24. El Doble Filo del Destino

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-Fue hace dieciséis años -comenzó a hablar Tristán-. Un nuevo enemigo apareció e infundió miedo en el reino de Liones. Este demonio usaba a una bestia de nueve colas, considerada la más poderosa de las nueve creadas por las antiguas deidades. Fue algo inesperado. Aun así, logramos contenerlo; lo sellaron en mí para evitar una masacre y, desde esa noche, he tratado de controlarlo. Al principio, también me odiaba por ser un demonio, pero con el tiempo su actitud cambió. Ahora, lo único que quiere es matarlos a todos -miró a los demonios que Percival estaba curando.

Helaine observó a los demonios, quienes no disimulaban su desagrado hacia ellos.

«¿Así es cómo se siente ser odiado por la gente?»

Tristán se levantó y dijo que se iba a descansar, mientras los demás continuaban con su entrenamiento. Chion lo siguió; Helaine también quería ir, pero Sarada se lo impidió.

-Tomemos un respiro -dijo Sarada después de golpear a Helaine, haciendo que ella derribara algunas rocas.

-E-está bien -respondió Helaine, intentando ponerse de pie. Miró su brazo, donde su camisa estaba rasgada por el golpe que recibió del zorro. Suspiró. Era un regalo de Lancelot, y luego tendría que coserlo.

Ambas estaban sentadas sobre unas rocas. Sarada le dio agua mientras Helaine se disculpaba por haberla golpeado antes. Sarada le dijo que lo olvidara y la felicitó por su fuerza. Donny apareció y fue a hablarles.

-¡Helaine! ¿Terminaste tu entrenamiento?

-Estoy tomando un pequeño descanso.

-Oh, me imagino que te va de maravilla.

Helaine rió nerviosa; nunca pensó que entrenar con su tía sería tan duro. Observó el entrenamiento de Percival; él aún no había logrado golpear a Lancelot con la espada.

-Se está moviendo demasiado lento.

-¿Te refieres a Percival? ¡Se está esforzando un montón! ¡Seguro que lo conseguirá!

-Nunca dije que no lo haría. Lancelot suele ser muy estricto con los entrenamientos, y espera que Percival descubra el modo por sí mismo. A veces la gente necesita un pequeño empujón, ¿no? -lo miró de reojo, y Donny se rascó la nuca.

-Ya lo entendí.

-No solo nosotros... -cerró los ojos con una sonrisa-. ¡Todos confiamos en Percy!

De repente, un ruido, como una explosión, resonó en el campo de entrenamiento; ambos voltearon, impactados.

-¡Ese es el mini Percival! ¡Cómo han crecido!

-Este Percival se ve tan confiado -ella frunció el ceño y corrió hacia ellos.

-Atrás, princesa -dijo el crecido mini Percival, y la pelirrosa se sorprendió-. No quiero que te lastimes -le sonrió con seguridad. Lancelot frunció el ceño por el tono de ese mini Percival hacia la chica-. ¿Te importa si peleo en lugar de este tipo? -le dijo a Lancelot, señalando al verdadero Percival.

-Por mí, bien. Vamos a probar tu fuerza.

El mini Percival agarró la espada con habilidad y atacó directamente a Lancelot. Sin embargo, el rubio contrarrestó, atravesando su mano por el estómago del mini Percival. Pero como este era un alma, no le afectó el ataque. Sonrió mientras se preparaba para golpearlo con la espada desde atrás, lo que hizo que Lancelot saliera arrastrado por el suelo.

-No te sorprendas tanto, hermano -le dijo al verdadero Percival cerca de él-. Eres mucho más fuerte y valioso que yo.

-Pero... ¿Qué cosa eres tú?

Everywhere I Go |Lancelot o Percival Donde viven las historias. Descúbrelo ahora