Capítulo 15: ¿Por qué tengo la sensación de que vas a desordenar toda mi vida?

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Estábamos en una cafetería. No, no me había vuelto loca. No era una cafetería como las demás. Estaba decorada con sofás de terciopelo, cuadros de animales disfrazados de personas, mesas de té... Parecía que habíamos entrado de golpe en la película de Alicia en el país de las maravillas. Aquel lugar me había enamorado.
- ¿Cómo puedes conocerme tan bien? - Le pregunté a Marc mientras le mirada a los ojos-
Él sólo sonrió y besó mi mejilla. Y, aunque el beso me supo a poco, no debía olvidar que estábamos en público.
- Me alegra que te guste, es uno de mis sitios favoritos aquí en Barcelona. Ven, vamos a sentarnos.
Asentí y nos acercamos a una de las pocas mesas libres, el sitio era bastante popular y había mucha gente, la mayoría de ellos eran niños con sus padres, aunque también había gente de nuestra edad. Al sentarnos y leer la carta, tuve claro que iba a pedir un café y un brownie, Marc, tan exagerado como siempre, pidió un batido de fresa y plátano y una tarta de arándanos.
Pasamos el resto de la tarde allí, es más, cuando salimos eran casi las nueve y media. Así que decidimos ir directamente a casa. Por primera vez desde que lo conocía, vi como Marc se sacaba fotos y firmaba autógrafos con algunos fans, incluso algún niño se había acercado preguntando si era el chico de las motos. Y fue entonces cuando caí en la cuenta de que, a pesar de todos lo que habíamos pasado en esos días, no tenía ni una sola foto con él.
- ¿Te das cuenta de que no tenemos ni una foto juntos?
Me miró por un momento antes de volver la atención a la carretera y asintió.
- Es cierto, prometo que esta noche nos sacaremos fotos hasta que mi móvil no de más de sí.
Yo sonreí y apoyé la cabeza en el cristal mientras le observaba conducir. Poco tiempo después estábamos entrando por la puerta de su casa.
- ¿Mamá? -Preguntó mientras subíamos las escaleras hacia el segundo piso-
Pero no obteníamos respuesta de nadie. Las luces estaban apagadas y no se escuchaba ningún ruido, así que imaginábamos que no había nadie.
- ¿Tienes hambre? -Le pregunté a Marc, aunque después de la tarta que se había comido en la cafetería lo dudaba-
- No sabes cuánta, así que ven que te voy a comer.
Reí al escucharlo, aunque la manera en la que me besó segundos después me dejó claro que no estaba bromeando. Acabamos tumbados en la cama, sacando las fotos que me había prometido. Y era cierto que tenía intenciones de sacarse bastantes fotos, perdí la cuenta al llegar al número treinta. Allí habían fotos de todo tipo. Haciendo el tonto, sacando la lengua, Marc mordiendo mi mejilla, yo tocando mi mejilla por el daño que me había hecho, besándonos, abrazándonos... En fin, que habíamos pasado de no tener ninguna foto juntos a tener cientos en cuestión de segundos. Marc no tardó en dejarse dormir, estaba agotado y además no acostumbraba a acostarse tarde. Yo estuve hablando un rato con mi hermano por WhatsApp, el cual pensaba que aún estaba en la casa del pueblo. Genial, ahí se notaba lo que se preocupaban en mi casa por mí... Hice lo posible por no mandarlo a la mierda, y le pedí que me encubriera hasta que volviese a Tenerife. Me gustase o no... Tenía que volver pronto para poder seguir estudiando para la PAU, y para mi graduación. A eso de las doce bloqueé el móvil y apoyé mi cabeza en el pecho de Marc. Y así, escuchando los latidos de su corazón, me dejé dormir.
-Narra Marc-
Al día siguiente, al despertar, vi que Nevaeh dormía con la cabeza sobre mí pecho. Sonreí, y comencé a acariciar su pelo con cuidado, no quería despertarla, quería alargar lo máximo posible cada momento que pasaba con ella. Entonces se me ocurrió una idea, estaba seguro de que le gustaría. Cogí mi móvil sin moverme demasiado para no despertarla y entré en instagram. Elegí una de las fotos que nos habíamos sacado la noche anterior, la que más me gustaba, porque era la más natural. En ella aparecía mordiendo su mejilla. Sonreí, y comencé a escribir la descripción. "¿Por qué tengo la sensación de que vas a desordenar toda mi vida? " Y quise etiquetarla, pero no tenía su usuario de instagram, y, por tanto, no la seguía... Un segundo, su móvil. Sonreí y palpé el colchón hasta encontrar su móvil. Me metí directamente en instagram y sonreí al ver su usuario. Entonces sí, la etiqueté y esperé a que la bomba explotase.
Comencé a leer ciertos comentarios, aunque obviamente no pude leerlos todos. Me preguntaban si era mi novia, alguna me decía incluso que la habían visto conmigo por las calles de Barcelona, pero de momento no había ninguna enfadada, ni insultando. Sonreí satisfecho, y decidí que era hora de despertar a la bella durmiente.
- Petita... Arriba... Vamos a ducharnos juntos -reí mientras le llenaba la cara de besos-
- Estás más salido que el pico de una plancha, Marc Márquez -contestó ella mientras bostezaba-
Reí al escucharla y, tras darnos varios besos y mimos de buenos días, fuimos a ducharnos y prepararnos para ir a ver a Alex.
-Narra Nevaeh-
Después de ducharme y prepararme decidí mirar mi móvil, no paraba de sonar y vibrar por las notificaciones y esto no era normal. Me di cuenta de que tenía novedades de todo tipo en instagram. Cientos de personas me habían mandado una petición de amistad, y tenía una foto nueva en la que me habían etiquetado, una de las que me había sacado la noche anterior con Marc. Lo sorprendente era que la había subido él. ¿De verdad sabía lo que acababa de hacer? Al entrar en su perfil vi que me había mandado una solicitud de seguimiento, bueno, uno de mis sueños era que Marc Márquez me siguiese, ahora no sólo me seguía, sino que había subido una foto en la que aparecíamos juntos y felices y, como no, había estallado la bomba entre las fans. Bloqueé mi móvil y bajé a la cocina, esta vez era Marc quién estaba conociendo.
- Tengo más de doscientas peticiones de seguimiento en instagram.
- Sólo debes aceptar la mía.
Sonreí, y me bebí el zumo de naranja que acababa de preparar.
- Vamos al hospital antes de que de haga más tarde y lleguen más periodistas, ya comeremos algo en el hospital.
Él asintió a mis palabras, y ambos bajamos al garaje. Una vez en el coche, decidí subir otra foto. Mi favorita, aunque sabía que no iba a gustarle a todo el mundo. En ella, Marc me miraba con cara de tonto enamorado mientras yo le sonreía con la misma expresión. "Un poco de desorden no hace daño " escribí en la descripción para contestar a lo que había puesto él, y le etiqueté antes de subirla.
No lo hacía por montar más escándalo aún... Simplemente me apetecía subir una de esas tantas fotos.
- ¿Qué haces? -me preguntó mientras salíamos del garaje en el coche-
- Contestar a tu foto.
Él sólo sonrió y siguió conduciendo.
Alex estaba de mejor humor, y todos lo relacionábamos con la visita de Lora, ¿es que acaso era la única que veía que esa tía era la que menos tiempo pasaba en el hospital? Pasamos la mañana allí, y cuando Marc me propuso la idea de ir a comer fuera acepté, pero primero quise ir al baño. Entré en estos, y justo cuando estaba a punto de salir escuché la voz chillona de la arpía, perdón, la novia de Alex, hablando por teléfono.
- Sí amor, odio estar aquí, pero ya sabes porqué lo hago... Este idiota me paga la universidad, las cosas de marcas, los caprichos... Desde que salga de aquí voy a proponerle compartir piso, y así cuando se vaya desde por la mañana a entrenar podremos pasar todo el día juntos, ya sabes...
Esa chica nunca me dio buena espina. Desde que la vi hablando con Marc en la puerta de su casa. Pero no imaginaba que fuese tan... Mala pécora como para hacerle algo así a Alex. Estaba segura de que, cuando se enterase, se le rompería el corazón...

Conociendo a mi ídolo |Marc Márquez| [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora