ONE SHOTS- FUTBOL FEMENINO

GEORGIA STANWAY II

N/A: Holis!! Lo primero de todo agradecer a la persona que me comentó en la primera parte de este One Shot que necesitaba segunda parte porque se me había olvidado por completo hacerla, no tengo vergüenza alguna. Pero bueno, aquí os traigo la segunda parte, os recomiendo releeros la primera, yo también he tenido que hacerlo jijiji, para volver a conectar con la historia. Y dicho esto, os dijo disfrutar de la lectura jajaja, ¿os gustaría una tercera parte? Nos vemos en comentarios, besos!!

- Ey, ¿podemos hablar? - pregunta Lena en cuanto me ve.

- Eh, sí, claro, pasa- digo nerviosa mientras me hago a un lado dejándola acceder a mi apartamento- ¿quieres tomar algo?

- Un vaso de agua estaría bien, gracias- me dice aún de pie en medio del salón.

Voy a la cocina a por el agua y aprovecho para darme un par de segundos para respirar profundamente y mentalizarme de lo que puede pasar en cuanto vaya al salón. Lena sigue de pie, no se ha quitado si quiera la mochila y eso me hace replantearme demasiadas cosas.

- ¿Nos sentamos? - propongo después de un par de minutos en los que las dos no decimos nada.

Ella asiente pero todavía no ha dicho palabra alguna, lo que no hace otra cosa que ponerme más y más nerviosa, tanto que termino yo tomando la iniciativa.

- Esto... ¿de qué querías hablar? - pregunto algo cohibida. 

- De lo que pasó antes, en el estudio, cuando...

- Nos besamos- digo terminando la frase al ver que ella no es capaz.

Lenna me mira asintiendo, pero hay algo más en su mirada, aunque no soy capaz de descubrir qué es, y mi cabeza se empeña en la idea de que ha venido para dejarme claro que no quiere volver a verme en su estudio y que nuestra amistad se termina aquí y ahora. 

- Me gustas- suelta tan rápido que casi ni la entiendo. 

- ¿Cómo? - pregunto sorprendida.

Pero ¿por qué me sorprendo? Si es exactamente lo que quería oír.

- Si es que ya sabía yo que no tenía que haberte dicho nada- dice levantándose del sofá- si es que soy tonta no tendría que haber venido, está claro que no sientes nada y que lo del beso fue un erro, hagamos como...

Antes de que pueda seguir con su monólogo, la tomo de la muñeca, ya que ha quedado de espaldas a mí, y la giro para estampar mis labios contra los suyos, es lo primero que se me ha ocurrido para que dejase de hacerse ideas que no son respecto a lo que yo siento o dejo de sentir por ella. 

Después del shock inicial Lenna me sigue el beso, que poco a poco va escalando hasta que nos tenemos que separar por falta de aire. Cuando esto ocurre aseguro mis brazos en su cintura, atrayéndola sutilmente hacia mi cuerpo, mientras que apoyo mi frente en la suya. 

- Tu también me gustas- confieso en un susurro.

- ¿De verdad? - cuestiona mirándome intensamente a los ojos.

- De verdad, hace tiempo que no te veo solo como una amiga, pero me daba miedo reconocerlo y antes cuando me dijiste que lo mejor era olvidar lo del beso pues... pues pensé que tú no sentías nada por mí y que iba a hacer el ridículo si no te decía yo también de olvidarnos de ese beso. 

- ¿Cómo somos tan bobas inglesita?

Me encojo de hombros sonriente, y me inclino hacia ella para volver a juntar nuestros labios. Esta vez no duda ni un segundo en corresponderme el gesto mientras enreda sus brazos en mi cuello. Aprovecho que tengo el sofá a mi espalda para dar un par de pasos para atrás causando que las dos caigamos sobre el mueble, ella encima de mí. En ese momento un pequeño gemido de dolor se escapa de mis labios.

- Mierda, el tatuaje- dIce Lenna levantándose de encima mío, haciendo que las dos quedemos sentadas y acto seguido nos echemos a reír. 

- ¿Te quedas a cenar? - pregunto con una sonrisa mientras le coloco un mechón de pelo detrás de la oreja. 

- ¿Tú quieres que me quede? - pregunta un poco sorprendida.

- A ver, vamos a dejar algo claro ¿sí? - ella asiente- Yo te gusto, tu me gustas... y no sé tú, pero a mí me gustaría intentar algo, no estoy hablando de nada formal, al menos por ahora, pero lo que tengo claro es que no puedo seguir siendo solo tu amiga. 

- Yo tampoco quiero que seamos solo amigas- dice tomándome de las manos. 

- ¿Entonces qué? ¿Te quedas a cenar o no?

Ella asiente y entre las dos preparamos una ensalada entre risas y bromas, parece mentira que estemos así las dos, en mi cocina y robándonos besos furtivos de cuando en cuando. Después de cenar  Lenna se va a su casa, pero quedamos en que mañana me pasará a buscar después del entreno para ir al cine juntas. 

A la mañana siguiente, antes de irme a entrenar, decido llamar a las chicas. No tardan más de un par de tonos en responder a la videollamada. 

- Bon día- saluda Keira mientras desayuna con Lucy. 

- Vaya, a alguien parece que se le ha pegado el catalán- comento con sorna.

- La culpa la tiene Aitana, que está intentando que Ke sea bilingüe- apunta Lucy. 

- ¿Para qué nos llamabas? - pregunta Leah aguantándose la risa. 

- Anoche, después de hablar con vosotras, Lenna se presentó en mi casa.

- ¿Qué?- me cuestionan las tres prácticamente gritando.

- ¿Qué quería? - pregunta Keira.

- ¿Habéis hablado? - esta vez es Lucy.

- Chicas dejaros de preguntas y dejarla hablar. Cuéntanos, ¿que pasó G?

Les cuento lo que pasó ayer con lujo de detalles, parecemos un grupo de quinceañeras en el patio del colegio.

- Al final resulta que Lucy tenía razón- dice Keira chocando su hombro con la recién nombrada. 

- ¿Y tú como te sientes? - es Leah la que me pregunta. 

- ¿Pues cómo me voy a sentir? Feliz, al final todo los miedos que tenía en la cabeza eran solo eso, miedos, ansiedad... Pero no quiero hablar más de algo que no pasó. 

- Bueno que, ¿cuándo quedamos las cuatro y nos la presentas? - pregunta Lucy, haciendo que mis otras dos amigas empiezan a emocionarse con la idea. 

- ¿Qué os parece si en el parón de navidades hacemos algo? No sé a lo mejor un viaje o... - propone Leah. 

- Ay sí, hace mucho que no hacemos un viaje juntas- dice Keira emocionada. 

- ¿Y si vamos nosotras tres a Munich para tu último partido antes de la parada de selecciones de navidad? Tanto Leah como nosotras ya habremos jugado nuestro último partido, y tenemos unos días libres antes de concentrarnos con la selección, ¿qué me decís?

Todas asentimos ante la propuesta de Lucy y quedamos en hablar más adelante para organizarlo todo bien. Madre mía, no me creo que vaya a presentarles a Lenna a mis mejores amigas.