29. La traidora 🌸

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Percival apareció acompañado del caballero a quien había vencido, y Anne se aproximó con la intención de examinar su estado. Sin embargo, él la desatendió y dirigió su inquiridora mirada hacia el caballero.

—Revela todo lo que sabes acerca de la princesa Helaine y de mí —demandó Percival con voz grave.

—La "Nebulosa Protectora" es una habilidad mágica de la princesa Helaine... que envuelve a ella y a aquellos cercanos en una nebulosa mágica... ofreciendo protección casi impenetrable contra ataques —respondió el caballero con voz débil y entrecortada.

—¿Acaso eso explica por qué uno de vosotros se la llevó? —interrogó Anne con voz cargada de inquietud.

Fue entonces cuando Percival advirtió la ausencia de Helaine y, con mirada grave, se volvió hacia Lancelot, quien permanecía de espaldas.

—Este poder no solo protege, sino que también puede potenciar las habilidades mágicas de quienes se encuentran dentro de la nebulosa... creando un escudo formidable... que hace a Lady Helaine y a sus aliados casi invulnerables... El rey Arthur ansía apoderarse de ella para usar esta habilidad y asegurar su dominio absoluto... eliminando cualquier amenaza, incluidos los Cuatro Caballeros del Apocalipsis.

—Más les vale que nos devuelvan a Helaine —declaró Lancelot con firmeza y determinación.

—Ella se fue por voluntad propia. Su princesa es una traidora —respondió la única mujer entre los adversarios con tono desdeñoso.

—Eso no es cierto; ella nunca nos traicionaría —Percival, perplejo, notó que no escuchaba a los demás discutir, lo cual le resultó extraño.

—No ofreció resistencia. Además, mencionó que sabían dónde estábamos gracias a ella —dijo Anne.

—Seguramente la amenazaron, ¿no? —insinuó Percival con desconfianza a Anne y a los demás.

—Ciertamente, debe haber una explicación para todo —replicó Tristán—. Ella no aceptaría algo tan ruin.

Percival asintió en acuerdo, aunque Lancelot se había mantenido en silencio durante todo este tiempo. Los demás dudaban de la lealtad de la princesa hacia Liones.

El caballero comenzó a relatar los acontecimientos de aquella noche en la que Varghese desapareció de Camelot junto con Percival.

—Sabía que eras un espíritu de vida... ¡Uno que adquirió consciencia propia dentro de su recipiente humano!... No eres humano, ni demonio, ni diosa, ni gigante, ni nada... De hecho, no eres prácticamente nada ni nadie en absoluto... Puedes imaginar la desesperación de Ironside, al saber que, si tú ganabas consciencia propia, perderías todo valor como recipiente... Su presentimiento no solo se cumplió, sino que te convertiste en uno de los caballeros de la profecía que amenaza a su hijo y a todos nosotros... Pero sí, tú nunca debiste haber nacido en este mundo.

En otro lugar, Helaine se encontraba sentada en su cama, con la vista hacia el balcón. Alguien entró en su habitación, pero la princesa no respondió.

—¿Por qué estás aquí, Helaine? —Jericho, con su traje puesto y el cabello suelto, se acercó.

Al enterarse de que habían encontrado a la princesa, Jericho se apresuró a verla para confirmar los rumores.

—¿Arthur sabe que estás aquí?

—Él lo sabe todo —respondió Jericho, frunciendo el ceño mientras se acercaba a la joven- No debiste venir.

—¿Y por qué no? —replicó Helaine con un susurro.

—Tu gente te aguarda en el otro lado. Debiste luchar, no rendirte.

Everywhere I Go |Lancelot o Percival Donde viven las historias. Descúbrelo ahora