CATA COLL

1.3K 99 26
                                    

N/A: Buenas!!! Por fin estoy de vuelta y con las pilas cargadas para llenaros de actualizaciones jajajaja... Sé que tengo unos cuantos especiales de Mapi atrasados y prometo que iré publicándolos, pero de momento os traigo este de Cata, que se que a muchas os gusta. Espero que lo disfrutéis y que le deis mucho amor, ¿os gustaría una segunda parte? os le en comentarios. Besos!!!!


Que aburrimiento de día. ¿En qué momento se me ocurrió a mí ponerme a trabajar de socorrista? Y peor aún, en esta urbanización que parece fantasma, porque absolutamente nadie pisa la piscina. Llevo aquí desde las diez de la mañana y todavía no he visto a nadie, menos mal que me he traído un libro porque si no me estaría muriendo del aburrimiento.

Cerca de las doce, escucho algunas voces acercándose al recinto, y cuando levanto la vista del libro no me puedo creer lo que estoy viendo. Por la verja de la piscina, entran nada más y nada menos que Alexia Putellas, Cata Coll, Ona Batlle, Jenni Hermoso y Misa Rodríguez.

La mayoría de las casa de esta urbanización de lujo se pueden alquilar durante los meses de verano, bien sean unos días o varios meses, por lo que es habitual ver caras nuevas cada poco tiempo. Aunque jamás hubiera pensado que vería a mis ídolas aquí.

Inmediatamente dejo mi libro de lado y me centro en ellas, ya han colocado sus toallas y sus cosas en el césped y está caminando entre risas hacia las duchas para luego meterse en la piscina. Cuando pasan delante de mí todas me saludan, pero hay una en especial que conecta su mirada conmigo durante un par de segundos más de lo establecido.

Y no es ni más ni menos que la guardameta del barça, verás cuando se lo cuente a mi mejor amigo, va a flipar, es su jugadora favorita.

Se tiran un buen rato en la piscina, ligando moreno y haciendo el tonto entre ellas, por lo que aunque estoy atenta por si me necesitan, no estoy tan alerta como si fueran un grupo de niños o adolescentes los que están en el agua.

- Oye- me dice después de un rato Cata, acercándose a mí puesto- ¿podemos jugar aquí con el balón?

- Claro, además como no hay nadie no tenéis que preocuparos de darle un balonazo a alguien- contesto como si por dentro no estuviera dando saltos de alegría por poder hablar con una de mis ídolas.

Las chicas empiezan a organizarse en dos equipos, pero algo no debe cuadrarlas porque pasados un par de minutos siguen sin empezar a jugar. Noto algunas de sus miradas puestas en mí, y enseguida aparto mi mirada para que no piensen que soy una cotilla o una fan loca, no quiero hacerlas sentir incómodas ni mucho menos.

- Ey perdona- me dice Cata desde un par de metros, a medio camino entre mi puesto y sus amigas- ¿Te apetece jugar un rato con nosotras? Es que somos impares y...

- Estoy trabajando- las palabras salen de mi boca antes de que pueda pensar nada más.

- Venga va, vente, si no hay nadie más que nosotras aquí- insiste la portera.

- Es que no creo que sea muy profesional...

- ¡Cata! – grita Ona desde la otra punta- ¿Venís o empezamos sin vosotras?

La portera me mira durante un par de segundos antes de contestar a su compañera sin apartar la vista de mí.

- Ir empezando sin mí.

La miro sin entender absolutamente nada y ella me dedica una sonrisa juguetona.

- Hablar con los inquilinos no estará mal visto ¿no? – pregunta sugerente sentándose al lado mío.

- ¿Qué estás tramando? – cuestiono curiosa por su acercamiento.

- ¿Yo? Nada – se excusa con inocencia - ¿Cómo te llamas?

- Guau, vas directa- comento antes de responderle- Me llamo Daniela, pero todo el mundo me llama Dani, ¿y tú?

- No me creo que no sepas como me llamo- dice muy segura de sí misma.

Yo la miro con una ceja enarcada, no la tenía por una tía tan egocéntrica, por redes no parece así en absoluto.

- No te hagas ideas raras en la cabeza- me dice señalando el montón de ropa que hay a mi lado- Asumo que esa camiseta es tuya, más que nada porque no hay nadie más aquí aparte de nosotras.

En cuanto Cata señala mi camiseta de la selección, con el dorsal de Irene Paredes, entiendo su reacción a mi pregunta y empiezo a ponerme roja.

- Estaba tratando de no parecer una fan loca- me excuso evitando su mirada porque me pone muy nerviosa- no quería que os sintierais incómodas.

- Ey, no pasa nada, sabemos que cabe la posibilidad de que nos reconozcan por la calle, aunque no es lo más habitual.

Yo asiento sin saber muy bien qué decir, su cercanía me pone nerviosa, pero no en el mal sentido, sino al contrario, hace que se me líen las palabras en la cabeza y se me trabe la lengua.

- Supongo, entonces, que te gusta el futbol ¿no? - pregunta para romper el silencio.

Madre mía el ridículo que estoy haciendo, se debe pensar que soy tonta o algo por el estilo.

- Sí, me gusta el futbol, aunque no lo juego- aclaro pensando que esa podía ser su siguiente pregunta.

- Por tu camiseta intuyo que eres del Barça- dice orgullosa la portera.

- ¿Y si te digo que soy del Madrid? – contesto haciéndome la chula.

- ¿Eres del Madrid?

La cara de asombro de la portera es tan cómica que no puedo evitar reírme a carcajada limpia.

- Me estaba quedando contigo, soy del Barça- confieso cuando ya se me ha pasado el ataque de risa.

- ¡Pero bueno! - dice ella todo indignada chocando su hombro con el mío antes de echarse a reír.

- Eso te pasa por dar las cosas por echo y no preguntar, señorita sabelotodo- digo como si fuera una niña pequeña, incluso le saco la lengua cuando termino de hablar.

- Touché- dice levantando las manos inocentemente.

Estamos un casi una hora hablando, conociéndonos más la una a la otra. Cata no deja de hacerme preguntas, y parece genuinamente curiosa por saber mis respuestas. Estamos tan metidas en nuestra propia burbuja que no nos damos cuenta de que las chicas han terminado ya de jugar, han cogido sus cosas y están en frente nuestra.

- Parece que estáis muy entretenidas vosotras dos ¿no? – dice Jenni sacándonos de nuestra conversación, provocando las risas de las demás.

- Déjalas, Jenni- le dice Alexia a su compañera- habíamos pensado en irnos a comer, ¿os venís?

Cuando escucho la pregunta de la rubia instintivamente miro el reloj, ya son las dos de las tarde, así que me toca cerrar la piscina antes de ir a comer y tener que volver luego a las cinco.

- Oye Dani- me dice Cata mientras me estoy vistiendo, ya que durante las horas de trabajo estoy tan solo con el bañador puesto- te vienes a comer ¿no?

- Yo no quiero estorbar, además que luego a las cinco tengo que volver para el turno de tarde.

Al final las chicas me convencen y termino comiendo con ellas en un chiringuito de la playa. La verdad es que, aunque al principio me siento un poco fuera de lugar, las chicas enseguida se encargan de hacerme sentir cómoda, sobre todo Cata, con quien he empezado una curiosa dinámica en la que no paramos de picarnos la una a la otra. 

ONE SHOTS- FUTBOL FEMENINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora