CATA COLL II

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N/A: Buenas!! Por aquí os dejo la segunda parte del One Shot que hice hace ya un tiempito de Cata y una socorrista, espero que os guste y que le deis mucho amor. Además si las cosas no cambian hoy estaré todo el día subiendo actualizaciones, así que muy atentas a las notificaciones. Nos vemos en comentarios, besos!!!


Después de comer con las chicas vuelvo a la piscina, las tardes suelen ser más movidas, hay más niños correteando por todos lados y tengo que estar con mil ojos para que no pase nada. 

Cuando llega la hora de cerrar la piscina, y después de despedir a todos los vecinos que habían pasado la tarde aquí, me visto, recojo mis cosas y me aseguro de que todo esté en orden para poder cerrar. 

Camino hacia la verja con las llaves en la mano y, para mi sorpresa, había alguien allí esperándome. 

- Pero bueno, ¿qué haces tú aquí? - pregunto viendo a una Cata muy sonriente, vestida con un bikini y un pareo negro a juego con sus gafas de sol. 

Mientras cierro la puerta de la piscina siento su mirada clava en mí, e inevitablemente me pongo nerviosa, no solo porque es una de mis ídolas, sino porque durante la comida, y esta mañana mientras hablábamos, sentí algo con ella que no había sentido nunca antes con nadie. 

- Quería preguntarte algo- dice después de unos segundos. 

- Sorpréndeme- le digo haciéndome la chula mientras me apoyo en la puerta, ya cerrada, quedando así frente a ella. 

- ¿Te vienes a cenar conmigo? 

Me muero de ternura al ver como se sonroja, no le pega nada ponerse así de tímida.

- ¿Y las demás? - pregunto sin poder esconder mi sonrisa.

- Ya tienen planes- contesta sin dudar ni un segundo- ¿qué me dices? 

- Está bien pero tengo que cambiarme de ropa- digo aceptando su propuesta. 

- Tranquila, estamos igual, por si no te has dado cuenta vengo directa de la playa- dice haciéndonos reír- ¿Te parece que quedemos en una hora en el paseo marítimo?

- Me parece perfecto, allí te veo portera- digo empezando a caminar hacia la salida de la urbanización. 

- Hasta ahora socorrista- me responde coqueta mientras sube hacia el apartamento que tiene alquilado con las chicas. 

Llego dando un paseo hasta mi apartamento, y lo primero que hago, después de darme una ducha, es llamar a mi mejor amigo.

- Dichosos los ojos- dice cuando descuelga la videollamada- ¿y esa sonrisilla? No me lo digas, tienes una cita.

- Yo no diría que es una cita, pero sí, he quedado con alguien. 

- ¿Y me lo piensas contar o te lo voy a tener que sacar con cuenta gotas?

- Es que cuando te lo cuentes no te lo vas a creer- comento para después soltar una risilla. 

Le cuento todo mientras que, con su ayuda, escojo el outfit para la cena. Cata no me ha dicho a dónde vamos a ir, así que opto por un vaquero roto, un top lencero y mis samba.

- Es que no me puedo creer que vayas a salir con mi jugadora favorita, pienso en tu pobre amigo y pídele un autógrafo o algo anda. 

- Tengo que dejarte Enzo, que sino voy a llegar tarde, mañana te llamo.

- Hasta mañana Dani, disfruta de tu cita con Cata- dice moviendo sus cejas arriba y abajo. 

- Que no es una cita- digo antes de colgar la llamada.

Salgo del apartamento después de revisar que llevo todo y pongo rumbo al paseo marítimo, cuando estoy llegando veo que Cata viene justo de frente. 

- Parece que vamos sincronizadas- dice cuando nos encontramos. 

Nos saludamos con dos besos y, cuando nos separamos, me doy cuenta de que lleva consigo un par de cajas de pizza.

- Igual ha sido un atrevimiento esto- dice señalando las cajas- pero había pensado que podíamos comerlas en la playa mientras vemos el atardecer. 

Otra vez se ha vuelto a poner roja, lo que hace una pequeña sonrisa se dibuje en mi rostro. 

- Me parece un plan perfecto- digo sincera, porque es verdad, me parece un plan de la ostia, y la verdad me ha sorprendido, no me esperaba esto para nada. 

A estas horas ya no queda mucha gente en la playa, así que nos acercamos a la orilla lo más que podemos, y Cata, volviéndome a sorprender, saco de su bolsa una toalla que extendemos entre las dos, para luego sentarnos y cenar mientras hablamos de todo y de nada. 

- Estoy segura de que te encantaría Mallorca- dice después de que me estuviera contando cosas de su tierra- Aunque esto no tiene nada que envidiarle- dice mirándome con una sonrisa. 

- Lo voy a echar mucho de menos cuando termine el verano- confieso sin darme cuenta, pensé que no lo había dicho en alto. 

- ¿Por qué dices eso? - me pregunta curiosa. 

- Porque en cuanto termine el verano me voy a Barcelona a estudiar.

Por dentro estoy llena de miedo, llevo ya un par de años viviendo sola, pero no es lo mismo estar  a una hora y pico de coche de la familia, que estar en la otra punta del país. 

- ¿En serio?- me pregunta Cata sorprendida. 

- Sí, ya tengo todos los trámites hechos, y tengo apalabrado un apartamento, si nada cambia a mediados de septiembre me estaré mudando. 

- Eso es increíble- dice con una sonrisa de oreja a oreja. 

- ¿Por qué tan contenta? - pregunto sorprendida por su reacción. 

- Porque podré verte más seguido en Barcelona- confiesa coqueta. 

- ¿Y si yo no quiero verte? - pregunto para picarla mientras me acerco un poco más a ella. 

- Pues ya me las ingeniaré para que quieras verme- dice acortando centímetros entre nosotras.

- ¿Ah sí? ¿Y qué vas a hacer? - pregunto casi sobre sus labios.

- No sé, se me ocurren varias cosas- dice casi susurrando- se me ocurre por ejemplo que te puedo enseñar la ciudad- acto seguido deja un beso en mi mejilla, muy cerca de la comisura de mis labios- podemos ver todos los atardeceres del mundo en la playa- dice dejando un suave beso en la línea de la mandíbula- O simplemente puedo hacer esto- sentencia antes de terminar con la distancia que nos separa y juntar nuestros labios en un beso lento y sensual- ¿Crees que ahora querrás verme en Barcelona o...?

- No sé, ¿a ver? Creo que se te han quedado un par de planes por aquí- digo antes de volver a juntar nuestros labios. 

No sé por cuanto tiempo nos besamos, solo sé que yo he terminado sentada a horcajadas encima de la portera, y que las dos tenemos la respiración agitada cuando nos separamos por falta de aire. 

- ¿Qué haces mañana? - me pregunta asegurando sus brazos en mi cadera para que no me mueva del sitio. 

- Pues mañana es mi día libre de la semana, así que no hago nada ¿por?




N/A: gracias a todas las que habéis llegado hasta aquí... ¿os gustaría leer más partes de esta historia? Os leo en comentarios, besos!!

ONE SHOTS- FUTBOL FEMENINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora