Capítulo 13: ¿No vas a presentarme a tu amiga?

1K 44 0
                                    

Tanto Marc como yo pasamos el resto del día en la habitación de Alex, haciéndole compañía, ya que Roser había ido a su casa a descansar. Conseguí convencerlos de que esa noche me quedaría yo con Alex, me daba pena que su madre tuviese que pasar otra noche en aquel incómodo sofá, y la famosa novia de Alex no daba señales de vida, así que ella tampoco estaría dispuesta a quedarse con él.
- ¿Seguro que estarás bien? -Me preguntó Marc por enésima vez mientras lo acompañaba a la salida del hospital-
- Sí, no te preocupes, mañana tu madre podrá quedarse todo el día con Alex y tú podrás enseñarme un poco de Barcelona.
Él sonrió al escucharme, Marc, era como un niño pequeño...
- Te quiero -susurró mientras me miraba a los ojos, sabía que si todos aquellos periodistas no estuviesen en la entrada me lo hubiese dicho en un tono de voz mucho más elevado, y probablemente iría acompañado de un beso, pero no iba a quejarme-
- Te quiero, nos vemos mañana.
Nos sonreímos y él abandonó el hospital. Yo volví a la habitación de Alex, ya le habían traído la cena, y no tenía muy buena pinta.
- Deberían dejarte trabajar en la cocina de ese hospital...
Reí al escuchar su comentario y me senté en el sofá para mirar mi móvil. Sólo tenía llamadas de Joel, que no parecía estar superando nuestra ruptura.
- ¿Dónde aprendiste a cocinar?
Bloqueé mi móvil mientras miraba a Alex y me encogí de hombros.
- Aprendí yo sola cuando empecé el instituto.
- ¿Tan pequeña y ya sabías cocinar?
- ¡No, mis primeros platos fueron un desastre! Seguro que tú también te caíste más de una vez con tu moto antes de llegar hasta dónde estás.
- Sí, me pasó hace menos de cuarenta y ocho horas y por eso estoy aquí.
Los dos nos reímos, era una persona tan normal, no parecía un famoso, y en eso me recordaba muchísimo a Marc.
- ¿Cuánto tiempo llevas con tu novia?
Él dejó de reír ante el cambio de tema y sonrió con levedad.
- Tres meses.
- Por Dios, yo llevaba casi tres años con Joel.
- ¿Quién es Joel?
- Mi ex novio, lo dejé ayer mientras hacía la cena.
- ¿Por teléfono?
- Así es.
- ¡Qué rastrera!
Sonreí con levedad al escuchar su comentario, no le faltaba razón, pero no podía seguir engañando de esa manera a Joel.
- Oye, era broma, si no estabais bien es lo mejor que pudiste hacer.
- ¿Intentas sacarme temas de conversación para no cenar?
Rió y me sacó la lengua antes de seguir cenando, con cara de no estar disfrutando demasiado de la comida.
-Narra Marc-
Al día siguiente eché de menos levantarme al lado de Nevaeh, y eso que sólo habíamos dormido juntos dos noches... Dicen que es muy fácil acostumbrarse a las cosas buenas. Me preparé y puse rumbo al hospital sin desayunar, ya comería algo con ella. Pero, al llegar al hospital, vi algo que no me gustó para nada. Los periodistas estaban rodeando a Lora, la novia de Alex, que contestaba a sus preguntas, muchas de ellas algo comprometidas. Pobre, seguro que estaba tan asustada y agobiada que no sabía qué hacer.
- Lleváis tres días consecutivos aquí, dejad a mi familia en paz y buscad otra noticia más interesante que cubrir.
Y, tras decir aquello, pasé mi brazo por la espalda de Lora y entramos al hospital.
- Me bloqueé, no sabía qué hacer... -me explicó mientras entrábamos en el ascensor-
- Tranquila, sé que pueden llegar a ser muy pesados.
Me sonrió y salimos del ascensor para recorrer el pasillo hacia la habitación de Alex. A pesar de que aún era temprano, Tito y mi madre ya estaban allí, y Nevaeh ya estaba lista para salir.
- Buenos días - les saludé mientras le sonreía a Nevaeh-
Ella me apartó la mirada sonrojada, y yo sonreí, orgulloso del efecto que causaba en ella.
- Los periodistas me han llenado de preguntas en la entrada -dijo Lora mientras se acercaba a mi hermano-
- Pobrecita -comentó Nevaeh con ironía, lo que provocó la risa de Tito-
La miré con sorpresa y desaprobación al mismo tiempo, aunque no creía que una simple mirada pudiese afectarle.
- Nosotros nos vamos -informé mientras cogía la mano de Nevaeh-
Ambos nos despedimos y abandonamos la habitación.
- Antes de que me digas nada, lo siento, pero te juro que no la soporto.
La miré y me encogí de hombros.
- Me parece bien, pero no te ha hecho nada, intenta disimular al menos.
- Pero Marc, ella...
- Por favor, hazlo por mí.
-Narra Nevaeh-
Marc me había hecho prometer que trataría bien a Lora, la novia de Alex, pero juro que esa chica tenía algo que no me gustaba. Después de esquivar a los periodistas de la entrada, fuimos al centro de Barcelona, dónde desayunamos y pasamos la mañana entera paseando, riendo y olvidándonos de todo y de todos, una vez más, éramos sólo Marc y yo. Mientras paseábamos por el casco antiguo de Barcelona, nos encontramos con Alex Rins, compañero de Alex en moto2. Marc seguía hablándome de sus últimas vacaciones en la nieve, y eso que juraría que lo había visto. ¿Se estaba haciendo el loco? No tuve tiempo de pensar en ello, porque, Si la montaña no va a mahoma, Mahoma va a la montaña.
- Ey Márquez, ¿Qué pasa? -preguntó cuando llegó a nosotros con una gran sonrisa-
- Hola Rins, ¿Cómo estás? -contestó él sin demasiado entusiasmo-
- Bien bien, ¿no vas a presentarme a tu amiga?
Me escaneó de arriba a abajo con la mirada y me acerqué a Marc por puro instinto. Marc no habló y Alex se rió de manera seca.
- Bueno, ya veo que no. Tengo que irme, aquí tienes preciosa.
Me guiñó un ojo, y me dio una pequeña tarjeta dónde aparecía su nombre y su número de teléfono.

Conociendo a mi ídolo |Marc Márquez| [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora