🏍️ MAPI LEÓN III 🏍️

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N/A: Buenas, buenas.... Sé que me he hecho de rogar con este One Shot pero aquí tenéis la tercera parte del especial de nuestra leona con la mecánica, y hoy sí que sí prepararos porque la cosa viene que arde!!! Yo ya aviso de que la temperatura subirá así que cuidadito si lo leéis en publico jijiji... Espero que lo disfrutéis, y que, como siempre, le deis mucho amor. Os leo en comentarios !!! Besos!!!


- ¿Vas a venir o empiezo sola?

En cuanto escucha mis palabras, sale de su trance y en dos segundos la tengo delante mía. 

- No juegues con fuego si no quieres quemarte- me susurra antes de comerme la boca como si no hubiera un mañana. 

- ¿Quién dice que no quiero quemarme? - pregunto desafiante cuando nos separamos por falta de aire. 

Ella sonríe ladinamente mientras veo como sus pupilas se dilatan. Siento sus manos bajando por mi espalda, navegando por la curva de mi cintura hasta que dan con mi trasero, dónde deja una nalgada, haciendo que un gemido gutural se escape de mi garganta.

- ¿Estás demasiado vestida no? - digo enredando mis manos en el bajo de su camiseta.

Ella se separa un poco de mí y extiende sus brazos dándome a entender que quiere que le quite yo misma la camiseta, así que así lo hago. Según voy subiendo la tela blanca, y va quedando expuesto su torso, me voy calentando más y más. Noa está que se parte de buena, y cuando queda solo con su bralette negro, no puedo evitar dejar un beso entre sus pechos, haciendo que un escalofrío le recorra el cuerpo. 

- No pares- dice mirando hacia abajo haciendo referencia a sus pantalones mientras se descalza. 

Bajo mis besos por su abdomen, hasta llegar a la cinturilla del pantalón, el cual desabrocho mientras la miro directamente a los ojos. Poco a poco deslizo la prenda por el largo de sus piernas hasta que queda tendida en el suelo. De la que subo por su cuerpo hasta llegar a su boca, dejo un beso húmedo sobre su tanga rojo de encaje.

- Me vas a volver loca Mapi- dice con la voz más ronca de lo habitual debido al deseo.

No me resisto más y la beso como llevo queriendo besarla desde hace horas. Noa me devuelve el beso con la misma intensidad, nuestras lenguas se buscan y pelean por ver quien lleva el control del beso, el cual acaba ganando la mecánica, que, ni corta ni perezosa me toma de los muslos haciendo que enrolle mis piernas en su cintura.

Acabo con mi espalda pegada a la pared, y con la boca de Noa perdida en mi cuello, dejando un rastro de besos húmedos que alteran todas las células de mi organismo. Cuando llega a ese punto sensible detrás de mi oreja no puedo contener el gemido que se me escapa. 

- ¿Tan ansiosa estás? - pregunta la mecánica susurrando en mi oído con su voz aterciopelada. 

- No puedo no estar ansiosa si te tengo a ti entre mis piernas. 

Antes de que pueda reaccionar, caigo de espaldas a la cama con ella encima mío, que no tarda en volver a besarme, pero esta vez es un beso necesitado, cargado de lujuria y placer. Sus labios poco a poco bajan por mi cuello hasta llegar a mis pechos, donde no duda en morder, succionar y besar a su antojo. No tengo dudas de que dejará alguna marca.

- Ah... no me...  totures más- digo entrecortada por el placer. 

- ¿Qué quieres?- me pregunta bajando por mi vientre- si no me dices lo que quieres yo no....

- A ti... ahh- gimo cuando deja un beso sobre mi centro- te quiero  a ti.

- ¿Qué quieres exactamente de mi? - sus manos juegan con mis pechos mientras ella reparte besos y mordiscos por mis muslos.

- Mhm... lo quiero todo de ti- confieso extasiada- tu boca... tus manos... tus tetas... tu....ahh- antes de que pueda terminar de hablar siento como su lengua recorre todo mi centro.

Me agarro a las sábanas de la impresión, arqueando mi espalda por el placer, y buscando estar más cerca de la boca de Noa, que sigue devorando mientras se agarra de mis caderas. Una de sus manos empieza a subir por mi vientre hasta acunar uno de mis pechos, jugando con mi pezón, pellizcándolo justo cuando esto a punto de alcanzar el clímax. 

- Todavía no Leona- dice desde abajo.

- No creo aguantar más- digo anhelando más de su tacto.

- Quiero que me mires cuando te corras, quiero que veas que soy yo quien te hace tocar el cielo- dice mientras bombea dos de sus dedos en mi interior.

Entrelazo mi mirada con la suya, incapaz de reprimir mis gemidos mientras incrementa la velocidad de sus dedos mientras que con su boca se encarga de mi clítoris, haciendo que las sensaciones sean cada vez más y más fuertes, hasta que en cuestión de segundos, extasiada, me dejo ir en su boca. 

En este momento no existe nada más que Noa para mí, quien no tarda en subir por mi cuerpo para luego besarme, aún con mi sabor en su boca. 

Aprovechando que tiene la guardia baja cambio las tornas, dejándola entre mi cuerpo y la cama, capturando sus labios  con los míos, saboreándome en ella.

- Ahora me toca a mí- digo con tono sensual en su oído antes de volver a besarnos- Boca abajo.

Noa hace caso a mis palabras y, bajo mi atenta mirada, se gira sobre la cama quedando tal y como le había pedido.

Me arrodillo en la cama para luego sentarme sobre la espalda baja de Noa, y empezar a dejar besos por su cuello y  sus hombros, bajando por su espalda escuchando sus suaves ronroneos. Deshago el camino de besos volviendo a su cuello para luego morder el lóbulo de su oreja suavemente, tirando un poco de él. 

- Ponte en cuatro mecánica- digo mientras me hago a un lado para dejarla moverse.

Entre risas, y alguna que otra caricia, Noa se coloca tal y como le he pedido, y acto seguido me coloco detrás de ella.

- El pecho contra la cama mecánica- digo acariciando su culo, que la verdad me vuelve completamente loca. 

Ella se coloca y levanta su culo rozando contra mí, haciendo que no pueda evitar inclinarme para dejar un mordisco sobre su nalga izquierda. 

- Creo que esto estaría sobrando ¿no?- digo colando mis dedos por el elástico de su tanga para acto seguido bajarlo, dejándola totalmente expuesta. 

Acerco mi boca a su centro, saboreándola igual que ha hecho ella hace un momento conmigo.

- Todavía ni hemos empezado y ya estás empapada- digo pasando mi brazo por su vientre, pegándola más a mí.

Hundo mi lengua en su centro, disfrutando de los gemidos que inundan la habitación aunque la almohada intente de silenciarlos. Sus piernas tiemblan después de unos minutos, y escucho como se queja cuando me separo de ella. Con el brazo que tengo en su vientre la ayudo a incorporarse, pegando su espalda a mi pecho y perdiendo mi mano entre sus piernas. 

Noa se agarra a mis piernas para no perder el equilibrio mientras poco a poco todo su cuerpo se va tensionando hasta explotar en un orgasmo que nos deja a las dos tumbadas en la cama, intentando recuperar el aliento. 

- ¿Cansada futbolista? - pregunta coqueta pegando su cuerpo al mio.

Yo niego, sintiendo el deseo crecer de nuevo en mí.

- Perfecto, porque esto solo acaba de empezar- dice antes de volver a comerme la boca, enredando su lengua en la mía. 




ONE SHOTS- FUTBOL FEMENINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora