CATA COLL

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No me puedo creer que esté convocada para el mundial. Desde pequeña he soñado con poder representar a mi país en algo grande, pero después de la lesión no sabía si sería capaz de hacerlo, demasiados miedos e inseguridades se apoderaron de mí, y, en un punto, llegue a pensar en dejar el futbol. Menos mal que T/N, mi amiga y compañera de quipo, estuvo ahí para mí, apoyándome y ayudándome a salir del pozo oscuro y profundo en el que me había metido. Si no fuera por ello hoy desde luego que no estaría aquí. Y lo mejor de todo es que ella también está convocada, por lo que podremos vivir esta experiencia juntas.

- Chicas atentas que voy a repartir las llaves de las habitaciones- dice Vilda con todas las tarjetas en su mano- Alexia y Jenni en la 180, Mariona y Ona en la 182, Cata y T/N en la 184...

Y así siguió hasta que todas ya teníamos claro quien sería nuestra compañera y en qué habitación nos tocaba. Subimos en el ascensor hasta nuestra planta, y mientras buscábamos las habitaciones íbamos hablando.

- Oye- dice Mariona- ¿No os parece muy raro que Rubiales vaya a estar aquí todo el mundial?

- Pues ahora que lo dices sí, normalmente los altos cargos solo vienen a los partidos importantes- apunta T/N.

- Seguro que está tramando algo- dice nuestra capitana- No me fío de él ni un poco, así por favor si veis algo u os dice o hace algo no dudéis en decírmelo. Tal y como están las cosas ahora nos tenemos que apoyar las unas a las otras más que nunca.

Una vez ya en nuestra habitación, T/N se tira de espaldas en una de las camas reclamándola así como suya.

- Ey, ¿estás bien? – digo después de un buen rato de silencio.

- Sí, bueno es que creo que hasta ahora no me había dado cuenta de que voy a jugar un mundial con la selección absoluta con tan solo dieciocho años.

- Yo tampoco termino de creerme que estemos aquí, pero vamos a disfrutarlo ¿sí? Hagamos de estos días los mejores recuerdos de nuestra vida.

- No sé que haría sin ti Cata- dijo levantándose de su cama para venir a darme un abrazo.

Esa noche consigo dormir bastante rápido, tantas horas de viaje habían acabado conmigo, y a la mañana siguiente nos levantamos, duchamos y bajamos a desayunar al comedor con todas las demás. Según entramos nos encontramos de frente con Rubiales, que nos saluda y sonríe de una forma medio extraña a T/N.

- Dime por favor que tú también has visto eso- me dice algo confusa.

- Sí que lo he visto sí.

- ¿Qué os pasa? Parece que habéis visto un fantasma- dice Aitana cuando nos sentamos en la mesa junto con ella, Alexia, Jenni y Misa.

- Nada, será el jet lag- dice T/N no queriendo comentarles nada a nuestras compañeras.

Después de desayunar nos vamos directas a entrenar, pero la verdad es que no puedo estar mucho con mis compañeras, porque para el día de hoy nos han puesto un entrenamiento a parte a las tres porteras. Durante todo el entrenamiento, Rubiales está sentado en el banquillo observando a las jugadoras, lo cual nos da a todas muy mala espina.

- ¿Por qué tendrá que estar metido en todo? – pregunta Misa refiriéndose a Rubiales que se acaba de levantar para corregirle un ejercicio a T/N.

- ¿Soy la única que lo ve o parece que solo tiene ojos para T/N?

Me abstengo de decirles lo que pasó cuando entramos al comedor esta mañana pero yo no dejo de darle vueltas a la cabeza. Tengo que hablarlo con alguien o sino voy a terminar por volverme loca.

ONE SHOTS- FUTBOL FEMENINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora