18. La amenaza de Arthur se hace evidente

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A la mañana siguiente, la atmósfera en el salón resonaba con la sorpresa y la emoción de los recién nombrados caballeros sacros. Anne, aunque inicialmente dubitativa debido a su percepción de no haber contribuido lo suficiente en la batalla del día anterior, fue persuadida por Meliodas para unirse al grupo, recordándole su valiosa ayuda en la evacuación del pueblo durante el conflicto.

-Bienvenidos a todos, son unos caballeros encantadores -todos giraron sus miradas hacia la figura que había ingresado al salón- He oído cómo lucharon por nuestro reino y el pueblo el otro día... -Leonor dirigió sus palabras a los nuevos caballeros-. Yo también quería expresarles mi gratitud. Estoy verdaderamente agradecida.

-¡Es tan hermosa como Helaine! -exclamó Percival, con sus mejillas sonrojadas y su expresión chibi, mientras algunos presentes se emocionaban y otros se sentían celosos por la belleza y la juventud de la recién llegada-. No sabía que Tristán tuviera otra hermana.

-Llegas tarde, ¿lo sabías? -intervino Meliodas con su fingida seriedad, sus palabras susurradas cerca del oído de Leonor mientras sus manos se aventuraban de manera descarada hacia su pecho.

-La gente nos está observando... déjame en paz.

Los tres compañeros de Percival cayeron hacia atrás, sorprendidos por la audacia del rey, mientras Leonor forcejeaba para apartar a Meliodas.

-¡Oye, no se toca a una dama sin su consentimiento! -exclamó Anne con furia, sus mejillas encendidas-. Espera... Si ese enano es el rey, entonces ella es...

-Sí, ella es mi esposa -respondió Meliodas, mientras se frotaba el chichón en la cabeza- La reina Leonor, lo que significa que... -se cruzó de brazos, exhibiendo su característica sonrisa-. Tristán y Helaine son mis hijos con Leonor.

Los sueños de Anne se rompieron en el momento que comprendió la situación... ¡El rey era un pequeño pervertido!

Los reyes y los jóvenes se dirigieron al comedor, donde el resto de sus amigos los esperaban.

-¡Siento la espera, tuve algunos asuntos que atender, pero ya están resueltos! -anunció el rey al entrar.

-¡Hola a todos! -saludó Tristán al incorporarse- ¿Descansaron bien?

-Apúrense, tomen asiento a mi lado -instó Lancelot a los recién llegados.

-Anne -saludó Isolda levantando la mano.

-¿Todavía están en pijama? -preguntó Helaine desde su lugar junto a su madre, mientras su hermano estaba al frente y Lancelot a su lado izquierdo.

-¡Hey, chicos! -Percival se acercó al gran comedor- ¿Ya desayunaron?

-¿Eso es lo primero que dices? -reprochó ella molesta.

-Hola, Helaine -respondió Percival con una sonrisa, pero luego se dio cuenta de que faltaba alguien- No veo a Gawain por ningún lado...

-Aquí estoy, y fui la primera en llegar -anunció Gawain desde una posición peculiar, flotando su cabeza trasera en el pecho de Isolda- Disculpa, Isolda, ¿podemos continuar nuestra conversación sobre el amor de ayer?

-¡Oye, no te flotes en mi amiga! -las manos de Helaine se colocaron fuertemente sobre la mesa.

Meliodas presentó a Thetis como la maga personal de Leonor, marcando así el inicio de la reunión. El rey Meliodas se adelantó para compartir una revelación impactante: los caballeros de la profecía estaban destinados a destruir el mundo que el rey Arthur había creado. Explicó que, a través del poder del caos, Arthur había erigido un nuevo reino en una dimensión diferente a la de las hadas y los demonios, haciendo que la imagen completa de este mundo fuera extremadamente difícil de penetrar. Sin embargo, la verdadera incertidumbre residía en el desconocimiento del primer movimiento por parte del otro lado. Aunque era mera especulación, Thetis sugirió que la construcción del reino de Camelot podría tener un precio muy alto.

Everywhere I Go |Lancelot o Percival Donde viven las historias. Descúbrelo ahora