustración por su rostro, viendo para todos lados para ver si volvía en ese instante. Pudo ver como Merlín se hacía presente y al instante que entró, cerró la puerta del balcón.

—No vas a salir, ahora te vas a quedar adentro unos días. — Informó Rodrigo.

Claramente no recibió respuesta alguna, así que se dirigió a hacer lo suyo, cocinar.

「🥂」

  Luego de ver que Merlín durante días estuvo tirado en el suelo sin hacer nada, decidió dejarlo salir por esa semana.

𝐀𝐥𝐞𝐣𝐚́ 𝐚 𝐭𝐮 𝐠𝐚𝐭𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐦𝐢́𝐨! - 𝘳𝘰𝘥𝘳𝘪𝘷𝘢𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora