-Narra Marc-
Toqué con mis nudillos la puerta de la casa al comprobar que no había timbre, y Nevaeh no tardó en abrir la puerta. Aún estando en chándal y con esa coleta tan mal hecha, estaba preciosa.
- ¿Qué haces aquí? -Me preguntó mientras se escondí tras la puerta, probablemente avergonzada por su atuendo-
- Me cansé de la ciudad y vine buscando algo más rústico.
- Eres idiota.
Me dedicó una sonrisa, y por primera vez en el día vi que era sincera, que no había miedo ni desconfianza.
- ¿Me dejas pasar?
Ambos sabíamos que aquella pregunta escondía mucho detrás. Si me dejaba entrar me estaría dejando ver una parte de su vida que no quería compartir con todo el mundo. Y, aunque a mucha gente le resultaba fácil mostrar cómo es y abrirse a los demás, ni a Nevaeh ni a mí nos hacía demasiada ilusión compartir ciertos aspectos de nuestras vidas con los demás. Finalmente, y tras varios minutos de completo silencio, abrió del todo la puerta, ofreciéndome así entrar. Pasé y ella cerró la puerta a mis espaldas.
- Sólo te pido que seas... Discteto si vas a salir, es un pueblo pequeño y las noticias vuelan... Aquí todos saben que estoy saliendo con Joel porque sus abuelos viven aquí, y como se enteren de que he estado con otro chico en una zona tan apartada...
- Estoy acostumbrando a ser discreto con las chicas, no te preocupes.
- No intentes quedar como un mujeriego conmigo Marc, con la gente que no te conoce puede funcionarte, pero yo te conozco.
Me miró a los ojos, y sentí ganas de besarla hasta desgastarle los labios, una ansiedad que nunca antes había experimentado. No quiero decir que nunca me había enamorado antes, ni que no hubiese sentido ganas de besar a una chica, pero con esa intensidad...
- ¿Cuánto tiempo llevas siendo mi fan, Nevaeh?
Ella guardó silencio, probablemente intentaba recordar el tiempo exacto.
- Viendo tus carreras dos años, siendo tu fan... Año y medio.
- ¿Y en esos seis meses qué hiciste?, ¿odiarme?
Ella comenzó a reír y negó con la cabeza.
- Probablemente necesité esos seis meses para descubrir el porqué tú no eras como el resto de tus compañeros, Marc.
Quería hacerle un millón de preguntas más. Conocerla mejor, como ella me conocía a mí. Pero de repente salió corriendo en dirección a otra habitación, y yo la seguí sin esperar invitación por su parte.
-Narra Nevaeh-
Me encontraba cocinando una apetecible lasaña cuando de pronto escuché que alguien tocaba la puerta. Pensé que sería algún vecino que me había visto llegar y se pasaba a saludar, y aunque en ese momento sólo me apetecía estar sola y lo último que deseaba era hablar con alguien, en el pueblo no valían ese tipo de excusas. Simplemente debía ser educada. Así que dejé la lasaña en el horno y fui a abrir, rezando para que, fuese quien fuese, no estuviese demasiado rato allí. Pero al abrir la puerta y ver la Marc, sólo quise que la tierra me tragase. ¿Acababa de verme en chándal y con una coleta de caballo mal hecha? Aquello debería ser ilegal. Finalmente le dejé pasar, y aunque la conversación que estábamos teniendo era bastante interesante, comencé a escuchar el timbre del horno a lo lejos. ¡Mierda, la lasaña! Corrí hacia la cocina, con Marc siguiéndome de cerca, y me puse los guantes antes de sacarla con prisa de allí. Medio minuto más y se habría quemado.
- ¿Sabes cocinar?
Dejé la lasaña sobre la mesa mientras mirada a Marc. Asentí y él sonrió.
- Nunca tuve una novia que supiese cocinar.
- Apúntate a Masterchef, a lo mejor tienes suerte y todo.
Sí, había sonado estúpida e incluso me había puesto celosa imaginando a las novias de Marc cocinando platos incomibles que él se veía incapaz de masticar siquiera. Pero verle reír por mi comentario... Fue increíble, hacía tiempo que no me sentía tan bien por hacer reír a alguien.
Nos sentamos a la mesa, y dejé que Marc hiciese docenas de piropos basándose en mi manera de cocinar. Pero mi móvil interrumpió aquel momento tan divertido y cercano. Pensé que serían mis padres o mi hermano pidiendo una explicación por la decisión tan precipitada que había tomado al irme a la casa del pueblo, pero, una vez más, me equivocaba. Era Joel.
- ¿Todo bien? -preguntó Marc al ver mi cara de disgusto-
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Conociendo a mi ídolo |Marc Márquez| [FINALIZADA]
FanfictionNevaeh es una estudiante de bachillerato de diecisiete años normal y corriente que tiene como pasión las motos. ¿Qué pasaría si conociese a Marc Márquez, su ídolo, y además sospeche que éste comienza a sentir cosas por ella? SEGUNDA TEMPORADA YA DIS...