Conociendo a mi ídolo |Marc Márquez| [FINALIZADA]

Capítulo 46: El circuito de Jerez

-Narra Nevaeh-

Al llegar a casa había muchísima gente esperándonos. La mayoría eran amigos de Marc y de Alex que, poco a poco, se estaban convirtiendo en mis amigos también. Pero, entre ellos, también se encontraban mis padres y mi hermano. Me eché a llorar y corrí a abrazarlos, jamás había sentido esa necesidad de abrazar a mis familiares, pero la experiencia que acababa de pasar me había dado a pensar, y tenía claro que quería cambiar la relación con ellos, sobretodo con mis padres. Pasamos todo el día con la casa llena de gente, algunos se iban, otros volvían... Pero yo sólo hacía caso de Marc, que no se separaba de mí, y a mi familia. De vez en cuando le echaba un ojo a Anna, y cada vez que la miraba estaba riendo por alguna chorrada que le decía Alex. Sonreí, pensando que los dos se lo merecían, y seguí hablando con mis padres sobre lo bien que me había ido en la selectividad y los planes que tenía ahora. Por primera vez en mi vida, sentí que me apoyaban al cien por cien. A medida que fue cayendo la noche, la gente fue marchándose, y finalmente sólo quedamos Alex, Anna, Marc y yo.

- Mañana tengo que irme a Jeréz, se suponía que tenía que ir esta tarde pero bueno... ¿vienes conmigo? 

Dejé de amasar la masa de la pizza que estaba cocinando para mirarle, y me di cuenta de que estaba mirando hacia su hermano. Por primera vez en el día se había callado, y lo había hecho porque se estaba besando con Anna en el sofá de nuestro salón.

- El niño ha crecido -me burlé de él-

- Joder, y yo pensando que nosotros habíamos ido demasiado rápido...

- Marc, no te preocupes, es sólo un beso, se están conociendo. Aunque la verdad es que me gusta tu hermano para Anna.

- Y a mí me gusta tu amiga para mi hermano. 

Sonreí y besé sus labios antes de seguir cocinando.

- Y por cierto, sí que iré contigo a Jeréz, pero propónselo a la parejita si no quieres ser tío muy pronto. 

Él me miró con cara de pánico y corrió hacia el salón para hacerles la propuesta. Reí, sin poder evitarlo, y sentí que, ahora sí, todo iría sobre ruedas. Cenamos entre risas y en un ambiente bastante agradable, podría acostumbrarme a pasar tiempo con ellos tres, porque me sentía realmente agusto con ellos. 
Ya era tarde cuando Anna decidió irse. La veríamos a la mañana siguiente para ir todos juntos a Jeréz, ella ya había visto varias veces a Marc y a Alex en distintos circuitos, pero nunca había visto una carrera desde el box como podría hacer al día siguiente. Estaba emocionada, se le notaba desde el primer momento, cuando Marc interrumpió su beso con Alex para proponerle ir con nosotros a Jeréz.

- Estás hecho todo un ligón, pistolas -le dije a Alex mientras le revolvía el pelo-

Él simplemente se sonrojó y me sacó la lengua. Cada uno se fue a su habitación, ya era bastante tarde y al día siguiente nos tocaba madrugar. A la mañana siguiente salimos de casa a las ocho y pasamos a recoger a Anna antes de dirigirnos al aeropuerto.

-Narra Alex-

Sentí ganas de llorar cuando entramos en el circuito de Jerez. Me daba muchísima rabia que mi hermano fuese a competir cuando había renunciado a la temporada un mes atrás, y yo no pudiese hacerlo por una caída en uno de los entrenamientos. Sentía una envidia sana que me estaba sacando de quicio. Las chicas estaban que se subían por las paredes. Sonreí al verlas tan emocionadas, lo que para Marc y para mí era pura rutina para ellas era un sueño hecho realidad. Cuando Marc se reunió con el equipo, me acerqué a Nevaeh, que se había quedado sola.

- Peque, ¿y Anna?

- Ni idea, se fue hace dos minutos o así.

- Voy a buscarla.

- Sí, no vaya a ser que te mueras por tenerla separada de ti más de cinco minutos.

- No te pongas celosa, que sabes que a ti también te quiero. 

Le saqué la lengua y salí del box, dispuesto a buscarla. Y efectivamente, ahí estaba, de espaldas y hablando por teléfono. Sonreí y me acerqué a ella sin hacer ruido.

- Que sí, amor... No sé cuándo volveré, pero te aviso cuando esté en Barcelona... Yo también te quiero, y te echo muchísimo de menos, Joan.

La sonrisa se me borró de golpe. Me di la vuelta y volví al box sin decir nada. Nevaeh me preguntó varias veces si estaba bien, y yo simplemente le asentía.cpmMe  preguntaba si la novia de mi hermano sabía de la existencia de ese tal Joan. Cuando empezó la carrera intenté concentrarme en ella, pero las palabras que había escuchado de la boca de Anna no dejaban de retumbar en mi cabeza. Dios, ¿Qué me estaba pasando?, ¿Por qué me importaba tanto que tuviese novio?

- ¡Marc! 

Di un salto en el sofá al escuchar el grito de Nevaeh, y entonces me di cuenta de que mi hermano se había caído. Mierda. Fui tras ella, que corría hacia la salida del box.

- Nevaeh, ¿Dónde vas?

- ¡A matar al hijo de puta que acaba de tirar a tu hermano!

- ¿Qué? ¡ven aquí, no puedes salir al circuito, te harás daño!

- ¡Me importa una mierda, Alex, tu hermano está tirado en el suelo y no podrá terminar la carrera por un niñato que no sabe ganar por méritos propios! 

Y así, y como si de una loca se tratase, salió a la mitad del circuito y llegó a donde Marc. Le ayudó a levantarse, y sorprendentemente llegó antes que el resto del equipo, que se encargó de levantar y llevarse la moto.

- ¡Te ha tirado, Marc! -le gritó cuando ya estábamos en el box-

- Lo sé petita, pero supongo que son cosas que pasan de vez en cuando.

- ¡Pues no me da la gana!

- Nevaeh, relájate, gritando y enfadándote no conseguirás nada -le dijo Emilio-

- ¡Y encima el muy cabrón llega el segundo y va a subirse al podio! Me va a escuchar. 

Marc y Emilio fueron tras ella cuando salió del box, yo simplemente me quedé en el sofá, me daba miedo cuando se ponía en plan novia loca.

- Dios, nunca había visto a Nevaeh así...

- Porque la conoces de dos días. 

Ella me miró mal y yo saqué mi móvil y me puse a hablar con Rins, que había quedado tercero en su carrera y, por tanto, también había subido al podio.

- ¿Se puede saber qué te pasa conmigo? Llevas unas horas muy raro. 

Ignoré sus palabras y seguí hablando con mi amigo, hasta que me quitó el móvil de las manos.

- Estoy hablando contigo, Alex Márquez.