ONE SHOTS- FUTBOL FEMENINO

CLAUDIA PINA

N/A: Holis!!! Por aquí os dejo un One shot de una de nuestras culés favoritas, espero que lo disfrutéis y ya me diréis si queréis más partes. Nos vemos en comentarios, besos!!! 

La temporada ha terminado, y mis ansiadas vacaciones están a la vuelta de la esquina, aunque este año serán un poco diferentes. Normalmente me voy con las chicas unos días a Ibiza, es como nuestra pequeña tradición, nos tiramos un par de semanas juntas bajo el sol y luego ya cada una se va por su lado, algunas marchan a concentrarse con la selección, y otras vuelan de vuelta a su hogar para ver a sus familias. Pero este verano solo estaremos  una semana con las chicas, y si, digo estaremos porque por primera vez en mi vida voy a compartir el verano con alguien muy especial. 

Hace casi un año empecé a salir con una chica,  se mudo al piso de enfrente del mío cuando empezó el curso, empezamos a coincidir y luego una cosa llevó a la otra. Justo cuando pensé que jamás me enamoraría de alguien apareció Xenia, no conocía a nadie en la ciudad, venía de Cantabria para empezar aquí la universidad, y yo me ofrecí para enseñarle todos los encantos de Barcelona. Caí rendida ante ella pocas semanas después de conocerla, y para mi suerte, cuando le confesé mis sentimientos, me dijo que sentía lo mismo que yo, por lo que empezamos a salir. 

Xenia empezó a venir al Johan, siempre llevaba mi camiseta, esa que le di en el primer partido que vino, y yo la ayudaba a estudiar para sus exámenes. Está estudiando derecho, aunque todavía me ha confesado por qué escogió esa carrera.

Cuando terminó su último examen me dijo que no quería volver a su ciudad, pero que si que quería pasar unos días con su familia, así que empezamos a planear el verano, y la cosa quedó tal que así: la primera semana después de terminar la temporada iríamos a su ciudad, luego volaríamos directamente a Ibiza para reunirnos con las chicas, y después volveríamos a Barcelona a disfrutar del verano, aprovechando que las dos teníamos tiempo libre, ya que durante el resto del año entre sus clases y mis partidos tenemos poco tiempo para disfrutar juntas. 

- ¿Lo tienes todo? - le pregunto a Xenia, abrazándola por la espalda mientras ella cierra su maleta. Aprovecho que estamos así para dejar suaves besos por todo su cuello.

- Sí, creo que no me dejo nada- contesta dándose vuelta entre mis brazos para abrazarme ella también. 

- ¿Tienes ganas de ver a tus padres y a tu hermano?

- Me muero de ganas de abrazarlos, hace ya mucho que no los veo, y aunque hablemos casi todos los días por llamada pues no es lo mismo. 

Si no recuerdo mal la ultima vez que los vio fue por Navidad, que vinieron ellos para conocer Barcelona y la nueva vida de Xenia. Por alguna extraña razón mi novia siempre evita ir a su ciudad, tengo la teoría de que algo malo le pasó allí, cuando llegó aquí parecía estar huyendo de algo, siempre estaba en estado de alerta, como si temiera que alguien pudiera atacarla. 

El vuelo hacia Cantabria es bastante tranquilo, lo cogemos a primera hora de la mañana, por lo que aprovechamos el viaje sobre las nubes para dormir un poco. Cuando aterrizamos el padre de Xenia nos está esperando en la terminal, y, nada más verle, mi novia corre hacia él como si fuera una niña pequeña a la salida del colegio. 

- Hola Claudia- me saluda mi suegro con una sonrisa después de un par de minutos.

- Hola, Fran ¿todo bien? - le pregunto mientras le correspondo al abrazo. 

- Ahora que estáis aquí muchísimo mejor. 

El aeropuerto queda a unos cuarenta minutos de la casa de Xenia y su familia, y durante todo el trayecto en coche disfruto de las vistas, mire donde mire veo campo verde, es mi primera vez aquí y lo cierto es que, lo poco que estoy viendo, ya me está dejando fascinada.