Conociendo a mi ídolo |Marc Márquez| [FINALIZADA]

Capítulo 36: Estoy enamorado de la novia de mi hermano

Al salir de mi último examen, el de latín, me fijé en que una chica que se había presentado conmigo a ese mismo examen se acercaba a mí.

- Hola, ¿eres la novia de Marc, verdad?

Ladeé la cabeza, sin saber qué contestar. Ni siquiera nos habíamos sentado a definir o a ponerle nombre a nuestra relación.

- Bueno.. Nosotros...

- Vi la portada de la resista y ese programa donde habló su ex. 

Suspiré al ver que tenía las ideas claras y acabé asintiendo.

- Sí, soy la novia de Marc.

- Dios, no puedo creerlo, yo soy muy fan de Marc y de Alex y...

- Te entiendo cielo, yo también soy fan de los dos.

- Dios, qué fuerte, ¿te importa sacarte una foto conmigo?

- Claro que no, pero recuerda que los famosos son ellos, no yo.

Ella me sonrió y nos sacamos un selfie con su móvil. De camino a la salida me contó que ella también quería entrar en periodismo, y descubrí que teníamos muchas cosas en común. Me pareció muy simpática y un amor de chica, y decidí quedar con ella para vernos al día siguiente en nuestro último día de PAU. Lo último que pensé esa mañana al salir de casa es que acabaría haciendo una... ¿Amiga? De ser así, sería la primera amiga que haría allí en Barcelona. Aparqué la moto en el garaje mientras pensaba en mi nueva amiga, y al llegar a casa encontré a Marc, que, una vez más, había salido antes de sus entrenamientos.

- Está hecho un vago, señor Márquez -le sonreí mientras dejaba la mochila en el suelo y me acercaba a él-

- Vago no, pero tengo que llevar a mi querida novia a los estudios de mediaset para que se someta al polígrafo que prometió hacer la semana pasada. 

Mierda, con tanto estudiar para la selectividad ni siquiera me acordaba de aquello. Suspiré, y besé sus labios antes de dirigirme a la cocina a preparar algo de comer.

- Date prisa, en hora y media como muy tardar tenemos que salir de casa. 

Asentí a su advertencia y prepararé una tortilla de papas para tres, aún sabiendo que Alex estaba aún en rehabilitación. Comimos mientras le contaba a Marc como me había ido en la PAU y le hablaba de la chica que había conocido, y él me relataba cómo había sido su día en el circuito.

Después de almorzar me di una ducha rápida y me preparé mientras Marc recogía la cocina, y a las cuatro en punto estábamos entrando en los estudios de mediaset. Honestamente no estaba nerviosa. Yo tenía muy claro lo que sentía por Marc, y no tenía problema en contarle a toda España que estaba enamorada de él. Cómo era de esperar, no dejaron entrar a Marc a la prueba del polígrafo, y una vez dentro de aquella sala, tan pequeña y sosa, me senté en la única silla que quedaba libre y dejé que me conectasen todos aquellos artilugios. La señora que me formularía las preguntas se presentó y me explicó que sólo me haría preguntas que se conectasen con un sí o con un no. Después, comenzó con la tanda de preguntas.

- ¿Es cierto que no tienes una buena relación con tus padres? 

Fruncí el ceño, no sabía que estarían interesados en mi vida privada. Aún así, contesté.

- Sí.

- ¿Realmente te consideras fan de Marc?

- Sí.

- ¿Sentías algo por tu ex novio?
 
Cerré los ojos, y le pedí a Dios que Joel que me perdonase eso algún día.

- No.

- ¿Crees que Marc es el hombre de tu vida?

- Sí.

- ¿Es cierto que tuviste algo con Alex Rins mientras estabas con Marc?

Me dieron ganas de reír, pero simplemente sonreí.

- No.

- ¿Tienes una buena relación con Alex Márquez?

- Sí.

Y así me hizo una tanda de más de cien preguntas. Comenzaba a ponerme nerviosa, aquello era una perdida de tiempo. Podría estar estudiando para mi último examen de selectividad, o pasando el tiempo con Marc. Después de hacerme una última pregunta en la que me preguntaban si estaba con Marc por interés, me ayudaron a quitarme todos aquellos cables. En los pasillos me esperaba Marc y Emilio.

- ¿Qué tal petita?

- Bien... No me quejo.

- Bueno, ahora tienes que ir a firmar el contrato -me explicó Emilio-

Yo asentí y dejé que los dos me acompañaran hasta otra habitación, donde me esperaban dos hombres vestidos de traje. Emilio cogió los folios que habían sobre la mesa y los leyó con atención mientras Marc y yo nos dedicábamos a mirarnos, cogidos de la mano.

- Bueno Nevaeh, puedes firmar.

Asentí a las palabras de Emilio y cogí el bolígrafo que me ofrecía uno de los hombres de traje. Firmé en los tres folios y vi cómo aquellos desconocidos guardaban el contrato en una carpeta y se marchaban de la habitación.

- Bueno, ¿nos vamos?

Emilio y yo asentimos a la propuesta de Marc y salimos de allí en completo silencio. Había perdido toda una tarde a lo tonto. Marc y yo fuimos directos a casa, estábamos cansados y no teníamos ganas de estar por Barcelona. Nada más salir del ascensor, los dos escuchamos gritos de una voz que parecía la de Alex. Nos miramos y, sin necesidad de hablar, nos acercamos a la puerta y la abrimos para entrar inmediatamente después. Yo esperaba verle jugando a la play, a lo mejor iba perdiendo y esa era la causa de sus gritos. Pero enseguida lo vi en la cocina en compañía de Rins, y comprendí que mi teoría no era correcta.

- ¡Joder Alex, que no puedes seguir así tío, vente a vivir conmigo si quieres, pero no puedes tener a la tentación en casa!

- ¡Que aunque me vaya las cosas seguirán iguales tío, que la he besado, que no puedo evitar mirarla cuando pasa a mi lado, que cada vez que me sonríe se me rompe el corazón porque no puedo estar con ella, que estoy enamorado de la novia de mi hermano y que todo es una mierda! 

Cerré los ojos con fuerza, lamentando no haber interrumpido aquella conversación, y me temí lo peor. Ahora que Marc lo sabía todo, era obvio que las cosas cambiarían.