20. Almas divididas

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Helaine estaba frente a un frondoso manzano en el bosque. El lugar le era conocido; si avanzaba un poco más, vería el reino de Liones, su hogar.

-¡Aquí estás! -exclamó un pequeño rubio, agarrándola del brazo con evidente enfado- ¡Te he estado esperando más de veinte minutos! ¿Por qué llegaste tan tarde?

-¿Lancelot?

-¿Eh? ¿Desde cuándo dices mi nombre completo? -él soltó su brazo y arqueó una ceja mientras la niña ladeaba la cabeza confundida- Siempre me llamas Lans, o con ese tonto apodo tuyo -le dio un leve golpe en la frente con dos dedos y ella se quejó- ¿Me estás escuchando?

-Uy, sí.

-¡Helaine! ¡Lancelot! -les llamaba Tristan desde lejos.

Lancelot fue el primero en correr hacia su encuentro. Aunque la diferencia de edad era mucha, él adoraba a Tristan como un hermano mayor. Helaine admitía sentir celos de esa relación.

-¿Tristan? -se dispuso a buscarlo.

-Princesa Helaine -una voz resonó detrás de ella.

El panorama cambió a un tono amarillo. Ya no era una niña, sino una adolescente. Frente a ella estaba el rey Arthur, con una sonrisa que mostraba en sus ojos el poder del caos. Sin embargo, parecía obligado a desaparecer de ese lugar como un fantasma.

-¿Por qué me sigues atormentando?

-No es esa mi intención, créeme -caminó hacia ella para estar más cerca- Nunca imaginé que una niña como tú sería mi enemiga.

-Si atacas a mis amigos, claro que serás mi enemigo.

-Tu escudo es sorprendente -miró su mano, poco a poco el poder de Helaine lo obligaba a abandonar ese lugar- Mitad humana y mitad demonio -su mirada se tornó seria- No puedo aceptarte como esposa.

-¿Qué?

-Nuestros caminos están cruzados. Ginebra dice que serás mi esposa, pero me rehuso aceptarte como tal. Nunca aceptaría a los híbridos.

Su falta de aceptación hacia los híbridos se debe a su rígida visión de un mundo dominado por el Caos y sus creaciones, relegando a las razas tradicionales y a los seres híbridos a un segundo plano o considerándolos obstáculos para su visión.

-A mí qué me importa eso. Jamás me ataría a alguien como usted. ¿Y quién es Ginebra?

-Pensamos igual, y sobre lo otro, eso no te incumbe. Solo vine a destruirte -la mano del rey Arthur se acercó al rostro de la adolescente.

Ella cerró los ojos y él estaba por tocarla, pero una fuerza sorprendente lo jalaba lejos de ella, desintegrando sus extremidades poco a poco.

«Es poderoso» pensó Arthur «Sin embargo, se siente mucho más fuerte que en nuestro primer encuentro»

La "Nebulosa Protectora" es una habilidad mágica que envuelve a Helaine y a aquellos que están cerca de ella en una especie de nebulosa mágica. Esta nebulosa actúa como una barrera mental que protege sus mentes de ser vistas por el oráculo, impidiendo que pueda vislumbrar su futuro o el de quienes estén bajo su protección. Es una habilidad defensiva que resguarda la privacidad mental y la seguridad de aquellos que la poseen.

El rey Arthur sonrió antes de ser expulsado de la mente de la princesa. Helaine se levantó exaltada, dándose cuenta de que estaba en su habitación. Se bajó de su cama y fue al balcón, abriendo la puerta de paso. Suspiró al ver el paisaje de Liones.

-¡Helaine! ¿Estás despierta? -su padre pasó a la habitación sin tocar, lo cual enfureció a la menor.

-Oye, ¿por qué siempre entras sin tocar? Esta es la habitación de una señorita.

Everywhere I Go |Lancelot o Percival Donde viven las historias. Descúbrelo ahora