ONE SHOTS- FUTBOL FEMENINO

🖊️ONA BATLLE II🖊️

N/A: Buenas!! Las que me seguís en la cuenta de Instagram ya lo sabéis, porque lo votasteis vosotras mismas, pero aquí os traigo la segunda parte del One Shot de Ona que subí el otro día. Espero que os guste, que los disfrutéis y que, como siempre, le deis mucho amor. Nos vemos en comentarios, besos!!!

P.D. Si queréis tener algún pequeño adelanto de mis historias, o votar por cual será mi próxima actualización (entre otras cosas jajaja) no olvidéis seguirme en Instagram (4mapi4). Nos vemos!!

No me puedo creer que haya quedado dentro de una hora en la puerta de mi hotel con una aficionada. ¿Es qué acaso estoy loca? Ni si quiera la conozco, seguro que ha sido la euforia de haber ganado el partido, sino no me explico mi comportamiento.

- ¿A qué se debe esa cara? - me pregunta Keira mientras entramos en el vestuario, donde ya se encuentran la mayoría de nuestras compañeras.

- Le he dicho a la chica de la camiseta del United de vernos en una hora en la puerta de nuestro hotel.

La inglesa me mira sorprendida, y no es para menos, pero luego una sonrisa dulce y reconfortante se dibuja en su rostro.

- Ona, tranquila, no entres en pánico. La chica parece normal, no una de esas locas de twitter, así que no tienes de qué preocuparte.

- ¿Tú crees que he hecho bien quedando con ella? - el miedo se filtra entre mis palabras.

- Creo que eso solo puedes saberlo tú, además, llevas mucho tiempo sin verte con nadie. Desde que llegaste a España no te he visto tener ni una sola cita. ¿No crees que es hora de darte la posibilidad de pasar un buen rato con alguien nuevo?

- Tengo miedo Keira, desde que lo dejé con ya sabes quien no me he sentido preparada para estar con nadie más, a pesar de las sesiones de terapia. A veces sigo pensando que todo el mundo es como ella, que me van a abandonar y que me van a mandar de vuelta al psicólogo. Pero con la chica de la camiseta del United he sentido una chispa que hacía demasiado que no sentía, y me ha gustado esa sensación Ke.

La centrocampista me abraza, lo cual agradezco en el alma porque el miedo y los malos recuerdos empezaban ya a apoderarse de mí. Por suerte ninguna de mis compañeras ha escuchado nuestra conversación, porque sino ahora tendría varios pares de ojos encima de mí atosigando con preguntas. Amo a mis compañeras, pero en ocasiones pueden llegar a ser muy intensas.

Nos montamos en el autobús que nos lleva de vuelta al hotel, y justo cuando nos bajamos, el mister nos dice que hoy tendremos la noche libre, así que me libro de tener que ir a pedirle permiso para salir.

Ya dentro del hotel, me dirijo a la habitación que comparto con Alexia, para arreglarme un poco el pelo y cambiarme de ropa. Aunque como no tenía previsto salir esta noche del hotel, lo único que tengo es un chandal extra del club, que metí en el último minuto por si el que llevo ahora mismo se me manchaba o algo por el estilo.

- ¿Vas a salir? - pregunta Alexia entrando a la habitación seguida de Keira.

Yo me pongo roja casi al instante y es la inglesa la que responde por mí.

- Aquí nuestra Ona, que tiene una cita.

- No sabía que conocías a alguien en Sevilla- comenta la capi sorprendida.

- Bueno, es que conocer... lo que se dice conocer... no la conozco- confieso casi susurrando. Ante su mirada de madre preocupada por sus polluelos decido seguir hablando- He quedado con una aficionada, pero tranquila que parece normal. Estaba esperándonos antes cuando salimos del hotel, tenía mi camiseta del United y hubo algo que hizo que me acercara a ella. Cuando nuestras manos se rozaron al pasarme el rotulador sentí algo, no sé el que, pero un cosquilleo me recorrió el cuerpo. Al final del partido me ha sido inevitable buscarla, y hasta le he propuesto yo que nos hiciéramos una foto- comento echándome las manos a la cabeza- se va a pensar que estoy desesperada por quedar con cualquiera. Luego le dije de quedar, y en unos veinte minutos, si no se ha arrepentido, debería estar en la puerta.

La voz me tiembla para cuando termino de hablar, y tanto Alexia como Keira me abrazan.

- Ay Ona, estoy muy feliz de que te des la oportunidad de volver a conocer a alguien- me dice Alexia colocando sus manos en mis hombros- y que sea una aficionada no tiene nada que ver. Una no escoge cuándo o con quien siente algo especial. Así que no te sigas comiendo la cabeza, ve y disfruta de tu cita. Además, si no te sientes cómoda, o algo va mal, estamos solo a una llamada de distancia. Solo tienes que llamar y en seguida te sacamos de ahí.

Después de eso, Ale saca de su maleta su neceser de maquillaje, y decide maquillarme un poco, según ella para que me vea mejor, aunque lo cierto es que yo no suelo maquillarme nunca, me encanta mi cara al natural, puede que suene un poco egocéntrico, pero es así, creo que es lo que más me gusta de mí.

A la hora acordada, Keira y Alexia me acompañan hasta la puerta, y desde allí se puede ver a la chica de la camiseta del United sentada en un banco frente al hotel, aunque en la otra acera.

- Es guapa eh- comenta Alexia.

- Mucha suerte Ona- dice Keira dándome un apretón en el hombro, empujando un poquito hacia la puerta.

Cuando esta se abre automáticamente, una suave brisa me rodea, haciendo que un pequeño escalofrío me recorra, aunque la verdad es que no hace frío aún. La rubia está mirando su móvil, por lo que no me ve, así que aprovechando la situación, y para romper un poco el hielo, me acerco a ella por detrás, y golpeo suavemente mi dedo un par de veces en su hombro, pero cuando se gira hacia ese lado yo ya estoy en el otro.

- Hola- saluda tímida, igual que hace unas horas.

- ¿Llevas mucho esperando?

- Que va, acabo de llegar.

- ¿Conoces la ciudad? - pregunto tratando de sacar tema de conversación.

- Bastante sí, mi mejor amigo vive aquí desde hace unos años, y suele venir a visitarlo.

- ¿Te gustaría ser mi guía por esta noche?

- Estaría encantada- se la nota nerviosa- ¿hay algo en especial que quieras ver?

Me dan ganas de decirla que lo más especial ya lo tengo delante de mí, pero me contengo, no quiero que piense que soy una cursi o algo así, además, tampoco quiero incomodarla.

- Tienes total libertad - contesto con una sonrisa.

- Entonces ya sé donde te voy a llevar, hay un sitio que estoy segura de que te va a encantar.